21 de diciembre de 2004

Xabia

Una suntuosa villa romana

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La Punta de l'Arenal pudo acoger una lujosa casa del siglo I a. C. y su dueńo tuvo la misma aspiración que en los ańos 60 un ministro de FrancoA. P. F., XŕbiaUn estudio del historiador Manuel Olcina Domčnech, que se incluye en el catálogo «Xŕbia. Arqueología y Museo», arroja una nueva perspectiva sobre el importante yacimiento romano de la Punta de l'Arenal de Xŕbia. Olcina cuestiona la hipótesis, hasta ahora tenida por cierta, de las investigadoras Gabriela Martín y María Dolores Serrés que sostenían que aquí, entre los siglos I a.C. y hasta la segunda mitad del siglo II d. C., funcionó una factoría de salazón de pescado y que asociada a ella se construyó una villae rusticae.Este nuevo estudio considera que en la Punta de l'Arenal no hubo una piscifactoría y que los Bańos de la Reina excavados en la piedra tosca son suntuosas piscinae que el propietario romano, «quizá un miembro del orden senatorial», se hizo construir como «símbolo de posición social, una marca de prestigio en un ambiente de gran competencia social».El autor expone diversos argumentos que apoyan que en este yacimiento se edificó una suntuosa villa marítima. Olcina comenta que en la excavación arqueológica realizada en 1963 y 64, antes de que el entonces ministro de Franco Mariano Navarro Rubio levantase en la Punta de l'Arenal un lujoso chalé, se halló mucho material cerámico, dos hermosos capiteles jónicos, siete capiteles toscanos, ocho basas áticas y fragmentos de fustes de columna. «Un conjunto de elementos arquitectónicos realmente inusitado que sugieren ambientes porticados de cierta entidad», sostiene Olcina.«Gran escenario paisajístico»Pero, sin duda, el argumento más llamativo es el que se refiere al privilegiado emplazamiento de la Punta de l'Arenal. El autor de este artículo afirma que los propietarios de estas lujosas villas marítimas buscaban «grandes escenarios paisajísticos como las costas rocosas, golfos, bahías, islas, desde donde las vistas sobre el mar presentan aspectos variados y emocionantes».«La villa de la Punta de l'Arenal -afirma Olcina- participa de aquellos presupuestos. Se sitúa prácticamente en el centro de la bahía, con una visión equidistante, y creemos por tanto que buscada, de los cabos agrestes de San Martín y San Antonio; y tierra adentro la apabullante presencia del Montgó». El autor afirma que «un reflejo de las aspiraciones del propietario romano se volvieron a encarnar casi dos siglos después». Olcina recuerda que Mariano Navarro Rubio, «un prohombre del Estado en los ańos 60 del siglo pasado, hizo construirse un gran chalé sobre el pequeńo promontorio que procuraba una hermosa vista sobre la bahía».Este estudio, que lógicamente se titula «La villa romana de la Punta de l'Arenal», concluye que «al final de todo sorprende, o quizá no, constatar que las élites sociales de dos tiempos tan distintos buscaron en el mismo lugar plasmar sus aspiraciones mediante unos signos de representación que se muestran sin embargo tan cercarnos entre sí».

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