14 de junio de 2007

Lezuza - Albacete


Las autoridades dijeron que en el primer semestre de 2008 el yacimiento puede estar abierto al público

El eco de civilizaciones pasadas continúa latiendo a día de hoy. El yacimiento arqueológico de Libisosa situado en el Cerro del Castillo, a 50 kilómetros de Albacete, continúa mostrando sus tesoros que se cuentan ya en 109.649 piezas escritas en el inventario, y que el año pasado salieron nada menos que 20.371 objetos de todo tipo como ánforas, joyas, monedas o vasijas, y también importantes casas, murallas y un castillo que está siendo reformado.

Este yacimiento arqueológico del término municipal de Lezuza, situado sobre el Cerro del
Castillo es un enclave excepcional de importancia arqueológica, histórica y monumental. Su privilegiada situación hace de Libisosa un punto de confluencia de las principales calzadas romanas, desde las antiguas a las más tardías, como indican sus menciones Vasos de Vicarello, el Itinerario de Antonino y el Anónimo de Rávena. Ptolomeo la incluye entre las principales poblaciones oretanas, y se romaniza pronto, pues Libisosa tiene rango de colonia a tenor de lo que dice Plinio el Viejo de esta zona que, según él, cuenta con derecho itálico.

El equipo arqueológico de la Universidad de Alicante, dirigido por José Uroz, comenzó las excavaciones en 1996, aunque las primeras intervenciones fueron ya en 1992. «Desde entonces se han llevado a cabo bastantes campañas de verano financiadas por la Consejería de Cultura y el Servicio de Empleo de Castilla-La Mancha (Sepecam), en colaboración con la Diputación y el Ayuntamiento de Lezuza», comentó la delegada provincial de Cultura, Llanos Moreno. El resultado de estas investigaciones e intervenciones puede calificarse como «espectacular» por la existencia de grandes conjuntos monumentales asociados al perímetro intramuros de la ciudad romana.

Durante los próximos cuatro meses trabajarán en el yacimiento de Libisosa, a través de contratos del Sepecam, «parados de larga duración, mujeres y personas mayores de 45 años, que se implican en la importancia de este yacimiento», dijo Llanos Moreno. En los últimos cuatro años se ha hecho una inversión de más 611.000 euros, y en ese lugar han trabajado 115 personas en el yacimiento, y para este año la inversión ha sido de 207.475 euros y se han contratado a 25 personas que estarán trabajando, entre técnicos superiores, medios y peones.

La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Lezuza, María José Zamora, se centró en «la riqueza cultural, económica debido a los turistas que podrían venir en los próximos años a visitar este yacimiento», y volvió a referirse a una a las reivindicaciones de antaño como «es la solicitud de que este yacimiento sea nombrado parque arqueológico».

En este sentido, la delegada de Cultura, aseguró que «en la ley tenemos contemplados cinco parques arqueológicos en la región y el último que queda por terminar es el albaceteño del Tolmo de Minateda, pero la ley se puede modificar». Asimismo, comentó que «en Libisosa se está construyendo un edificio cultural que tendrá un centro de interpretación, un museo y talleres y seguramente este lugar se abrirá al público en el primer semestre del año 2008».

El objetivo prioritario de la campaña de 2006 fue, por una parte, la continuación de los trabajos de consolidación y valorar la basílica, que según dijo el director de la excavación, José Uroz, «se dedicaba a juicios y a mercado, y que estaba soportada por dos filas de nueve columnas para soportar el techo, en la que también se ha trabajado completando el rellano de la escalera entre otras actuaciones». La continuación en la consolidación de la entrada del Foro, siguiendo los dos proyectos diseñados por el arquitecto de la Diputación de Albacete, José Carlos Sainz de Baranda Brú, que fueron aprobados en la Comisión Provincial de Patrimonio de Albacete.

LA HISTORIA, PASO A PASO. Por otra parte, en lo referente a las excavaciones, se han continuado en los sectores que estaban previstos: el sector 11, en la parte sur colindante con el edificio medieval, y el sector 14, que han puesto al descubierto el decumano máximo de la ciudad y un grupo de edificios destinados a tabernas; el sector 1c (entrada del Foro), como consecuencia de los trabajos de consolidación; y el sector 18, extramuros, en la parte norte del cerro, frente a las Puertas Norte y Noroeste de la muralla romana, que ha proporcionado una gran cantidad de material, así como garantizar la continuidad del hábitat ibérico en la ladera norte del cerro. Además, se continuó junto al sector seis para estudiar el entorno de la gran casa romana descubierta en los años precedentes, que se tiene la idea de iniciar su consolidación cuando se disponga de los recursos adecuados.

Respecto a la presente temporada, José Uroz, que dijo que el yacimiento de Libisosa es conocido en toda España, explicó que se trabaja en el sector 18 que ahora se está desbrozando para actuar en una zona donde se han localizado ánforas, que según José Uroz son «muy interesantes porque proporcionan una información extraordinaria sobre el vino que se bebía en aquella época». En la calle central hay un decumano máximo de la colonia romana, en la basílica, en la consolidación de muros y «en algún sitio que la fotografía aérea señale cómo interesante».

Pendientes de la extracción de esta campaña quedaron, formando dos hileras, un total de al menos 16 ánforas, que aparecieron los últimos días de la campaña 2006, de las cuales dos son importaciones romanas y el resto pertenecen al tipo ibérico de ánfora.

En la campaña de este año, este sector será uno de los prioritarios, debido a la importancia y trascendencia de este edificio para el conocimiento de la fase ibérica del yacimiento, y del «que hasta el momento hemos podido estudiar una superficie de 12 por 10 metros. Falta por hallar los muros perimetrales oeste y parte del meridional, y, por otra parte, en más de la mitad de este espacio todavía no se ha llegado a niveles pavimentales, conservándose los muros en una altura que oscila entre 1’60 metros y 1’70 metros».

Además, José Uroz resaltó que «se ha trabajado en el barrio medieval» y como novedad anunció que «se ha descubierto una calle de 25 metros de longitud por 3,5 ancho, porticada y con soportes para la techumbre», y el equipo arqueológico «ha consolidado estructuras y han descubierto un muro perimetral anterior a la época medieval que ha permitido localizar un canal de desagüe de una casa fabricado con tejas».

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