10 de junio de 2007

Udra

Anclas romanas en Udra

http://www.lavozdegalicia.es/ed_pontevedra/noticia.jsp?TEXTO=5879778&CAT=112

Un misterio en el litoral de Bueu

Tres cepos de plomo de los primeros siglos de nuestra era volvieron a ver la luz del día en 1985. La campaña de estudio iniciada aquel año no se ha vuelto a retomar

?l Museo de Pontevedra conserva tres cepos de plomo de sendas anclas romanas que en 1985, el momento de su descubrimiento, eran las únicas de su clase halladas en la fachada atlántica europea. El arqueólogo Antonio de la Peña recuerda que los buceadores del grupo García Alén fueron los primeros en localizar estas tres anclas cuando realizaban una prospección en Udra, después de que un militar de la Escuela Naval les hubiese comunicado su situación.

Los tres cepos se encontraron en una zona muy rocosa, a poca distancia unos de otros y en buenas condiciones de conservación. A la hora de datarlos, los arqueólogos los situaron en un marco histórico entre los siglos I y II después de Cristo. Pasaron muchos años antes de que volviese a encontrarse otro tipo de cepos romanos en aguas atlánticas, concretamente en Portugal y en la provincia de A Coruña. Sin embargo, según De la Peña, las anclas de Udra son las más grandes y llamativas.

La abundancia de rocas en el área donde se descubrieron los cepos hizo que en 1985 fuese imposible precisar si se trataba de elementos aislados arrastrados por la corriente o si habría que barajar otras hipótesis. En el momento en que la Xunta puso fin a las excavaciones subacuáticas en Galicia, con la transferencia de las competencias arqueológicas desde el Estado, el Grupo García Alén se disponía a hacer una campaña científica destinada a inspeccionar las grietas de los bajos rocosos. Si se trataba de un naufragio ese era el lugar idóneo para que se conservasen restos. La prohibición de seguir los trabajos impidió conocer algo más. De la Peña apuntó ayer las posibilidades: «Es muy raro que se encontrasen tres anclas en un mismo punto. Podría ser un naufragio, pero las rocas lo habrían arrasado casi todo. O mejor, si se tratase de un fondeadero sería aún más importante».

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