García y Bellido: «Es una ceguera no cuidar los restos romanos»
María Paz García y Bellido, ayer, después de intervenir en el congreso. / M. MARCOSJ. MŞ RODRIGUEZLEON.? «Es una ceguera absoluta no cuidar, exhibir, excavar y publicar el patrimonio arqueológico. En un largo futuro la riqueza de León es su patrimonio porque tiene grandes posibilidades para potenciar turísticamente los restos romanos».
Lo dijo ayer en el II Congreso de Arqueología Militar Romana en Hispania, que se celebra en León, la historiadora y especialista en numismática María Paz García y Bellido, hija del recordado Antonio García Bellido, quien rastreó en León en la década de los 60 las huellas (epigrafía y excavaciones) de la Legio VII Gémina. Esta experta vino a hablar al congreso de la circulación monetaria en los campamentos de la región septentrional de la Península. A preguntas de este periódico sobre el estado del patrimonio de León emplazó a las instituciones a dar ejemplo en el respeto y divulgación de los restos arqueológicos. Recordó que su padre, el manchego Antonio García y Bellido, recaló en la historia militar tras indagar en las religiones orientales. «Se encontró con que cultos orientales que no son propios de la Península se encuentran aquí, en León. Descubrió mucha epigrafía dedicada a divinidades orientales», afirmó. «El redescubre las lápidas de Villalís que había descubierto Gómez Moreno, donde se habla del día del natalicio de la Legio VII y organiza con Vińayo en León uno de los primeros congresos internacionales sobre el ejército romano». Fue quien al excavar el campamento halló también las huellas de la Legio VI y dedujo que en época augústea ya llegó la VI Victrix.
García y Bellido, catedrático de la Complutense, murió en 1972 mientras investigaba en León. Su hija habló sobre la importancia de las cecas de Cesar Augusta (Zaragoza) y Emerita Augusta (Mérida) en la emisión de las monedas que circulaban en los campamentos norteńos. Lo curioso es que Herrera de Pisuerga copa, con creces, mucha más moneda que Lugo, Rosinos, Astorga, y, sobre todo, que León, pese a dar origen a una ciudad.
Lo dijo ayer en el II Congreso de Arqueología Militar Romana en Hispania, que se celebra en León, la historiadora y especialista en numismática María Paz García y Bellido, hija del recordado Antonio García Bellido, quien rastreó en León en la década de los 60 las huellas (epigrafía y excavaciones) de la Legio VII Gémina. Esta experta vino a hablar al congreso de la circulación monetaria en los campamentos de la región septentrional de la Península. A preguntas de este periódico sobre el estado del patrimonio de León emplazó a las instituciones a dar ejemplo en el respeto y divulgación de los restos arqueológicos. Recordó que su padre, el manchego Antonio García y Bellido, recaló en la historia militar tras indagar en las religiones orientales. «Se encontró con que cultos orientales que no son propios de la Península se encuentran aquí, en León. Descubrió mucha epigrafía dedicada a divinidades orientales», afirmó. «El redescubre las lápidas de Villalís que había descubierto Gómez Moreno, donde se habla del día del natalicio de la Legio VII y organiza con Vińayo en León uno de los primeros congresos internacionales sobre el ejército romano». Fue quien al excavar el campamento halló también las huellas de la Legio VI y dedujo que en época augústea ya llegó la VI Victrix.
García y Bellido, catedrático de la Complutense, murió en 1972 mientras investigaba en León. Su hija habló sobre la importancia de las cecas de Cesar Augusta (Zaragoza) y Emerita Augusta (Mérida) en la emisión de las monedas que circulaban en los campamentos norteńos. Lo curioso es que Herrera de Pisuerga copa, con creces, mucha más moneda que Lugo, Rosinos, Astorga, y, sobre todo, que León, pese a dar origen a una ciudad.
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