21 de septiembre de 2008

Campoo - Cantabria

Julióbriga, el icono más brillante de la cultura romana en Cantabria



Se trata de un yacimiento arqueológico al aire libre espectacular y el que mayor flujo de información ha proporcionado para conocer los efectos de la presencia de Roma tras las Guerras Cántabras

La ciudad romana de Julióbriga o Iuliobriga -como es llamada en las fuentes literarias latinas- constituye un enclave arqueológico de gran interés en el conjunto de la península Ibérica, siendo probablemente el más espectacular e importante de los documentados hasta la fecha al aire libre en Cantabria. Este interés viene determinado por su morfología urbana y por la secuencia cultural de los hallazgos que proporciona, que abarca desde los momentos finales de la Edad del Hierro hasta la plena Edad Media. La ciudad romana fue creada en un momento inmediatamente

posterior a las Guerras Cántabras, posiblemente en torno al año 15 a.C. y estuvo ocupada hasta la segunda mitad del siglo III d.C.

Julióbriga nació como fundación urbana en uno de los extremos más septentrionales de la provincia Hispania Citerior Tarraconense. Se trata de un centro civil, estrechamente relacionado con el proceso de integración administrativa de las poblaciones cántabras sometidas por Roma tras largos años de resistencia. La posición estratégica de la ciudad viene determinada por la topografía del cerro sobre el que se asienta -cuya altitud es superior a los 900 metros- y por su emplazamiento en uno de los pasos naturales más importantes que comunican la costa cantábrica y el interior de la Meseta castellana. El núcleo urbano permite controlar el paso natural hacia el río Besaya y las tres comarcas naturales que forman actualmente Campoo: Yuso, Enmedio y Suso. En la Antigüedad este paso era perfectamente transitable, incluso para los vehículos, mediante una vía pavimentada con firme de rodadura, cuyo trazado puede seguirse en diferentes tramos localizados en el entorno de la ciudad.

Hoy en día, el solar de la antigua ciudad romana forma parte de la pequeña localidad de Retortillo, en el municipio de Campoo de Enmedio, a tan sólo 3 km de Reinosa, y se sitúa en el lado meridional de la cola del pantano del Ebro, otro de los lugares emblemáticos de la comarca de Campoo. La elevada altitud, y la proximidad del pantano explican respectivamente la dureza del clima en la fase invernal y la humedad que se manifiesta en forma de nieblas a lo largo de todo el año. En la Antigüedad la abundancia de bosques paliaba en parte esta rigurosidad climática permitiendo, a juzgar por los materiales hallados en las excavaciones arqueológicas, el mantenimiento de una agricultura de cereales con moderados rendimientos por unidad de superficie y una importante cabaña ganadera, bases ambas de la economía de los habitantes de la ciudad romana.

Joya de Cantabria

Los trabajos arqueológicos desarrollados en Julióbriga desde 1980 y hasta la fecha por la Universidad de Cantabria y dirigidos por su catedrático de Historia Antigua José Manuel Iglesias, a quien en una primera etapa acompañó en estas tareas su colega Ramón Teja, han permitido poner en valor y descifrar muchas claves para reconstruir la historia antigua de la región.

Pero, junto a la investigación científica, Julióbriga también ha sido un vivero para muchas generaciones de estudiantes y profesionales que han enriquecido su formación en un yacimiento donde también han sido prioritarios los trabajos de conservación y de proyección social de sus restos mediante exposiciones, publicaciones, señalización, visitas guiadas... y desde 2003 con un centro de interpretación que trata de reproducir el esquema de lo que fue una casa romana de planta helenística pompeyana (siglo I d.C.).

Posiblemente, estas circunstancias han determinado que en el resultado final del concurso 'Joyas de Cantabria' desarrollado en internet por EL DIARIO MONTAÑÉS con el patrocinio de E.ON España y la colaboración del Aula de Patrimonio Cultural de la UC la antigua capital de la Cantabria romana haya sido elegida como uno de los monumentos más emblemáticos de la comunidad autónoma.

Investigación

Los duros años del conflicto bélico que enfrentó a cántabros y romanos -entre el 29 y el 19 a.C.- han dejado su huella en el paisaje de su entorno, en la forma de varios campamentos temporales legionarios en Peña Cutral, a poca distancia de Julióbriga, al sur de la ciudad y en las proximidades de Celada Marlantes. Estos han sido descubiertos hace escasas campañas por los investigadores de la UC, que desde 1980 han centrado sus trabajos en diferentes zonas de la ciudad como: La Llanuca (calle porticada, vivienda de planta pompeyana del siglo I, zona de tabernas y almacenes); el área sur de la carretera (zona de viviendas del siglo II de tradición indígena, de almacenes vinculados a la actividad agropecuaria y de estabulación); el área norte de la carretera (al menos dos viviendas de planta pompeyana con patio central columnado de la segunda mitad del siglo); y la zona de la iglesia románica, donde ésta se erigió en el siglo XII sobre el antiguo foro o plaza pública romana.

Como señala el catedrático Iglesias Gil, director de la excavaciones y auténtico alma mater de todo lo que se ha hecho en materia de investigación y promoción en Julióbriga en los últimos 28 años, «en este momento lo más interesante del yacimiento es el estudio que tenemos hecho y pendiente de publicación sobre el espacio del foro de la ciudad romana donde tenemos localizada la curia municipal, excavada en parte en el interior de la iglesia románica, el foro propiamente dicho y el macellum o mercado en el lugar que hemos denominado habitualmente como la ínsula de tabernas».

Publicaciones

Los trabajos de investigación desarrollados en Julióbriga han dado lugar a más de un centenar de publicaciones entre monografías, ponencias en congresos y artículos en revistas de divulgación y especializadas. Una de las conclusiones históricas a las que ha llegado el equipo que dirige que dirige José Manuel Iglesias es que «se trata de una ciudad romana fundada con motivo del segundo viaje de Augusto a Hispania para organizar el territorio conquistado entre los años 15 y 13 a.C. y que la presencia de la curia, con materiales arqueológicos datables hacia la mitad del siglo I d.C. nos confirma su funcionamiento como municipio con una asamblea o senado municipal por lo que fue un municipio al menos latino a partir del emperador Vespasiano con la implantación del derecho latino a toda la Península Ibérica; esto evidentemente tira toda hipótesis de ubicar Iuliobriga en otro lugar».

Julióbriga recibe cada año decenas de miles de visitantes que desde 2003 tienen en el centro de interpretación abierto y soporte en su aproximación a las claves que permite desvelar este yacimiento.

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