La zona no sólo es importante desde el punto de vista arqueológico sino también ambiental
Patrimonio ordena realizar otra excavación más detallada en una parte del solar
La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural ha decidido ampliar las pesquisas arqueológicas en el solar conocido como Rosalía de Castro II, el tramo final de esta calle que deberá abrirla a la calle García Barbón a la altura de La Metalúrgica. Tras recibir el informe técnico de los sondeos realizados en una primera fase, el organismo autonómico ve indicios de que el subsuelo de este solar puede esconder información importante sobre nuestro pasado.
En las prospecciones iniciales aparecieron varias tumbas de época romana y restos de muros en las zonas que ahora se quiere ampliar su estudio. En el resto del solar no apareció nada más que cerámica dentro de un contexto natural de marisma y playa. Aunque no es de época tan temprana, también aparecieron restos de una edificación del siglo XIX.
Zona central
Ahora, los promotores de esta urbanización deberán contratar los servicios de un equipo de arqueología para realizar una intervención en la zona central del solar. Esta nueva fase arqueológica retrasará nuevamente las obras de construcción de nuevas viviendas, así como el enlace de la calle Rosalía de Castro con García Barbón.
La importancia de este solar va mucho más allá que la de un simple yacimiento de época romana. En este punto, hace dos mil a?os se abría una zona de marisma y playa que puede ahora aportar mucha información sobre el cambio climático en nuestra zona. De hecho, la Universidade de Vigo colabora con Patrimonio en este lugar. Un equipo que desarrolla un trabajo sobre el cambio climático mantuvo contactos con los arqueólogos para aprovechar toda la información que afloró en esta antigua marisma.
Por otro lado, las referencias materiales localizadas nos sitúan en un marco cronológico en torno a los siglos III-IV, enlazando así con los yacimientos coetaneos de la calle Pontevedra, el Centro de Salud de Rosalía de Castro o calle Areal. Los estudiosos de este lugar consideran la zona como un importante fondeadero de época romana, que puede considerarse como el primer puerto de Vigo, aunque de momento no se hayan encontrado estructuras portuarias. Hasta finales del siglo XIX, el Areal era empleado como una zona de fondeo muy abrigada de los vientos del suroeste y de las corrientes procedentes de las bocas de la ría.
Casa Mar
Pero, no sólo la actividad arqueológica de Vigo se centra en Rosalía de Castro II. Cuando concluya la demolición del edificio de Casa Mar, los responsables del proyecto deberán realizar los correspondientes sondeos arqueológicos para determinar si es una zona potencialmente estudiable.
Los expertos afirman que es un zona de playa, que limita con una necrópolis romana, situada tras la gasolinera de Beiramar, y con los restos de unos muros, que bien podrían ser los restos de una villa situada en la esquina de Jacinto Benavente, Juan Ramón Jiménez y Marqués de Valterra. Los expertos destacan la proximidad con estos restos pero también el hecho de que el solar se encuentre sobre una playa. Esta misma circunstancia se repite en el Areal, donde desde hace a?os no cesan de aflorar restos de una época situada entre los siglos I y IV.
Hasta finales de la década de los a?os cincuenta, toda la amplia zona de Beiramar era una enorme playa que se extendía hasta los numerosos astilleros de Coia y terminaba en Bouzas.
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