http://www.elcorreodigital.com/alava/pg060306/prensa/noticias/Cultura_VIZ/200603/06/VIZ-CUL-000.html
El monumento segoviano, que ha sido testigo de 2000 a?os de historia, se encuentra en la lista de los 100 monumentos mundiales en peligro de desaparición
El acueducto de Segovia es un longevo anciano que, a pesar de tener todavía mucha vida por delante, padece varias enfermedades crónicas. Es el precio que tiene que pagar por pasar 2000 a?os a la intemperie, sufriendo el calor aplastante del verano, las heladas y nevadas del invierno, la polución de la vida moderna, la visita de aves que anidan entre sus rocas, el desgaste que provoca la humedad, y así se podrían enumerar incontables causas. Aunque nadie puede poner en duda su fortaleza. Sus 166 arcos de piedra granítica constituidos por sillares y unidos sin ningún tipo de argamasa siguen en pie. Piedra sobre piedra. Sin duda la obra es un ingenioso equilibrio de fuerzas que, a pesar de su entereza, se deteriora poco a poco.
El problema es que los romanos, allá por el siglo I, lo construyeron de un granito que no es de mucha dureza y, por eso, se va arenizando. Tal es la preocupación por este gigante que custodia el casco histórico de Segovia, que el acueducto es una de las cien obras arquitectónicas del mundo en peligro de desaparición. Este es un listado publicado por el Foro para los Monumentos del Mundo, ubicado en Nueva York, que advierte del grado de degradación al que está sometida la construcción. La inclusión en esta lista es una llamada de atención. Y también un escaparate para recabar apoyo económico.
Con este objetivo la concejalía de Patrimonio Histórico de Segovia presentó la candidatura al 'World Monuments Fond'. «Somos una organización sin ánimo de lucro que busca financiación para conservar el patrimonio del mundo», explica Pablo Longoria, representante en Espa?a de esta entidad. «El acueducto ahora está bien. El peligro existe a largo plazo. Pero creímos que la importancia del monumento merece que se haga un esfuerzo en su conservación», se?ala el experto.
En los mismos términos se explica la concejala de Patrimonio de Segovia,Concepción Domínguez. Asegura que al acueducto no le acecha ningún tipo de peligro inminente. «?Sería el colmo que una ciudad como la nuestra tuviera su monumento principal en ese estado!», asegura. La edil revela que la inclusión en el listado supone un reconocimiento a la labor preventiva que la canalización necesita. «La construcción no se va a caer de un momento a otro ni mucho menos. Pero reclama arreglos, atención y revisiones periódicas». «Lo extra?o es que hasta ahora no hubiera ninguna atención preventiva», se duele.
Se?a de identidad
El acueducto y el centro histórico de Segovia fueron declarados en 1985 patrimonio mundial por la Unesco y son muchos los visitantes que acuden cada a?o a admirarlos.
El acueducto es una obra hidráulica de ingeniería civil romana, construido probablemente durante el reinado de Trajano (98-117), aunque este dato se desconoce con exactitud. La longitud total del canal es de 13 kilómetros, desde el punto donde toma el agua, en el Rio Frío, en el término municipal de Revenga, hasta la ciudad de Segovia. Allí asoma el tramo construido al descubierto, que mide alrededor de 900 metros, aunque la longitud de fábrica de granito es de 813 metros. El resto es un tramo de canal elevado sobre mampostería. En esos 813 metros se contabilizan 128 arcos. En su parte más elevada, la edificación alcanza los 28,5 metros de alto. Su uso como conductor de agua que abastecía a la ciudad se prolongó hasta mediados del siglo XX. Pero el canal se mantuvo con agua hasta 1972.
A lo largo de su historia ha sufrido muchos retoques «con mayor o menor fortuna, aunque ninguno ha sido catastrófico», cuenta Carlos Sanz, restaurador encargado de supervisar las actuaciones sobre el acueducto. El monumento se ha sometido a dos grandes restauraciones, en 1973 y 1992, respectivamente. En la última se sellaron fisuras en 4.875 sillares graníticos, se efectuaron 'microcosidos' en otros 1.200 sillares y se unieron con bulones de fibra de vidrio otros 200 más que estaban partidos. La limpieza exterior afectó a un frente de unos 10.000 metros cuadrados. Este trabajo absorbió una inversión de seis millones de euros, pero han sido insuficientes. Queda el mayor reto: encontrar un tratamiento que evite la degradación de la piedra. Y ponerlo en práctica cuanto antes.
