Mallorca - Baleares

Les 7 Meravelles de Mallorca. En defensa de...
Carlos Garrido.

De próspera ciudad romana a cementerio

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Las ruinas siempre han ejercido un influjo romántico. Y las romanas, en concreto, son como el símbolo de la mediterraneidad: el horizonte del mar, columnas, paredes, cipreses... En Mallorca tenemos déficit de ruinas romanas, si nos comparamos con la mayor parte de las regiones peninsulares. Y nuestra joya de la corona es Pollentia.
Es una pena que esta ciudad, de fundación meteliana, fuera excavada de forma tan intermitente el siglo pasado. Abriendo y cubriendo después. Respetando el carácter agrícola de la zona. Porque durante mucho tiempo hemos carecido de una visión de conjunto. Y lo bueno que tienen las ciudades romanas es que son muy entendibles, responden siempre a un mismo patrón. Nos resultan mucho más próximas como testimonio arqueológico que un poblado talayótico, por ejemplo.
Pollentia ha ido recuperando su unidad, y hoy en día ya podemos conocer su foro o centro, suponer dónde estuvo el puerto, unir el teatro romano a lo que fuera la ciudad. Pasar de ese pequeño rincón excavado que fue durante años lo único visitable.
Pollentia nos habla del tempus fugit. Del declive inexorable de las cosas. Una pequeña ciudad que nació mirando a la península Itálica, probablemente próspera. Y que en los tiempos difíciles a partir del siglo III empezó a abandonarse. Hasta quedar en la triste coyuntura de ser aprovechada como cementerio.
Pollentia es nuestra Itálica sentimental y añorativa. Todos deberíamos conocerla.