Urbanismo prevé liquidar en una semana los trabajos arqueológicos en La Victoria
A. R. V. / F. J. P. CÓRDOBA
La ansiedad se ha instalado en la Gerencia de Urbanismo, que quiere pasar página cuanto antes a la polémica generada por la aparición de restos de una calzada romana en las obras del parking de La Victoria. Según fuentes del organismo municipal, éste se ha marcado una semana de plazo para liquidar las prospecciones arqueológicas y elevar un informe a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Con todos los estudios técnicos concluidos, la Comisión Provincial de Patrimonio determinará el valor de los vestigios hallados y sus efectos sobre el proyecto que ejecuta en estos momentos la empresa malagueńa Sando sobre la acera este del Paseo, entre la Puerta Gallegos y Lope de Hoces. Acerca del informe, Ocańa avanzó que propondrá una solución para no impedir la ejecución de la obra y mantener el hallazgo.
Entre tanto, las excavaciones que se llevan a cabo en la zona están topándose con otros restos menores de canalizaciones. Todo depende, finalmente, de la voluntad política o técnica de la Delegación de Cultura, que debe determinar si el yacimiento tiene que preservarse.
Ayuntamiento y Junta mantienen ritmos diferentes. Pocos días después de aparecer las primeras losetas, el delegado de Urbanismo, Andrés Ocańa, planteó la posibilidad de retirarlas e integrarlas en la obra. La delegada de Cultura, Mercedes Mudarra, salió al paso rápidamente para parar los pies al Consistorio. «No se puede seguir profundizando hasta que no se evalúe», le advirtió. Cultura quiere tomarse su tiempo para analizar todos los extremos. En este sentido, negó que vaya a producirse un pronunciamiento puntual sobre la calzada, a la espera de que puedan surgir nuevos vestigios, posibilidad que ya apuntaba un informe municipal de 1994.
Sin realizar catas previas, las máquinas de Sando empezaron a trabajar el pasado 11 de enero en la excavación, que alcanzará los once metros de profundidad. Vecinos de los bloques colindantes cuestionaron la seguridad para sus edificios de estos movimientos de tierra.
Entre tanto, las excavaciones que se llevan a cabo en la zona están topándose con otros restos menores de canalizaciones. Todo depende, finalmente, de la voluntad política o técnica de la Delegación de Cultura, que debe determinar si el yacimiento tiene que preservarse.
Ayuntamiento y Junta mantienen ritmos diferentes. Pocos días después de aparecer las primeras losetas, el delegado de Urbanismo, Andrés Ocańa, planteó la posibilidad de retirarlas e integrarlas en la obra. La delegada de Cultura, Mercedes Mudarra, salió al paso rápidamente para parar los pies al Consistorio. «No se puede seguir profundizando hasta que no se evalúe», le advirtió. Cultura quiere tomarse su tiempo para analizar todos los extremos. En este sentido, negó que vaya a producirse un pronunciamiento puntual sobre la calzada, a la espera de que puedan surgir nuevos vestigios, posibilidad que ya apuntaba un informe municipal de 1994.
Sin realizar catas previas, las máquinas de Sando empezaron a trabajar el pasado 11 de enero en la excavación, que alcanzará los once metros de profundidad. Vecinos de los bloques colindantes cuestionaron la seguridad para sus edificios de estos movimientos de tierra.
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