Las reparaciones futuras irán acompa?adas de una serie de medidas encaminadas a 'mimar' en mayor medida la joya más preciada de Segovia y la que más fama le ha dado. Por ejemplo, aunque el tráfico rodado bajo el acueducto se suspendió en 1992, «los coches todavía circulan cerca», recuerda el restaurador que vela por su bienestar. Asimismo, se procurará alejar también la celebración de grandes eventos como conciertos que, con sus vibraciones, perturben los cimientos del acueducto.
El problema es que los romanos, allá por el siglo I, lo construyeron de un granito que no es de mucha dureza y, por eso, se va arenizando. Tal es la preocupación por este gigante que custodia el casco histórico de Segovia, que el acueducto es una de las cien obras arquitectónicas del mundo en peligro de desaparición. Este es un listado publicado por el Foro para los Monumentos del Mundo, ubicado en Nueva York, que advierte del grado de degradación al que está sometida la construcción. La inclusión en esta lista es una llamada de atención. Y también un escaparate para recabar apoyo económico.
Con este objetivo la concejalía de Patrimonio Histórico de Segovia presentó la candidatura al 'World Monuments Fond'. «Somos una organización sin ánimo de lucro que busca financiación para conservar el patrimonio del mundo», explica Pablo Longoria, representante en Espa?a de esta entidad. «El acueducto ahora está bien. El peligro existe a largo plazo. Pero creímos que la importancia del monumento merece que se haga un esfuerzo en su conservación», se?ala el experto.
En los mismos términos se explica la concejala de Patrimonio de Segovia,Concepción Domínguez. Asegura que al acueducto no le acecha ningún tipo de peligro inminente. «?Sería el colmo que una ciudad como la nuestra tuviera su monumento principal en ese estado!», asegura. La edil revela que la inclusión en el listado supone un reconocimiento a la labor preventiva que la canalización necesita. «La construcción no se va a caer de un momento a otro ni mucho menos. Pero reclama arreglos, atención y revisiones periódicas». «Lo extra?o es que hasta ahora no hubiera ninguna atención preventiva», se duele.
Se?a de identidad
El acueducto y el centro histórico de Segovia fueron declarados en 1985 patrimonio mundial por la Unesco y son muchos los visitantes que acuden cada a?o a admirarlos.
El acueducto es una obra hidráulica de ingeniería civil romana, construido probablemente durante el reinado de Trajano (98-117), aunque este dato se desconoce con exactitud. La longitud total del canal es de 13 kilómetros, desde el punto donde toma el agua, en el Rio Frío, en el término municipal de Revenga, hasta la ciudad de Segovia. Allí asoma el tramo construido al descubierto, que mide alrededor de 900 metros, aunque la longitud de fábrica de granito es de 813 metros. El resto es un tramo de canal elevado sobre mampostería. En esos 813 metros se contabilizan 128 arcos. En su parte más elevada, la edificación alcanza los 28,5 metros de alto. Su uso como conductor de agua que abastecía a la ciudad se prolongó hasta mediados del siglo XX. Pero el canal se mantuvo con agua hasta 1972.
A lo largo de su historia ha sufrido muchos retoques «con mayor o menor fortuna, aunque ninguno ha sido catastrófico», cuenta Carlos Sanz, restaurador encargado de supervisar las actuaciones sobre el acueducto. El monumento se ha sometido a dos grandes restauraciones, en 1973 y 1992, respectivamente. En la última se sellaron fisuras en 4.875 sillares graníticos, se efectuaron 'microcosidos' en otros 1.200 sillares y se unieron con bulones de fibra de vidrio otros 200 más que estaban partidos. La limpieza exterior afectó a un frente de unos 10.000 metros cuadrados. Este trabajo absorbió una inversión de seis millones de euros, pero han sido insuficientes. Queda el mayor reto: encontrar un tratamiento que evite la degradación de la piedra. Y ponerlo en práctica cuanto antes.
Las reparaciones futuras irán acompa?adas de una serie de medidas encaminadas a 'mimar' en mayor medida la joya más preciada de Segovia y la que más fama le ha dado. Por ejemplo, aunque el tráfico rodado bajo el acueducto se suspendió en 1992, «los coches todavía circulan cerca», recuerda el restaurador que vela por su bienestar. Asimismo, se procurará alejar también la celebración de grandes eventos como conciertos que, con sus vibraciones, perturben los cimientos del acueducto.
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