Patios junto al Tera donde hablaban latín
http://www.nortecastilla.es/prensa/20070811/zamora/patios-junto-tera-donde_20070811.html
Vecinos de toda la comarca se acercan a la villa romana de
Camarzana el primer día de apertura
Es conocida la forma de vivir de los romanos, sobre todo en la última época imperial, en la que abundaba el lujo y los excesos. Al visitar los restos de la villa romana que en marzo se descubrió en Camarzana de Tera y que ayer se abrieron por primera vez al público uno se acerca más a aquella idea. Seguramente que la antigua villa del Tera poco tiene que envidiar a alguna de las residencias construidas en Pompeya, a juzgar por la calidad de los mosaicos que engalanaban sus salas y las dimensiones de estas.
A principios de junio, la empresa Strato iniciaba la excavación en el solar destinado a la construcción de viviendas tras las primeras catas que en el mes de marzo dejaron al descubierto parte de un pasillo y del patio de la villa. Desde entonces, seis personas han llegado a trabajar de forma simultánea dirigidos por los arqueólogos Gregorio Marcos y Manuel Doval. El equipo recordaba ayer con entusiasmo los descubrimientos que han vivido desde entonces. «Quise participar en las excavaciones por mis estudios y por afición y me ha parecido una experiencia única», explicaba Antonio de la Fuente, un joven de Camarzana de Tera a quien embargaba la ilusión al recordar que «era estupendo descubrir un mosaico; cuando lo encontrabas, querías seguir descubriendo para ver lo que había a continuación».
Los participantes en la excavación no han sido los únicos en seguir de cerca los descubrimientos. «Ha estado viniendo mucha gente a la verja desde que comenzamos a excavar el 25 de junio pero como estaba todo bien vallado no han podido verlo hasta hoy», aclara Antonio de la Fuente.
Curiosidad
Porque la existencia de la villa romana no es nueva para los vecinos de la zona. Las obras de construcción de la carretera dejaron al descubierto monedas, mosaicos y otros restos que anunciaron la ocupación romana de estas tierras. Los hallazgos fueron de tal calibre que muchos se preguntaban cómo se dejaba el yacimiento en el olvido, tal como recuerda uno de los primeros asistentes a la visita guiada, Gabi Panizo.
No es de extrañar que desde las diez de la mañana, cuando comenzaba la primera jornada de puertas abiertas para visitar el yacimiento, fueran llegando ayer curiosos procedentes tanto de Camarzana de Tera como de todos los pueblos de alrededor. «Hay gente de todos los pueblos de los alrededores porque a todos nos ha llamado la atención el hallazgo y estamos deseosos de verlo», explica Gabi Panizo, otro vecino de Camarzana que ayer recogía con su cámara cada uno de los mosaicos descubiertos.
Los arqueólogos que han dirigido los trabajos han resaltado en su labor como guías la importancia de los restos encontrados, tanto por los escasos testimonios de época romana en la provincia de Zamora, como por la calidad compositiva de los mosaicos.
Gregorio Marcos, codirector de la excavación, explicaba el proceso seguido. «No se puede saber exactamente cuales eran las dimensiones de la villa pero en función del espacio ocupado por el patio y las estructuras encontradas, el conjunto del peristilo, habremos encontrado entre un tercio y un cuarto, que debe continuar hacia la carretera y la zona construida del pueblo. En la zona de atrás de las huertas puede continuar un trozo y en el lateral donde hay un solar queda un trozo, no sabemos exactamente cuanto». Pero la villa tardorromana puede ser aún más grande. «Estas dimensiones serían en el supuesto de que hubiera un solo patio, pero puede haber varios. Hay que tener en cuenta además que estamos en la 'pars urbana', zona noble, a la que hay que añadir la 'pars rustica', zona de producción, con edificios para la residencia del servicio como almacenes, caballerizas, paneras, molino, prensa de aceite, en ocasiones, así como prensas de uva, bodega, que continúa y que no sabemos hacia donde». La estructura de la parte noble de una villa romana es más o menos conocida, pero no así en las edificaciones anexas porque «no hay una norma, puesto que pueden estar delante, detrás, separadas o unidas».
