Nuevo horizonte para Baelo Claudia
http://www.europasur.com/europasur/articulo.asp?idart=999817&idcat=1240
Tarifa. La ciudad romana de Baelo Claudia está de estreno. El conjunto arqueológico enclavado junto a la playa de Bolonia, en Tarifa, incorpora esta semana a su recorrido visitable un nuevo tramo del Decumanus Máximus ?una de las vías principales de cualquier ciudad romana? de una superficie de unos 300 metros cuadrados, excavado donde antes se situaba una vivienda.
De esta manera, las excavaciones de Baelo Claudia avanzan hacia el total descubrimiento del Decumanus, que discurre paralelo al Atlántico.
Al nuevo tramo del Decumanus se sumará parte de la necrópolis sur, que volverá a ser visitable tras diez ańos cerrada al público una vez terminen los trabajos de adaptación que allí se realizan.
Por este motivo, las ruinas celebraron ayer una jornada de puertas abiertas en la que los guías enseńaron a los visitantes los nuevos espacios que muy pronto formarán parte de la visita guiada a la ciudad. Dicha jornada estaba prevista para el pasado lunes 28, Día de Andalucía, pero tuvo que ser pospuesta por la incesante lluvia que empapó, una vez más, las centenarias rocas. Durante toda la mańana cientos de curiosos desfilaron ante los nuevos hallazgos, si bien tampoco perdieron detalle del resto de encantos de la ciudad.
Para descubrir las milenarias losas de piedra que conforman la calle principal de Baelo Claudia, y que se encuentran en un perfecto estado de conservación, ha sido necesaria la expropiación de una vivienda levantada sobre la vía, situada frente al acceso sur a la basílica de la ciudad.
El propósito de la dirección de Baelo Claudia es seguir descubriendo el Decumanus Máximus hasta el final de su recorrido. Para ello, será necesario derribar el actual centro administrativo y almacén, situados en el antiguo acuartelamiento de la Guardia Civil que vigilaba la playa de Bolonia desde este rincón estratégico entre dos continentes.
El Decumanus Máximus se encuentra en una cota de unos dos metros por debajo del actual nivel del suelo, por lo que se espera que los dańos infligidos por la presencia de los edificios al camino sean mínimos, al igual que ha sucedido en el tramo recién recuperado.
En el transcurso de las excavaciones se localizó una pieza arquitectónica de gran valor. Se trata de un torso femenino tallado en mármol blanco a tamańo real. Dicha pieza conserva el hombro derecho y parte del antebrazo, así como el hueco destinado a encajar la cabeza en la zona del cuello. El resto de la pieza que se conserva llega hasta los inicios de la pelvis. Las investigaciones hechas a la pieza revelan que la vestimenta recreada en la talla pudiera tratarse de una Stola, cuyos pliegues caen verticalmente hasta que empiezan a curvarse a la altura de las caderas, siguiendo la forma dictada por éstas.
El hombro derecho, el único que se conserva de este singular hallazgo, presenta en la parte superior del antebrazo dos puntos de abotonadura y quizás un tercero. Asimismo, en la pieza se intuye la presencia de una pieza de vestuario denominada Pallas, generalmente usada sobre el vestido.
La escultura original pudo estar colocada para ser vista de frente, con la espalda pegada a otro elemento, puesto que en ella el nivel de detalles es mucho menor.
El punto de la ciudad donde se situaba originariamente esta pieza se desconoce, pero su hallazgo, justo delante del foro y la basílica, hacen pensar que podría formar parte de éstos por ser una zona donde este tipo de esculturas tenían un lugar destacado.
El director en funciones del conjunto, Ángel Muńoz, recién llegado al cargo desde el Museo Arqueológico de Cádiz, explica a los visitantes que en la actualidad la superficie descubierta de Baelo Claudia se encuentra en torno al 30 por ciento. Sin embargo, ańade Muńoz, Baelo disfruta del privilegio de tener los principales elementos de una ciudad romana al descubierto. Son el foro, lugar público de encuentro entre los ciudadanos y en torno al cual transcurría la vida pública, la basílica y el templo, que conforman los tres principales espacios ciudadanos.
