Valencia

La temperatura del estanque de la Almoina no podrá bajar de 14 grados

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La obra afecta a los restos del alcázar islámico

El «estanque de fondo transparente» de la nueva plaza de la Almoina requiere de un sistema de depuración que mantenga el agua en movimiento constante y evite que su temperatura baje de 14 ?C.



H. García, Valencia

El estanque con fondo de cristal transparente que se está construyendo en la nueva plaza de la Almoina que cubrirá las ruinas del foro romano requiere la instalación de un «sistema de depuración y recirculación» del agua que mantenga la temperatura del agua por encima de los 14 grados. De lo contrario, la humedad del nivel subterráneo, donde están los restos arqueológicos, se condensaría en el cristal e impediría su visión desde el exterior. Según el proyecto de ejecución de la obra, que ejecutan Aumsa y Rover-Alcisa, «habrá que corregir la temperatura superficial de la zona de vidrios para elevarla por encima del punto de rocío, para ello deberá mantenerse el agua, permanentemente por encima de los 14 grados, calentándola durante su proceso de depuración».

La lámina de agua de 10 centímetros que cubrirá el lucernario de la plaza y cuyo cometido es doble -evitar que el público pise y deteriore el pavimento acristalado y mantener la temperatura en el nivel inferior- deberá estar en continuo movimiento. El agua estancada y el calor acabarían generando una capa de suciedad que impediría ver las ruinas.

Los arquitectos responsables del proyecto, José Miguel Rueda y José María Herrera, escogieron en 2002 la solución técnica del estanque con fondo transparente -cuyas planchas de cristal tendrán un grosor de 28 milímetros- como la más idónea para la puesta en valor de las ruinas. El museo subterráneo contará con un sistema de climatización que mantendrá una temperatura de 22,5 grados.

La concejal de EU, Victoria González, se preguntó ayer «cuánto costará el mantenimiento del estanque y qué departamento lo asumirá», al tiempo que advirtió que la lámina de agua será un «foco de humedad para el conjunto arqueológico más valioso de la ciudad». La Concejalía de Fuentes Ornamentales, que lleva el mantenimiento de las 148 fuentes de la ciudad, no ha recibido el encargo.

Por otro lado, algunos de los restos arqueológicos interfieren en la adecuación del museo. Según el proyecto, «la comunicación de la sala de la noria árabe y el pozo romano con el resto del yacimiento es imposible sin demoler parte de los restos del alcázar». El proyecto ya se modificó este verano por la aparición -en la zona donde iban los aseos del edificio de acceso- de los muros de una piscina de época romana.