El tamaño es solo una parte del testimonio de su importancia, ya que además de las dimensiones, hay que tener en cuenta que «es la primera vez que se localizan en Zamora habitaciones completas con mosaicos figurados; es más, es la única de mosaicos figurados completos y en el conjunto de Castilla y León puede haber representaciones de esa categoría en quince o veinte quintanillas, como mucho. El valor artístico de los mosaicos romanos es también otro valor a tener en cuenta en el yacimiento. «La calidad de los mosaicos es muy desigual. En los pasillos, con decoración geométrica estándar, la calidad de ejecución es muy buena. En las habitaciones de arriba los motivos centrales son excepcionalmente buenos, en cuanto a calidad constructiva como compositiva. En la parte de abajo tenemos unos mosaicos que son muy buenos en el aspecto compositivo, aunque peores en ejecución. En el triclinium tenemos tres calidades en el mismo mosaico porque el maestro hacía el detalle central y los obreros los motivos de alrededor».
Museo
Cuando hoy acaben las jornadas de puertas abiertas se cubrirá el yacimiento para evitar su deterioro. Una malla geotextil y arena impedirán que tenga daños mientras se decide su futuro. En Camarzana de Tera esperan que ese tesoro romano que durante años ha estado esperando salir a la luz pueda ser el centro de un museo para que traiga orgullo a la zona y por qué no, también dinero. Hasta entonces, quienes se han dado prisa por verlo se sienten privilegiados, puesto que a fin de cuentas son pocos los que han podido acudir en los dos días designados.
Para la mayoría de ellos con esta visita se completa un proceso muy largo. «Es un hallazgo excepcional para descubrir nuestra historia, que es muy importante para nosotros porque nos sorprendía que quedara en el olvido lo que se sabía que estaba ahí y que era importante», apuntaba Gabi Panizo.
Vecinos de toda la comarca se acercan a la villa romana de
Camarzana el primer día de aperturaEs conocida la forma de vivir de los romanos, sobre todo en la última época imperial, en la que abundaba el lujo y los excesos. Al visitar los restos de la villa romana que en marzo se descubrió en Camarzana de Tera y que ayer se abrieron por primera vez al público uno se acerca más a aquella idea. Seguramente que la antigua villa del Tera poco tiene que envidiar a alguna de las residencias construidas en Pompeya, a juzgar por la calidad de los mosaicos que engalanaban sus salas y las dimensiones de estas.
A principios de junio, la empresa Strato iniciaba la excavación en el solar destinado a la construcción de viviendas tras las primeras catas que en el mes de marzo dejaron al descubierto parte de un pasillo y del patio de la villa. Desde entonces, seis personas han llegado a trabajar de forma simultánea dirigidos por los arqueólogos Gregorio Marcos y Manuel Doval. El equipo recordaba ayer con entusiasmo los descubrimientos que han vivido desde entonces. «Quise participar en las excavaciones por mis estudios y por afición y me ha parecido una experiencia única», explicaba Antonio de la Fuente, un joven de Camarzana de Tera a quien embargaba la ilusión al recordar que «era estupendo descubrir un mosaico; cuando lo encontrabas, querías seguir descubriendo para ver lo que había a continuación».
Los participantes en la excavación no han sido los únicos en seguir de cerca los descubrimientos. «Ha estado viniendo mucha gente a la verja desde que comenzamos a excavar el 25 de junio pero como estaba todo bien vallado no han podido verlo hasta hoy», aclara Antonio de la Fuente.
Curiosidad
Porque la existencia de la villa romana no es nueva para los vecinos de la zona. Las obras de construcción de la carretera dejaron al descubierto monedas, mosaicos y otros restos que anunciaron la ocupación romana de estas tierras. Los hallazgos fueron de tal calibre que muchos se preguntaban cómo se dejaba el yacimiento en el olvido, tal como recuerda uno de los primeros asistentes a la visita guiada, Gabi Panizo.
