10 de septiembre de 2007

Valderejo - Alava

Hallan los restos de un campamento romano en el parque natural de Valderejo

Pudo servir de refugio para 480 soldados en tiempos de Julio César y Pompeyo, en el transcurso de una campaña militar

http://www.elcorreodigital.com/alava/20070909/alava/hallan-restos-campamento-romano-20070909.html

El parque natural de Valderejo lleva camino de convertirse en uno de los rincones más importantes de Álava para conocer su historia. Si el pasado 12 de julio, el equipo de arqueólogos liderado por Fernando Galilea, que dirige las prospecciones que realiza el Instituto Alavés de Arqueología en la zona, presentó el descubrimiento de varias pinturas rupestres, el investigador Antxoka Martínez del Instituto de Estudios Prerromanos y de la Antigüedad ha dado a conocer el hallazgo de un campamento militar de los tiempos de los emperadores Julio César y Pompeyo en el término de Castrillo.

La base bélica, que pudo ser usada en la guerra civil que vivió el Imperio Romano entre el 49 y el 45 antes de Cristo o en una fase posterior, se encuentra situada en Lahoz, una lengua de tierra que desciende del monte Lerón en dirección sur y se adentra en el centro del valle. Se trata de una estructura rectangular, con una zona de acampada de unos 2.600 metros cuadrados, que pudo albergar una cohorte del ejercito. «Las legiones, de entre 5.000 y 5.500 soldados, se dividían en grupos de unos 480 hombres», detalla el arqueólogo.

Las tropas romanas, que en una jornada podían llegar a desplazarse más de 25 kilómetros, acostumbraban a fortificar el área donde pernoctaban y levantar campamentos temporales en el transcurso de sus campañas militares. Estas instalaciones defensivas se usaban durante un periodo más bien corto. «De una noche a un mes, como mucho», explica Martínez.

Más campamentos

Las defensas del campamento de Castrillo se articulaban mediante un foso y un terraplén, aprovechaban a su vez el acabado de la roca. Además, los estudios realizados por el arqueólogo han detectado la presencia de una alineación de piedras sin derrumbe, «lo que indica que la protección se completaba con una empalizada».

Los soldados accedían al campamento a través de una prolongación del terraplén hacia el exterior con forma de cuarto de círculo y de poco más de metro y medio de diámetro. Estas puertas son conocidas por los expertos como clavículas externas. «Su uso se generalizó en tiempos del César y se documenta ya en el asedio de Alesia, lo que nos da una pista sobre los tiempos en los que levantaron el campamento», indica Martínez.

Según el arqueólogo, en las proximidades de Valderejo se tuvieron que instalar más campamentos de este tipo. Sin embargo, al tratarse de tierras en zonas bajas propicias para la agricultura, los restos no se han podido conservar, como sí ha ocurrido en Lahoz. El experto dará a conocer los pormenores de su investigación en el próximo congreso de arqueología militar romana, para el que de momento no hay una fecha prevista.

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