La muestra recoge una completa visión de la vida de ambas ciudades
Pompeya y Herculano, al descubierto en Madrid
http://www.madridiario.es/2007/Septiembre/madrid/madcultura/37951/exposicion-a-la-sombra-del-vesubio.html
La vida y la cultura de Pompeya y Herculano, las dos ciudades romanas sepultadas por una gran erupción del volcán Vesubio el 24 de agosto del año 79, se queda al descubierto en el Centro Cultural Conde Duque con la exposición "A la sombra del Vesubio". La muestra, organizada por el Ayuntamiento de Madrid y la Embajada de Italia con el patrocinio de la Obra Social Caja Duero, recoge una completa visión de la vida de ambas ciudades en el siglo I d.c. gracias a las excavaciones arqueológicas iniciadas en el siglo XVIII.
Según explicó durante la presentación de la exposición su comisario, Albert Rivas, estas piezas se pudieron recuperar debido a que ambas ciudades quedaron sepultadas por una capa de cenizas y fango que protegió todos los objetos, ya que si se hubieran cubierto de lava todo habría resultado quemado. El recorrido de la muestra se inicia con un espacio geográfico común: el Mediterráneo, por el cual el visitante se aproxima a las dos víctimas -Pompeya y Herculano- a través de su verdugo, el Vesubio.
Un túnel del tiempo regresa al pasado a través de unos bocetos que reproducen la forma exacta en que fueron hallados, durante las excavaciones, numerosos esqueletos de personas que intentaron huir de la playa cuando comenzó la erupción y que murieron asfixiados por los gases que emanaba el volcán. La parte más impactante de la exposición la constituyen los calcos de yeso de tres víctimas de la catástrofe -un niño, una mujer embarazada y un hombre- que las excavaciones arqueológicas permitieron reproducir gracias a una técnica novedosa de inyección de yeso líquido en los vacíos dejados por un elemento orgánico que ayudan a obtener una reproducción exacta.
En la siguiente etapa, la muestra describe algunos aspectos de la civilización y el modo de vida romano gracias a piezas cedidas por el Museo Arqueológico de Nápoles, tales como terracotas, vidrios y bronces, mármoles, cerámicas y piedras preciosas. Esta selección de obras de arte y de uso cotidiano se completan con acuarelas, aguafuertes y grabados realizados siglos después por artistas como Giacinto Gigante, óleos que ilustran la erupción del Vesubio por Pierre Jacques Volaire, o frescos como los de "Hércules y Télefo", de más de mil kilos de peso. El recorrido acaba con la recreación de un espacio doméstico típico de Pompeya o Herculano con la exhibición de materiales originales usados por sus habitantes, como piezas de mobiliario, braseros, vajillas de mesa u objetos personales, como unos dados o una caja de medicamentos.
La muestra se completa con una filmación de la última gran erupción del Vesubio, en 1945, que da una muestra de la magnitud del fenómeno. La directora general de Archivos, Museos y Bibliotecas, Belén Martínez, indicó que en esta muestra el Vesubio se convierte en "el gran protagonista, el observado", y señaló que con la misma el Centro Cultural Conde Duque inicia su transformación de contenidos.
Por su parte, el embajador de Italia en España, Pasquale Terracciano, agradeció esta exposición "que anhelaba desde que llegué a España", y deseó que la misma contribuya a aumentar los visitantes españoles en Pompeya y Herculano.
Recordó que aunque cada año Pompeya recibe 2,5 millones de visitantes esa cifra es muy inferior a la que recibe, por ejemplo, el Museo del Louvre en París, y precisó que aunque este espacio cultural es "importantísimo" por sus contenidos, "no puede producir la emoción que produce la visita a Pompeya y Herculano, dos experiencias de vida que el Vesubio congeló y después nos ha devuelto".
25 de septiembre de 2007
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