9 de abril de 2008

Huesca

“Las mujeres deberían tener un mayor espacio en los museos”

http://www.diariodelaltoaragon.es:80/noticias/detalle.php?id=276992


Finalizan las jornadas del IEA sobre el papel de la mujer en la Antigüedad Clásica

La ausencia de la mujer en los museos, la imagen pública de las mujeres del Imperio Romano, la cultura castreña de Asturias y las romanas Cintia de Propercio y Julia, hija de Augusto, cerraron ayer el seminario que durante dos días ha debatido y reflexionado sobre el papel de la mujer en la Antigüedad Clásica.

Almudena Domínguez, directora del Área de Arqueología del IEA (en cuya sede ha tenido lugar el curso) y coordinadora del seminario, comentó ayer con optimismo la asistencia a “Mujeres en la Antigüedad Clásica: género, poder y conflicto” y declaró que el objetivo del mismo era sacar a la luz, “visibilizar con estudios”, el papel que las mujeres desempeñaron en aquellas sociedades.

Fue Pilar Sada quien profundizó más en la presencia, o ausencia, de la mujer en el estudio de la Historia y en centros relacionados, como son los museos. Sada trabaja en el Museo Nacional de Arqueología de Tarragona. Lo que se hace en él, es poner de relieve las diferentes funciones que cada sexo ha ejercido a lo largo de las diferentes épocas. Es algo que no ocurre en la gran mayoría de los centros museísticos, que zanjan la cuestión con “catálogos o exposiciones temporales”. Sada cree que, sin embargo, los museos deberían apostar por exposiciones fijas en el tiempo que resalten el trabajo productivo de las mujeres, ya fueran pintoras, médicas o canteras.

Dos mujeres conocidas de Roma centraron otras tantas conferencias. La primera fue Cintia de Propercio. La profesora Rosa Marina de la UZ dijo de ella que fue una mujer que “rompió todas las reglas de sumisión” femenina existentes en Roma. Cintia, de la que aún se desconoce si fue una mujer de clase alta o una cortesana de lujo, dejó de lado todas esas ataduras sociales y se emancipó a causa del amor que sentía por el poeta Propercia. En cambio, Julia, pese a ser hija del primer emperador romano, tuvo que soportar toda la propaganda política que su madrastra y su tía emplearon contra ella. Domínguez impartió la conferencia sobre Julia y el papel de la mujer en la transmisión del poder. Finalmente a Julia no le salvó ni su condición de hija del emperador y las acusaciones de adulterio e intento de parricidio la hicieron pasar sus últimos días desterrada en una isla.

La imagen pública de las mujeres imperiales era algo vital, tanto para ellas mismas como para Roma. El Imperio Romano creó una nueva categoría de mujeres, las ‘divinas’, para extender una imagen positiva de Roma y de la familia en el poder por todo el territorio que controlaba, afirmó María José Hidalgo, de la Universidad de Salamanca. Con la llegada del cristianismo, estas ‘divinas’ serían sustituidas por las santas, que cumplían una función similar.

Por último, Mónica González, de la Universidad de Oviedo, presentó su taller histórico sobre la sociedad castreña que vivió en Asturias en la época protohistórica. Destinado para los cursos previos al Bachillerato, la aportación de González persigue poner en relieve la importancia y funciones de la mujer en esa sociedad y, también, que los escolares conozcan en profundidad esa cultura mediante juegos didácticos.

El IEA ha acogido entre ayer y anteayer el desarrollo del curso.

Óscar ISARRE

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