Interpretación para La Carisa
Un grupo de expertos en arqueología ha diseńado un proyecto para difundir los hallazgos sobre la primera batalla librada entre astures y romanos
http://www.elcomercio-sa.es/pg050307/prensa/noticias/Cuencas/200503/07/GIJ-CUE-076.html
Conservación, difusión de la historia y explotación turística son conceptos que pueden llegar a ser dilapidantes para según qué patrimonio si cada uno de ellos se aplica con exclusividad y no desde la coherencia y la razón. Esta disyuntiva sobre qué es lo más conveniente se plantea tras haberse descubierto en el pico Curriechos -en el límite entre Aller y Lena- restos arqueológicos de un asentamiento romano que, según los expertos, data de entre los ańos 25 y 22 antes de Cristo.
La Asociación de Amigos de La Carisa, el colectivo más implicado en las excavaciones, ha diseńado un proyecto para posibilitar que los tres intereses antes mencionados confluyan. De alguna manera, se pretende que el público, en general, pueda conocer con detalle que entre los concejos de Lena y Aller, a más de 1.700 metros de altitud, un cuarto de siglo antes de nuestra era tuvo lugar la primera batalla entre astures y romanos, cuyo lugar de tránsito fue la vía de La Carisa. Así lo demuestran los restos de un teatro bélico y una fortaleza indígena, escenarios que, espacialmente, se encuentran enfrentados.
Como medio para difundir las conclusiones de las investigaciones y acercar los hallazgos a toda la gente interesada, la asociación ha propuesto a los ayuntamientos lenense y allerano la adecuación de dos lugares-uno en cada concejo- para ubicar sendos centros de interpretación de La Carisa. Según explicaron integrantes del colectivo, la idea inicial sería abrir estas aulas en las localidades de Nembra (Aller) y Carabanzo (Lena), puesto que se encuentran en el entorno del antiguo campamento romano.
El anteproyecto redactado por el momento y presentado ya a los consistorios contempla que el centro de interpretación allerano tenga más documentación e información sobre la vía de La Carisa, con la idea de potenciar ese recorrido de 42 kilómetros que separa Pendilla (León) de Ujo. Mientras, el lenense, que podría tener cabida en la torre del Palacio de Faes una vez reformada, serviría para interpretar el yacimiento arqueológico y exponer las piezas encontradas en las excavaciones. Lo que no tiene claro la Asociación de Amigos de La Carisa es si el edificio podría albergar los originales o tendrían que ser reproducciones, dado que sobre el material hallado tiene competencia el Museo Arqueológico de Asturias.
No obstante, la idea es que el aula de interpretación de Carabanzo tenga tres salas: una destinada al conocimiento histórico de las guerras cántabras; otra al teatro bélico de La Carisa, que podría ser reproducido en una maqueta, y la última, a la explicación del mundo militar de astures y romanos.
Vinculados a estos proyectos, se plantean otras dos iniciativas. Una de ellas trataría de aprovechar el edificio de las antiguas escuelas de la localidad lenense para ubicar elementos interactivos relacionados con el campamento y, la segunda, adecuar la tercera planta del centro social de personas mayores como albergue para las personas que quisieran recorrer la vía romana.
La Asociación de Amigos de La Carisa quiere dejar muy claro que, aunque fueron ellos quienes idearon el proyecto a raíz de la labor de investigación y de la trascendencia histórica, «los impulsores tienen que ser los ayuntamientos y ellos deben tramitar las solicitudes y lograr la financiación». Las primeras estimaciones indican que la adecuación de los dos edificios costaría un millón de euros.
Por el momento, aún no se habla de plazos para el arranque de estos proyectos. En opinión de la asociación, eso se podrá concretar cuando haya inversión comprometida por parte de las administraciones, dado que sólo hay previsión de que pueda haber algún tipo de aportación del programa de ayudas europeas Proder II de la Montańa Central para los centros de interpretación.
Visitas guiadas
En el anteproyecto redactado por el colectivo no se descarta el que se puedan realizar visitas guiadas -«tiene que haber una interpretación del medio para ser entendido»- a lo que fue el escenario bélico entre astures y romanos. No obstante, plantean que esas visitas «nunca pueden ser masivas». El mejor modo de controlar la afluencia y el discurrir de la visita, según la Asociación Amigos de La Carisa, sería elaborar algo parecido a un plan rector de conservación. «La regulación sería una forma lógica de sacar riqueza de ese valor cultural», seńalaron.
