Baena - Cordoba

La Junta declara zona arqueológica el yacimiento de Torreparedones

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El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía acordó hoy declarar Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de zona arqueológica, el yacimiento de Torreparedones, ubicado entre los términos municipales de Baena y Castro del Río (Córdoba), y aprobó otro decreto por el que se establece la delimitación del castillo medieval emplazado en la parte más alta del yacimiento. La zona arqueológica de Torreparedones conserva vestigios de un amplio periodo de tiempo que va desde la Edad del Bronce hasta la Edad Media. Este largo y continuado poblamiento se debe a su estratégica situación en uno de los cerros de mayor altura de la campiña cordobesa, desde donde se dominan los puntos más representativos de la ocupación prehistórica de la zona.
El primer asentamiento documentado es un poblado de la época calcolítica, al que se superpuso después otro de finales del Bronce Medio. A partir de los siglos VII-VI a.C., el asentamiento se amuralla para convertirse en un importante núcleo urbano hasta la etapa romana republicana. De los posteriores periodos visigodo e islámico, el registro arqueológico aporta menos datos, aunque se han hallado estructuras con una cronología que oscila entre el Califato (siglo X) y el periodo almohade (siglo XIII). Su definitivo abandono se produjo en el siglo XV.

La zona arqueológica declarada tiene una extensión de 13,68 hectáreas, con un entorno de protección de 187,92 hectáreas. Entre sus elementos más relevantes destacan la muralla prerromana y el santuario íbero-romano, que por sus características puede considerarse único en la arqueología ibérica.

La línea de muralla, compuesta por dos paramentos, uno interno y otro externo, se conserva mejor en los flancos noroeste y suroeste, donde sobresalen diversas torres rectangulares. El material cerámico asociado a su construcción ha permitido datarla en torno al año 600 a.C. En cuanto al santuario, ubicado al sur del poblado, el edificio original se construyó en el siglo IV a.C., aunque lo que hoy se conserva es parte de un inmueble del siglo II a.C., compuesto de corredor, patio y cella o cámara interior.

Otro elemento destacable es el manantial, localizado en las afueras del asentamiento y posiblemente de origen ibérico. Presenta una estructura rectangular de muros, en uno de los cuales se disponían los caños para la captación de agua, realizados en piedra caliza. En la declaración de Torreparedones como Bien de Interés Cultural se incluyen las 52 piezas halladas en el yacimiento y depositadas, por motivos de seguridad y conservación, en el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba y en los de Baena y Cañete de las Torres. Se trata de elementos arquitectónicos, esculturas, exvotos y altares, en su mayor parte del periodo íbero.

Respecto a la fortaleza medieval, esta edificación del siglo XIII está protegida por la normativa sobre castillos españoles y la Ley del Patrimonio Histórico Español, si bien ahora se delimita un perímetro de 800 metros cuadrados para garantizar su mejor conservación. El castillo de Torreparedones, de planta cuadrada y con torreones en las esquinas, presenta muros de mampostería realizados con piedras labradas dispuestas en hileras. Las torres tienen cámaras abovedadas en su parte superior, mientras que el patio de armas destaca por la presencia de un aljibe también abovedado.