Villajoiosa - Alicante

La «Atlántida» vilera

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La Vila Joiosa creará un parque arqueológico al aire libre para mostrar parte de la ciudad romana de Alonis, localizada en pleno centro tras 500 años de búsqueda

Los quinientos metros cuadrados de un yacimiento arqueológico han servido para poner fin a 500 años de búsqueda . La ciudad perdida del imperio romano , Alonis, ha aparecido en el mismo centro de La Vila Joiosa, donde ha permanecido escondida en el subsuelo desde hace más de 1.500 años. Siete siglos de la historia de uno de los enclaves romanos más importantes de la provincia salen ahora a la luz casi fortuitamente, al catar el terreno donde se iba a construir un hotel , constituyendo uno de los hallazgos más importantes de las últimas décadas en España.

C on la misma sensación de haber encontrado la Atlántida y estar andando sobre un tesoro escondido y ansiadamente buscado, los dos arqueólogos artífices del descubrimiento de la antigua ciudad romana de Allon - nombre ibero - o Alonis - nombre romano - , en La Vila, recreaban ayer la vida de hace 20 siglos, paseando por el yacimiento, junto a periodistas, fotógrafos, cámaras y los privilegiados que desde ayer pudieron visitar las termas encontradas, que confirman que Alonis está en el subsuelo del mismo centro de La Vila.

Se trata del hallazgo más importante de las últimas décadas en España y La Vila creará un parque arqueológico al aire libre para mostrarlo. Hace ya más de 500 años que arqueólogos y apasionados buscaban los restos de esta ciudad que han aparecido ahora como por casualidad. Diego Ruiz y Amanda Marcos son los directores de la excavación que se inició de forma rutinaria hace poco más de un año porque se iba a construir un hotel en el solar y, como siempre, los servicios arqueológicos municipales han de sondear antes el terreno. Cuando picos, máquinas y pinceles se encontraban en pleno trabajo, aparecieron una balsa y un muro monumental, de metro y medio de ancho, que obligaron a dedicar más esfuerzos a la excavación.

Seis meses más tarde, el pasado mes de noviembre, los arqueólogos se dieron cuenta de cómo bullía el pasado ante sus ojos ya que efectivamente habían descubierto Alonis y estaban recuperando unas termas públicas del siglo I d. C., que lo corroboraban. Mientras Diego y Amanda lo recuerdan se les eriza la piel de emoción, ya que han estado más de 10 años soñando con este momento, aunque ahora el trabajo no ha hecho más que comenzar.

Las termas se van a musealizar y podrán ser visitadas por el público in situ en un plazo aproximado de dos años, lo que tardarán los equipos en reconstruir y recrecer muros, ambientar y señalizar la excavación, de unos 500 metros cuadrados, para que el público pueda abstraerse hasta las costumbres romanas de hace 2.000 años y percibir el palpitar del antiguo pueblo.

Entonces, un magistrado o alcalde regiría la ciudad de Alonis, de la que aún no se conocen sus dimensiones y población exacta. Los aristócratas o la clase alta serían los usuarios de estas termas, y andarían sobre suelos impermeables con sus zuecos de madera para evitar quemarse los pies con el calor del «caldarium». Los esclavos trabajarían a destajo quemando leña en el horno, que repartiría el calor, a través de una cámara bajo el suelo, por todas las estancias. Hombres y mujeres acudirían a estas termas para bañarse en sus balsas de agua caliente y fría, pero principalmente para reunirse, al ser el centro social de la época. El mercado estaría muy próximo y la calzada romana, que casi coincide con la actual calle Canalejas, bajaría desde las termas hasta el foro romano, que se ubicaría en la actual plaza de la Generalitat, según la hipótesis de los arqueólogos, en lo que sería el núcleo institucional de Alonis.

Después de aparecer varias calzadas que situaban a La Vila en un cruce de autovías romanas, tras encontrar un campamento de soldados republicanos que sería el origen de Alonis como ciudad del imperio, con la fe puesta en las inscripciones que hablan de la antigua ciudad - en pie desde el siglo I a.C. hasta el V d.C. - y ahora con el hallazgo de las termas, se compone por fin el puzzle que sitúa a la ciudad perdida justo bajo los pies de la actual, donde había estado escondida durante más de 1.500 años.