Tras la reunión anual del órgano rector del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, el consejero de Cultura y presidente del Consejo Rector de la entidad, Francisco Muñoz, ha anunciado que el presupuesto de este año supera los 5,1 millones de euros.
Durante su intervención, en la que ha estado acompañado por el director científico del Consorcio, Pedro Mateos, el dirigente ha dado a conocer el programa de actuaciones para el 2007, al mismo tiempo que ha ofrecido algunos datos que demuestran que el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida "es una empresa muy importante que ha merecido la pena" poner en marcha.
En este sentido, Muñoz ha recalcado que en 1995, año en el que se creó la institución, había 28 personas trabajando en el Consorcio, cuando la plantilla actual es de 165 trabajadores, y además, en lo que respecta al presupuesto, el consejero ha indicado que hace doce años la cifra era de poco más de 200 millones de pesetas, frente a los más de 5 millones de euros que hay en la actualidad.
De cara a 2007, el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida contará con un presupuesto de 5.185.107 euros, una cifra que comparada con la del año anterior experimenta un incremento importante de más de un 25 por ciento, y en los que la aportación de la Junta de Extremadura y del Ministerio de Cultura se ha incrementado en un 10 y 11 por ciento, respectivamente.
Con esta cantidad, según Muñoz, se seguirá trabajando en el proyecto de adecuación e inserción urbanística del Templo de Diana y en las investigaciones del Teatro y Anfiteatro romanos, las obras cumbres del Consorcio en estos momentos.
Principales hitos.
Por su parte, Pedro Mateos ha informado sobre los trabajos que el Consorcio realizará este año, entre los que ha destacado el proyecto de adecuación e inserción urbanística del Templo de Diana y su entorno, así como la continuación del proyecto de investigación del Teatro y Anfiteatro romanos, sendos espacios en los que las excavaciones comenzarán en octubre y septiembre, respectivamente.
Con respecto al proyecto del Templo de Diana, el director científico ha explicado que la primera fase, concluida en 2006, se centró en la redacción del proyecto, mientras que este año se adquirirá la única casa pendiente en el solar donde se desarrollará el mismo, y a continuación se excavará este punto como la calle que divide la plaza de Santa Catalina y la zona del monumento.
En este sentido, concluidas las excavaciones, según prevé Mateos en 2007, se empezará a desarrollar el proyecto, cuya primera fase incluye el edificio que constituirá un espacio comercial, cultural, social "que queremos que delimite esa plaza donde el templo se convertirá en un centro de interpretación del foro".
La realización del Proyecto Mecenas, que este año ha recaído en la adecuación de la Basílica de Casa Herrera, la inauguración del Alcazarejo -entrada original del la Alcazaba árabe-, la adecuación a la visita del pozo aparecido en el Peristilo, así como del conjunto pictórico de la calle Parejo, serán otras de las actuaciones del Consorcio.
En cuanto a investigación, Mateos ha hecho referencia a los III Cursos Internacionales de Patrimonio y la edición de la publicación número diez de la revista "Memoria", así como de un número extraordinario dedicado a los espacios termales existentes en la ciudad y, en difusión, la señalización del recorrido interior de los recintos monumentales.
Asimismo, el director científico del Consorcio ha mencionado el acuerdo existente con la Fundación Telefónica para hacer la recreación virtual de la Mérida romana, cuyo presupuesto asciende a 180.000 euros en total, y que en esta anualidad los trabajos se centrarán en la recreación del Teatro, el Anfiteatro y el Circo romanos, que serán reconstruidos en tres dimensiones.
Finalmente, Mateos ha adelantado que el próximo mes de junio empezará a funcionar el proyecto del SIG, y que se seguirá impartiendo el Plan de Formación Interna y Externa para todos los trabajadores del Consorcio, y otros colectivos, respectivamente, así como un Plan Seminario, todos ellos en el Aula de Formación de la entidad.
Abren a la visita el primer pozo de nieve romano identificado en Hispania
Su adecuación ha sido uno de los proyectos abordados por el Consorcio durante el 2006 El conjunto fue usado como refugio antiaéreo en la Guerra Civil
Mérida cuenta desde ayer con un nuevo recinto arqueológico visitable, los restos de un conjunto industrial de época romana dedicado al almacenamiento de nieve y hielo, el primero que se documenta en Hispania y casi en el Imperio, según confirma el arqueólogo Miguel Alba, uno de los últimos investigadores que han trabajado en la excavación del recinto.
Su adecuación a la visita es uno de los proyectos importantes abordados por el Consorcio de la Ciudad Monumental durante el 2006, financiado con la ayuda del Ministerio de Cultura, que aportó 90.000 euros. Su inauguración ayer dio mayor relevancia a la celebración del Consejo Rector del Consorcio, que se reúne una vez al año.
El conjunto de los restos del complejo industrial para el comercio de nieve es tan singular que ha recibido múltiples interpretaciones desde que fue excavado por primer vez en el año 1920 por José Ramón Mélida.
Algunos investigadores, por ejemplo, han interpretado que la zona subterránea, donde se almacenaba la nieve, era un baptisterio paleocristiano, aunque la interpretación más aceptada era que se trataba de unas termas.
Lo cierto es que el conjunto fue primero un pozo de nieve, pero, debido los usos terapéuticos y sanitarios que los tratados médicos romanos otorgaban a las aguas heladas, parte del edificio fue también utilizado como termas desde los siglos I al V, explica Miguel Alba. Las pinturas que se conservan en un pasillo subterráneo podrían pertenecer a esa zona terapéutica.
Por las ánforas y restos de pescado encontrados en el solar también se cree que el complejo pudo ser utilizado como punto de almacenamiento de alimentos frescos y perecederos, como las ostras, a las que los romanos eran muy aficionados, tal como evidencian numerosas excavaciones.
Lo más curioso para el visitante es la zona subterránea del conjunto, donde las cavernas excavadas en la roca en época romana se conservan casi intactas.
Leyendas urbanas
Esta zona fue utilizada como refugio antiaéreo durante la Guerra Civil, como recuerda una de las vecinas de la zona que ayer quiso volver a visitar las ruinas que ella recorría de pequeña con una vela, y sobre las que existían numerosas leyendas, como que sus galerías conectaban directamente con el Teatro Romano, o que un preso de la cárcel situada en las cercanías logró escapar utilizando los pasadizos subterráneos saliendo a la superficie por este lugar.
Su ubicación estratégica en el entorno monumental pretende ser utilizado por el Consorcio para dirigir a los visitantes a otros yacimientos y recintos cercanos.
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