A éstos se suman el teatro, las termas, los templos capitolinos, el templo de Isis y las termas, entre otros. Tampoco puede olvidarse la factoría de salazones, principal actividad económica de la ciudad y que llevaron el nombre de la ciudad por todo el mundo desde el interior de las ánforas.
En la zona doméstica se encuentra el Decumanus Máximus, en cuyos laterales se situaban las tiendas y casas más pudientes.
Queda por descubrir el Cardo, el eje norte-sur que se cruza perpendicularmente con el Decumanus. Muńoz explica que la prioridad actual se centra en descubrir el resto del Decumanus hasta la entrada Este de la ciudad, para luego continuar con las excavaciones para destapar las murallas perimetrales de la ciudad, junto a las que se presume que existe un importante número de tumbas. Esto cambiará el itinerario de los grupos.
Respecto a la necrópolis sureste, situada frente al actual aparcamiento del complejo, la dirección pretende incluir dicho espacio en el tránsito de las visitas. Para ello se pretende adecentar el camino a los visitantes, que no tienen acceso a este punto desde 1994. La necrópolis sureste es una de las tres con que cuenta Baelo Claudia y data del siglo primero antes de Cristo. Se extiende por una superficie de dos hectáreas. En este espacio, las sepulturas son muy numerosas, alcanzando una densidad que en muchos casos supera una tumba por metro cuadrado.
En la necróplis existen cuatro tipos principales de sepulturas, diferenciadas en función de su tamańo y el nivel social de quienes las ocuparon, y que van desde las fosas simples excavadas en la tierra a los enterramientos turriformes, monumentos funerarios de hasta seis metros de altura.
Los nuevos espacios arrebatados al olvido y al subsuelo merecen, desde luego, una nueva visita o el placer de descubrir los encantos de la vida en el pasado.
http://www.europasur.com/europasur/articulo.asp?idart=999817&idcat=1240
Tarifa. La ciudad romana de Baelo Claudia está de estreno. El conjunto arqueológico enclavado junto a la playa de Bolonia, en Tarifa, incorpora esta semana a su recorrido visitable un nuevo tramo del Decumanus Máximus ?una de las vías principales de cualquier ciudad romana? de una superficie de unos 300 metros cuadrados, excavado donde antes se situaba una vivienda.
De esta manera, las excavaciones de Baelo Claudia avanzan hacia el total descubrimiento del Decumanus, que discurre paralelo al Atlántico.
Al nuevo tramo del Decumanus se sumará parte de la necrópolis sur, que volverá a ser visitable tras diez ańos cerrada al público una vez terminen los trabajos de adaptación que allí se realizan.
Por este motivo, las ruinas celebraron ayer una jornada de puertas abiertas en la que los guías enseńaron a los visitantes los nuevos espacios que muy pronto formarán parte de la visita guiada a la ciudad. Dicha jornada estaba prevista para el pasado lunes 28, Día de Andalucía, pero tuvo que ser pospuesta por la incesante lluvia que empapó, una vez más, las centenarias rocas. Durante toda la mańana cientos de curiosos desfilaron ante los nuevos hallazgos, si bien tampoco perdieron detalle del resto de encantos de la ciudad.
Para descubrir las milenarias losas de piedra que conforman la calle principal de Baelo Claudia, y que se encuentran en un perfecto estado de conservación, ha sido necesaria la expropiación de una vivienda levantada sobre la vía, situada frente al acceso sur a la basílica de la ciudad.
El propósito de la dirección de Baelo Claudia es seguir descubriendo el Decumanus Máximus hasta el final de su recorrido. Para ello, será necesario derribar el actual centro administrativo y almacén, situados en el antiguo acuartelamiento de la Guardia Civil que vigilaba la playa de Bolonia desde este rincón estratégico entre dos continentes.