Un grupo de expertos en arqueología ha diseńado un proyecto para difundir los hallazgos sobre la primera batalla librada entre astures y romanos
http://www.elcomercio-sa.es/pg050307/prensa/noticias/Cuencas/200503/07/GIJ-CUE-076.html
Conservación, difusión de la historia y explotación turística son conceptos que pueden llegar a ser dilapidantes para según qué patrimonio si cada uno de ellos se aplica con exclusividad y no desde la coherencia y la razón. Esta disyuntiva sobre qué es lo más conveniente se plantea tras haberse descubierto en el pico Curriechos -en el límite entre Aller y Lena- restos arqueológicos de un asentamiento romano que, según los expertos, data de entre los ańos 25 y 22 antes de Cristo.
La Asociación de Amigos de La Carisa, el colectivo más implicado en las excavaciones, ha diseńado un proyecto para posibilitar que los tres intereses antes mencionados confluyan. De alguna manera, se pretende que el público, en general, pueda conocer con detalle que entre los concejos de Lena y Aller, a más de 1.700 metros de altitud, un cuarto de siglo antes de nuestra era tuvo lugar la primera batalla entre astures y romanos, cuyo lugar de tránsito fue la vía de La Carisa. Así lo demuestran los restos de un teatro bélico y una fortaleza indígena, escenarios que, espacialmente, se encuentran enfrentados.
Como medio para difundir las conclusiones de las investigaciones y acercar los hallazgos a toda la gente interesada, la asociación ha propuesto a los ayuntamientos lenense y allerano la adecuación de dos lugares-uno en cada concejo- para ubicar sendos centros de interpretación de La Carisa. Según explicaron integrantes del colectivo, la idea inicial sería abrir estas aulas en las localidades de Nembra (Aller) y Carabanzo (Lena), puesto que se encuentran en el entorno del antiguo campamento romano.
El anteproyecto redactado por el momento y presentado ya a los consistorios contempla que el centro de interpretación allerano tenga más documentación e información sobre la vía de La Carisa, con la idea de potenciar ese recorrido de 42 kilómetros que separa Pendilla (León) de Ujo. Mientras, el lenense, que podría tener cabida en la torre del Palacio de Faes una vez reformada, serviría para interpretar el yacimiento arqueológico y exponer las piezas encontradas en las excavaciones. Lo que no tiene claro la Asociación de Amigos de La Carisa es si el edificio podría albergar los originales o tendrían que ser reproducciones, dado que sobre el material hallado tiene competencia el Museo Arqueológico de Asturias.
No obstante, la idea es que el aula de interpretación de Carabanzo tenga tres salas: una destinada al conocimiento histórico de las guerras cántabras; otra al teatro bélico de La Carisa, que podría ser reproducido en una maqueta, y la última, a la explicación del mundo militar de astures y romanos.
Vinculados a estos proyectos, se plantean otras dos iniciativas. Una de ellas trataría de aprovechar el edificio de las antiguas escuelas de la localidad lenense para ubicar elementos interactivos relacionados con el campamento y, la segunda, adecuar la tercera planta del centro social de personas mayores como albergue para las personas que quisieran recorrer la vía romana.
La Asociación de Amigos de La Carisa quiere dejar muy claro que, aunque fueron ellos quienes idearon el proyecto a raíz de la labor de investigación y de la trascendencia histórica, «los impulsores tienen que ser los ayuntamientos y ellos deben tramitar las solicitudes y lograr la financiación». Las primeras estimaciones indican que la adecuación de los dos edificios costaría un millón de euros.
Por el momento, aún no se habla de plazos para el arranque de estos proyectos. En opinión de la asociación, eso se podrá concretar cuando haya inversión comprometida por parte de las administraciones, dado que sólo hay previsión de que pueda haber algún tipo de aportación del programa de ayudas europeas Proder II de la Montańa Central para los centros de interpretación.
Visitas guiadas
En el anteproyecto redactado por el colectivo no se descarta el que se puedan realizar visitas guiadas -«tiene que haber una interpretación del medio para ser entendido»- a lo que fue el escenario bélico entre astures y romanos. No obstante, plantean que esas visitas «nunca pueden ser masivas». El mejor modo de controlar la afluencia y el discurrir de la visita, según la Asociación Amigos de La Carisa, sería elaborar algo parecido a un plan rector de conservación. «La regulación sería una forma lógica de sacar riqueza de ese valor cultural», seńalaron.
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