Becilla - Valladolid

Descubren en Becilla la vía romana que va de Astorga hasta Zaragoza

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La zona es además una encrucijada del ramal que conectaría Lancia con el sur de Hispania

Cuatro arqueólogos desvelan que la ruta coincide con la Vía 27 del Itinerario Antonino

Una investigación conjunta desarrollada por la Universidad Autónoma de Madrid y la de León ha desvelado la existencia de la Vía 27 del Itinerario Antonino, la ruta que iba desde Astorga hasta Zaragoza.

En este proyecto, realizado por Germán Rodríguez Martín, Rosalía Durán, Ángel Morillo y Esperanza Martín, responde al encargo de la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León para la consolidación y restauración patrimonial del puente y la calzada de Becilla de Valderaduey, a treinta kilómetros en el límite entre León y Valladolid. Los expertos han realizado sondeos arqueológicos y análisis de lectura de paramentos con métodos de arqueología de la arquitectura.

Estos restos arqueológicos fueron declarados monumento con categoría de zona arqueológica en 1995 y nunca se había sabido a ciencia cierta cuáles eran sus niveles estatigráficos. Hasta ahora. El equipo de investigación ha modificado la idea que se había dado por certera y que seguía la teoría según la cual esta ruta correspondía a la Vía 17, la que recorría el camino desde Astorga hasta Braga. Sin embargo, la excavación ha revelado la correspondencia con la Vía 27, desde Astorga a Zaragoza. Además, la misma investigación ha probado que el puente sería una encrucijada en la que, además de esta ruta, confluiría un ramal secundario que conectaría Lancia con el sur de Hispania. Este Itinerario de Antonio sólo comprende los caminos que constaban en el Registro de Pretor o, como se diría hoy, carreteras del Estado. En este documento se señalan 372 caminos, de los cuales 34 corresponden a las Provincias de Hispania. Este hallazgo aclara muchas dudas acerca de cómo discurrían los trazados romanos hacia el centro y el sur.

Mesta medieval

Pero, además, los sondeos han sacado a la luz niveles medievales y modernos. Según los arqueólogos, las catas han demostrado que esta ruta fue por la que discurría la cañada leonesa occidental en la Edad Media, una de las dos principales del Reino de León, de ahí su importancia de cara a la Mesta. Y ya en época moderna, es el camino real en el tramo entre Valladolid y León.

La Junta declaró este tramo de calzada romana monumento de zona arqueológica hace doce años

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Los restos conservados responden a una obra pública de carácter viario en torno a un puente construido para cruzar el río Valderaduey, que desde el sureste de Becilla se dirige hacia Ceinos de Campos. La calzada mide, longitudinalmente, unos 350 metros y tiene una anchura de cuatro metros, más los márgenes, de unos 0,80 metros.

El puente, de 30 metros de longitud, cuenta con tres arcos de medio punto, siendo el central de mayores dimensiones, con una flecha de 2,90 metros, flanqueado por dos tajamares de planta triangular. La margen derecha es más profunda que la izquierda y se inunda fácilmente, por lo que en esta zona se perforaron una serie de desagües abovedados de medio punto bajo el terraplén de acceso al puente que sirven de aliviaderos.

El tramo de calzada se encuentra sobreelevado respecto al nivel del suelo, construido mediante dos muros laterales paralelos entre los que discurre la calzada.

El Itinerario Antonino

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El llamado Itinerario Antonino o Itinerario de Antonio Augusto Caracalla es un documento de la Roma antigua que se supone redactado en el siglo III en el que aparecen recopiladas las rutas del Imperio Romano . De este itinerario solo se conserva la copia procedente de la época de Diocleciano (siglo IV). En cada camino se identificaban mansiones, correspondiencias y millas. Por sus características e indicaciones, parece más ideado con el fin de facilitar la localización de los núcleos de población con fines recaudatorios que como ayuda al viajero. A pesar de ello, las indicaciones sobre distancias del citado itinerario han permitido localizar una gran multitud de emplazamientos desaparecidos por toda la antigua red de vías romanas, así como de algunas calzadas romanas no documentadas por otras fuentes.