22 de marzo de 2006

Leon

Una tesis documenta en León el primer taller de bronce de Hispania
 
 
El yacimiento descubre vestigios de protectores corporales propios de la frontera británica y del Danubio
Los restos muestran que la inestabilidad política provocó un cambio de mandos en la tercera centuria
 
El arqueólogo malague?o Joaquín Aurrecoechea es el artífice de una tesis -dirigida por el profesor Ángel Morillo y en la que ha colaborado Fernando Mu?oz Villarejo- que documenta por primera vez un taller militar romano del siglo III especializado en armaduras desmanteladas y localizado intramuros de la Legio VII. Se trata de un taller de bronce descubierto en la zona de las fabricae del campamento romano (alrededor de la actual plaza del Conde) donde se descubrieron un gran número de piezas relacionadas con la impedimenta de las tropas, lo que demuestra la vitalidad del campamento en unas fechas tan avanzadas como el periodo que discurrió en el tránsito entre la tercera y la cuarta centuria.

Aurrecoechea destaca que los hallazgos fueron excepcionales por cuanto que se descubrió que hubo un momento de inestabilidad a finales del siglo III que se saldó con la llegada de mandos nuevos al campamento. Este descubrimiento se debe al hallazgo de restos de armadura que se tiraron extramuros después de desmantelar el taller. «Es imposible que hubiera ocurrido si hubiera seguido la misma jerarquía militar por cuanto que los romanos lo reciclaban todo -más en este caso siendo el bronce un material muy valioso- y no se dejaba nada para el enemigo», manifiesta el historiador.

Así, destaca el hecho de que en esa época llegaron nuevos soldados de áreas en conflicto con sus oficiales, que debieron ordenar una rápida remodelación de la base para mejorar sus defensas. De esta manera, cabe destacar el hecho de que, si bien durante la segunda centuria no hubo en el fuerte leonés conexiones con el resto de fronteras, los vestigios datados del siglo III y hallados en esta excavación muestran fuertes paralelismos con los fuertes de los límites británicos, del Rin y el Danubio. Este cambio puede estar unido a la necesidad de controlar de modo más férreo el territorio en un momento político incierto, como el Imperio galo. Resulta de especial importancia además el descubrimiento de una fíbula única por cuanto que resulta exactamente igual a las descubiertas en Bafia.

Talleres descubiertos

En León se han descubierto hasta el momento cuatro talleres, dos de ellos pertenecientes a la Legio VI Victrix, y otros dos a la Legio VII. En los dos primeros casos, los talleres se insertan en los últimos decenios de vida del campamento correspondiente al periodo claudio-neroriano. Se trata de fábricas complementarias, por cuanto que en ellas se aseguraba la reparación y fabricación de armas de hierro, así como la confección de enseres en cobre y bronce. La ferrería estaba en la calle Plegarias, extramuros del campamento -debido al peligro de incendios-, justo a la salida de la vía praetoria. La relacionada con el trabajo del bronce estaba ubicada en el interior, en el área próxima a la vía sagularis. En el caso de las factorías de la Legio VII gemina, las excavaciones se han descubierto en la plaza del Conde y son dos. La primera de ellas se instala sobre una zona remodelada destruyéndose parcialmente el terraplén defensivo de la fortificación, con el fin de convertirse en un área industrial. En ella se construye una habitación con suelo de opus signinum y varios hornos. Algo más adelante, en el último cuarto del siglo III vuelve a replantearse la configuración y uso de las instalaciones, desmantelándose los hornos para reconstruir nuevamente el terraplén y erigir un cuerpo interior que se adosa a la torre del recinto amurallado de la Legio VII. Es aquí donde estaba el taller de fundición donde se realizaban los protectores corporales de la infantería romana que se conocen con el nombre de lorica segmentata .

Además, y hace escasamente un mes, el arqueólogo Fernando Mu?oz Villarejo descubrió en la misma zona una manufactura del siglo I cuyo uso se desconoce debido a la ausencia de restos que puedan orientar acerca del producto que se fraguaba en sus hornos, que sí han sido documentados. El taller -bajo el cual se descubrieron restos de la Legio VI- se encuentra junto a la porta praetoria y al sur del campamento. Según los arqueólogos, esta ubicación tiene como objetivo evitar que los vientos del norte desplazaran los humos al interior del campamento.

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