No es de extrañar que desde las diez de la mañana, cuando comenzaba la primera jornada de puertas abiertas para visitar el yacimiento, fueran llegando ayer curiosos procedentes tanto de Camarzana de Tera como de todos los pueblos de alrededor. «Hay gente de todos los pueblos de los alrededores porque a todos nos ha llamado la atención el hallazgo y estamos deseosos de verlo», explica Gabi Panizo, otro vecino de Camarzana que ayer recogía con su cámara cada uno de los mosaicos descubiertos.
Los arqueólogos que han dirigido los trabajos han resaltado en su labor como guías la importancia de los restos encontrados, tanto por los escasos testimonios de época romana en la provincia de Zamora, como por la calidad compositiva de los mosaicos.
Gregorio Marcos, codirector de la excavación, explicaba el proceso seguido. «No se puede saber exactamente cuales eran las dimensiones de la villa pero en función del espacio ocupado por el patio y las estructuras encontradas, el conjunto del peristilo, habremos encontrado entre un tercio y un cuarto, que debe continuar hacia la carretera y la zona construida del pueblo. En la zona de atrás de las huertas puede continuar un trozo y en el lateral donde hay un solar queda un trozo, no sabemos exactamente cuanto». Pero la villa tardorromana puede ser aún más grande. «Estas dimensiones serían en el supuesto de que hubiera un solo patio, pero puede haber varios. Hay que tener en cuenta además que estamos en la 'pars urbana', zona noble, a la que hay que añadir la 'pars rustica', zona de producción, con edificios para la residencia del servicio como almacenes, caballerizas, paneras, molino, prensa de aceite, en ocasiones, así como prensas de uva, bodega, que continúa y que no sabemos hacia donde». La estructura de la parte noble de una villa romana es más o menos conocida, pero no así en las edificaciones anexas porque «no hay una norma, puesto que pueden estar delante, detrás, separadas o unidas».
El tamaño es solo una parte del testimonio de su importancia, ya que además de las dimensiones, hay que tener en cuenta que «es la primera vez que se localizan en Zamora habitaciones completas con mosaicos figurados; es más, es la única de mosaicos figurados completos y en el conjunto de Castilla y León puede haber representaciones de esa categoría en quince o veinte quintanillas, como mucho. El valor artístico de los mosaicos romanos es también otro valor a tener en cuenta en el yacimiento. «La calidad de los mosaicos es muy desigual. En los pasillos, con decoración geométrica estándar, la calidad de ejecución es muy buena. En las habitaciones de arriba los motivos centrales son excepcionalmente buenos, en cuanto a calidad constructiva como compositiva. En la parte de abajo tenemos unos mosaicos que son muy buenos en el aspecto compositivo, aunque peores en ejecución. En el triclinium tenemos tres calidades en el mismo mosaico porque el maestro hacía el detalle central y los obreros los motivos de alrededor».
Museo
Cuando hoy acaben las jornadas de puertas abiertas se cubrirá el yacimiento para evitar su deterioro. Una malla geotextil y arena impedirán que tenga daños mientras se decide su futuro. En Camarzana de Tera esperan que ese tesoro romano que durante años ha estado esperando salir a la luz pueda ser el centro de un museo para que traiga orgullo a la zona y por qué no, también dinero. Hasta entonces, quienes se han dado prisa por verlo se sienten privilegiados, puesto que a fin de cuentas son pocos los que han podido acudir en los dos días designados.
Para la mayoría de ellos con esta visita se completa un proceso muy largo. «Es un hallazgo excepcional para descubrir nuestra historia, que es muy importante para nosotros porque nos sorprendía que quedara en el olvido lo que se sabía que estaba ahí y que era importante», apuntaba Gabi Panizo.
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