Las obras que se están llevando a cabo en el colegio de las Angustias de Priego han sacado a la luz los restos arqueológicos de un poblado de entre los siglos I y III.
Una villa romana en pleno centro de Priego. De no contar con restos arqueológicos de este periodo histórico en el actual casco urbano, a uno de los hallazgos que pueden cambiar la concepción del Priego de los primeros siglos de nuestra era. El destierro que se viene llevando a cabo en el patio del colegio de Nuestra Señora de las Angustias, ha sacado a la luz un mosaico de teselas a modo de cuadros, que se utilizó como pavimento de lo que sería una villa romana, vivienda de tipo rural que podría estar fechada entre los siglos primero y tercero.
La sorpresa del arqueólogo municipal, Rafael Carmona, fue mayúscula cuando se apreció en una zona concreta de la parcela una serie de teselas sueltas, formando parte del sedimento del terreno, pertenecientes a un mosaico. Seguidamente, se descubrió que el pavimento estaba asociado a un muro de sillares, característico de la construcción de época romana, identificándose en otra zona restos de ladrillo utilizados en el sistema de calefacción o hipocaustum .
A partir de ahí se procedió a la paralización cautelar de las obras, comunicándose el mismo a la Delegación de Cultura, se redactó por vía de urgencia un proyecto de actuación arqueológica, y se está a la espera en estos días de proceder a su autorización, para iniciar los trabajos de excavación.
Según Carmona, los trabajos para evaluar la entidad de los restos podrían durar un mes. En función de los resultados, una siguiente fase sería saber qué se hará con los restos, ya que dependiendo de su importancia se podrían integrar, trasladarse o, como última medida, destruirse si no tienen entidad arqueológica suficiente.
Gracias al hallazgo de esta villa romana, Carmona señaló que la misma sería utilizada como residencia temporal o permanente por los propietarios del terreno, que coincide con el actual centro de la localidad, añadiendo que unos metros por encima se situaría la zona rural, que se emplearía para la agricultura, establos, almazara y una vivienda para los esclavos que trabajaban en las tierras. Asimismo, entre estos dos espacios se situaría una necrópolis de incineración, donde se documentan algunas tumbas aparecidas en las obras de canalización llevadas a cabo en Carrera de las Monjas. De igual manera, Rafael Carmona destacó el reciente hallazgo de un horno de cal junto al colegio Camacho Melendo, curiosamente restos contemporáneos a los encontrados ahora. Además, no se descarta que la cal producida en el mismo se empleara en las edificaciones que ahora se han encontrado.
Una villa romana en pleno centro de Priego. De no contar con restos arqueológicos de este periodo histórico en el actual casco urbano, a uno de los hallazgos que pueden cambiar la concepción del Priego de los primeros siglos de nuestra era. El destierro que se viene llevando a cabo en el patio del colegio de Nuestra Señora de las Angustias, ha sacado a la luz un mosaico de teselas a modo de cuadros, que se utilizó como pavimento de lo que sería una villa romana, vivienda de tipo rural que podría estar fechada entre los siglos primero y tercero.
La sorpresa del arqueólogo municipal, Rafael Carmona, fue mayúscula cuando se apreció en una zona concreta de la parcela una serie de teselas sueltas, formando parte del sedimento del terreno, pertenecientes a un mosaico. Seguidamente, se descubrió que el pavimento estaba asociado a un muro de sillares, característico de la construcción de época romana, identificándose en otra zona restos de ladrillo utilizados en el sistema de calefacción o hipocaustum .
A partir de ahí se procedió a la paralización cautelar de las obras, comunicándose el mismo a la Delegación de Cultura, se redactó por vía de urgencia un proyecto de actuación arqueológica, y se está a la espera en estos días de proceder a su autorización, para iniciar los trabajos de excavación.
Según Carmona, los trabajos para evaluar la entidad de los restos podrían durar un mes. En función de los resultados, una siguiente fase sería saber qué se hará con los restos, ya que dependiendo de su importancia se podrían integrar, trasladarse o, como última medida, destruirse si no tienen entidad arqueológica suficiente.
Gracias al hallazgo de esta villa romana, Carmona señaló que la misma sería utilizada como residencia temporal o permanente por los propietarios del terreno, que coincide con el actual centro de la localidad, añadiendo que unos metros por encima se situaría la zona rural, que se emplearía para la agricultura, establos, almazara y una vivienda para los esclavos que trabajaban en las tierras. Asimismo, entre estos dos espacios se situaría una necrópolis de incineración, donde se documentan algunas tumbas aparecidas en las obras de canalización llevadas a cabo en Carrera de las Monjas. De igual manera, Rafael Carmona destacó el reciente hallazgo de un horno de cal junto al colegio Camacho Melendo, curiosamente restos contemporáneos a los encontrados ahora. Además, no se descarta que la cal producida en el mismo se empleara en las edificaciones que ahora se han encontrado.
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