El Decumanus Máximus se encuentra en una cota de unos dos metros por debajo del actual nivel del suelo, por lo que se espera que los dańos infligidos por la presencia de los edificios al camino sean mínimos, al igual que ha sucedido en el tramo recién recuperado.
En el transcurso de las excavaciones se localizó una pieza arquitectónica de gran valor. Se trata de un torso femenino tallado en mármol blanco a tamańo real. Dicha pieza conserva el hombro derecho y parte del antebrazo, así como el hueco destinado a encajar la cabeza en la zona del cuello. El resto de la pieza que se conserva llega hasta los inicios de la pelvis. Las investigaciones hechas a la pieza revelan que la vestimenta recreada en la talla pudiera tratarse de una Stola, cuyos pliegues caen verticalmente hasta que empiezan a curvarse a la altura de las caderas, siguiendo la forma dictada por éstas.
El hombro derecho, el único que se conserva de este singular hallazgo, presenta en la parte superior del antebrazo dos puntos de abotonadura y quizás un tercero. Asimismo, en la pieza se intuye la presencia de una pieza de vestuario denominada Pallas, generalmente usada sobre el vestido.
La escultura original pudo estar colocada para ser vista de frente, con la espalda pegada a otro elemento, puesto que en ella el nivel de detalles es mucho menor.
El punto de la ciudad donde se situaba originariamente esta pieza se desconoce, pero su hallazgo, justo delante del foro y la basílica, hacen pensar que podría formar parte de éstos por ser una zona donde este tipo de esculturas tenían un lugar destacado.
El director en funciones del conjunto, Ángel Muńoz, recién llegado al cargo desde el Museo Arqueológico de Cádiz, explica a los visitantes que en la actualidad la superficie descubierta de Baelo Claudia se encuentra en torno al 30 por ciento. Sin embargo, ańade Muńoz, Baelo disfruta del privilegio de tener los principales elementos de una ciudad romana al descubierto. Son el foro, lugar público de encuentro entre los ciudadanos y en torno al cual transcurría la vida pública, la basílica y el templo, que conforman los tres principales espacios ciudadanos.
A éstos se suman el teatro, las termas, los templos capitolinos, el templo de Isis y las termas, entre otros. Tampoco puede olvidarse la factoría de salazones, principal actividad económica de la ciudad y que llevaron el nombre de la ciudad por todo el mundo desde el interior de las ánforas.
En la zona doméstica se encuentra el Decumanus Máximus, en cuyos laterales se situaban las tiendas y casas más pudientes.
Queda por descubrir el Cardo, el eje norte-sur que se cruza perpendicularmente con el Decumanus. Muńoz explica que la prioridad actual se centra en descubrir el resto del Decumanus hasta la entrada Este de la ciudad, para luego continuar con las excavaciones para destapar las murallas perimetrales de la ciudad, junto a las que se presume que existe un importante número de tumbas. Esto cambiará el itinerario de los grupos.
Respecto a la necrópolis sureste, situada frente al actual aparcamiento del complejo, la dirección pretende incluir dicho espacio en el tránsito de las visitas. Para ello se pretende adecentar el camino a los visitantes, que no tienen acceso a este punto desde 1994. La necrópolis sureste es una de las tres con que cuenta Baelo Claudia y data del siglo primero antes de Cristo. Se extiende por una superficie de dos hectáreas. En este espacio, las sepulturas son muy numerosas, alcanzando una densidad que en muchos casos supera una tumba por metro cuadrado.
En la necróplis existen cuatro tipos principales de sepulturas, diferenciadas en función de su tamańo y el nivel social de quienes las ocuparon, y que van desde las fosas simples excavadas en la tierra a los enterramientos turriformes, monumentos funerarios de hasta seis metros de altura.
Los nuevos espacios arrebatados al olvido y al subsuelo merecen, desde luego, una nueva visita o el placer de descubrir los encantos de la vida en el pasado.
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