Monreal de Ariza El programa europeo Leader-Plus invertirá 110.000 euros en el yacimiento celtíbero de Arcóbriga, en el término de Monreal de Ariza, para poner en valor los restos que atesora y hacerlos visitables mediante la seńalización interior del mismo y la creación de rutas sin dańar los restos. Este enclave fue primero ciudad celtíbera y luego romana. EFE
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En el término de Monreal de Ariza se localiza una serie de importantes yacimientos del mundo celtibérico y romano, destacando varias necrópolis, y el conocido yacimiento romano de Arcóbriga ?Ruinas Romanas?, el cual ha sido citado por Plinio, Ptolomeo, el itinerario de Antonino el Anónimo de Rávena, etc..
Este yacimiento se encuentra situado en la margen derecha del río Jalón a unos 2 kilómetros al oeste de Monreal de Ariza, en el Cerro Villar. Fue declarado monumento Histórico-Artístico por Decreto el 4 de junio de 1931. No obstante, de acuerdo con lo dispuesto en el apartado 3 de la Disposición Transitoria Primera de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés, Por Orden del Departamento de Cultura y Turismo, de fecha 4 de abril de 2002, se modificó la categoría del citado yacimiento, pasando a tener la consideración de Conjunto de Interés Cultural (zona arqueológica). Por todo ello el 5 de noviembre de 2002 se realiza una resolución por parte de la Dirección General de Patrimonio Cultural, para la delimitación del yacimiento arqueológico denominado ?Ruinas Romanas? (Arcóbriga).
En la época imperial romana era etapa oficial en la vía de Zaragoza a Complutum (Alcalá de Henares), a medio camino dentro Aquae Bilbilitanorum (Calatayud) y Segontia (Sigüenza). Ésta era una de la vías procedentes del centro de la Meseta y Mérida que llegan a través del valle del Jalón, pasando por Arcóbriga, Aquae Bilbilitanorum (Alhama de Aragón), Bilbilis (Calatayud) y Nertóbriga (Calatorao).
El nombre de Arcóbriga es de voz céltica, cuyo nombre atestigua un antiguo culto al oso entre las poblaciones celtas, tal y como nos indica la tesera encontrada en este yacimiento. Las teseras constituyen pruebas de un primitivo derecho internacional, ya que se aprueba el hospedaje, la acogida, la protección, el patronato o el nombramiento de ciudadanía o verdaderamente esconde algún acuerdo de alcance más amplio.
Además el río Jalón es una vía natural de comunicaciones muy importante ya que unen la costa nordeste de Espańa con la Meseta Castellana, lo que permite a esta zona estar abierta a todo tipo de cambios y culturas; aunque los celtíberos mantuvieron vivo su sentir religioso céltico original. Como demuestra el hallazgo en esta misma población de una ?Pila de Sacrificios Humanos?, ya que los celtíberos practicaban como rito el sacrificio humano.
Arcóbriga conserva todo sus sistema defensivo, formado por dos anillos de muralla apoyados en los amesetamientos concéntricos del cerro y en un muro que cierra la acrópolis de la ciudad (la muralla en algunos puntos alcanza hasta 3 m. de espesor). En la primera meseta, los restos puestos al descubierto no indican más que pequeńas casas dispuestas sin demasiado orden. Atravesando el segundo cinturón de murallas se penetra en la segunda meseta donde se encuentran los edificios públicos de la ciudad ya romanizada (las termas, los aljibes, la casa del Pretor, el templo, etc).
Este yacimiento fue excavado a principios de este siglo el Marqués de Cerralbo, el cual descubrió unas grandes termas, comparables con la de Los Bańales de Uncastillo o a la de Calatayud. El espacio destinado a las instalaciones termales ocupa una superficie de 700 m2, la mitad de los cuales están ocupados por las termas y quedando el resto al aire libre. Dentro de la construcción se puede identificar claramente todas sus dependencias: en primer lugar se encuentra el vestuario (apodytherium), en cuyas paredes se aprecian los restos de las taquillas y donde se encontró un magnífico suelo; desde aquí se puede pasar a una sala con agua caliente (caldarium), o a una pequeńa piscina de agua fría (frigidarium), con sus correspondientes escaleras y donde se observa que estaba recubierta dicha piscina; desde la sala de agua caliente se accede a otra gran habitación (tepidarium), en la que se mantiene una temperatura superior a la ambiental; debajo de estas dos últimas dependencias se dispone el sistema de calefacción (hipocaustum). En la ladera nordeste esta enclavado el templo de la ciudad, construcción de planta rectangular y dividida en dos naves (40 x 14 m.), con posible tribuna al fondo. En el mismo lado de la meseta se conserva el posible teatro. También se observa una escalera al lado de la muralla para acceder a la acrópolis.
En el foro, en la parte alta se distingue una fontana y en su lado Este un macelum, con once basas en el porche y los accesos a las tabernas correspondientes. En la misma manzana restos de una domus con pavimentos de Opus signinum y atrio tetrástilo.
En el Museo Arqueológico Nacional se conservan lucernas de disco, antefijas repitiendo un modelo barbado, cerámica pintada de variadísimo repertorio altoimperial, terra sigíllata itálica (perteneciente a la tribu "belos" porque no se encontró barro campaniense), e hispánica, grafitos ibéricos sobre fusayolas, además de abundantes fíbulas de la primera época altoimperial (siglos I y III d.C), elementos de calderos, anillos instrumentos de cirugía, objetos de hueso, y numerosas monedas ibéricas e imperiales, las más tardías de las cuales pertenecen al emperador Honorio. Las antefijas que se encontraron en Arcóbriga se desconoce su procedencia, aunque algunos eruditos han expuesto que pertenecieran al templo de la ciudad o de edificios de carácter público (termas o teatro), ya que no era habitual que este tipo de representaciones adornasen los edificos de carácter religioso.
En el entorno de Arcóbriga se encuentra el Cerro de San Pedro, que contiene el yacimiento celtibérico de Vallunquer, cerro amesetado menor que el Cerro Villar, la cueva de Las Cazoletas y la Necrópolis Celtibérica de Vallunquer que se encuentra en el fondo de la Cańada y las laderas que la encajonan.
La Cueva de las Cazoletas presenta una serie de grabados que aparecen en un espacio central de la cueva que es muy poco profunda y que está formada por grandes peńones. Los grabados se componen de círculos cóncavos (cazoletas) e incisiones.
El emplazamiento de la necrópolis de Arcóbriga tal y como estamos habituados a observarlas en el mundo celtibérico, su emplazamiento se suele dar en las cercanías de los poblados y en lugares de no difícil acceso. Según los estudios, parece ser que arranca desde los ss. VII-VI a.C, presentando una vigencia hasta el s. II d.C. Las sepulturas son individuales y las cenizas del muerto se depositan en una o varias urnas cerámicas (a veces directamente en el hoyo), protegidas con un escaso ajuar (armas, brazaletes, fíbulas, cuentas de collar o instrumentos diversos). La cubierta del espacio funerario se realiza con cubiertas tumulares de piedra o de piedra y adobe.
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