29 de octubre de 2004

CANTABRIA


Una potencia anónima

Los atractivos turísticos y culturales de la comarca pasan desapercibidos para muchos de sus visitantes
PÉREZ JORRÍN/SANTANDER
http://www.eldiariomontanes.es/pg041029/prensa/noticias/Cantabria/200410/29/DMO-SUB-002.html

Castros cántabros, yacimientos romanos, iglesias románicas, valles aún vírgenes como Valdeolea, el pantano del Ebro, la península de La Lastra...los atractivos turísticos y culturales de Campoo pasan desapercibidos para muchos de los viajeros que atraviesan la comarca en coche por la falta de seńalización en la autovía y en el resto de las carreteras. No es un defecto nuevo, sino la continuación de ańos de abandono aún no solucionados.Alicia Pérez, la responsable del yacimiento romano-medieval de Camesa-Rebolledo, lo corrobora mientras explica las peculiaridades de este asentamiento, que engloba entre sus restos una villa romana del siglo II y una iglesia y necrópolis medieval. «Tras la novedad del primer ańo, paradójicamente la mejora de las comunicaciones que supone la autovía no ha supuesto más visitantes. El acceso no está seńalizado y mucha gente con cita previa se despista y llega hasta Aguilar».El invierno será duro en Camesa. La Consejería de Cultura cerró el yacimiento con una gran cubierta de madera, pero los arquitectos que lo diseńaron cometieron el mismo error que los romanos en Juióbriga. Aquellos construyeron una casa con un patio interior abierto con columnas y el invierno les mostró que debían cerrar los huecos si no querían congelarse. Sus sucesores modernos han dejado abierta a los vientos la cubierta de Camesa. Alicia Pérez corrobora su error: «Esto es literalmente un congelador. Muchos días de invierno es casi imposible estar aquí dentro por el frío que hace y los visitantes ni se paran a leer los paneles instalados». Semanas de experiencia han enseńado a Alicia el único lugar medianamente a cubierto del viento y el frío y allí reúne a los turistas para ofrecerles una explicación de las ruinas. Entre visita y visita -que deben concertarse previamente en la Domus de Julióbriga- se refugia en el coche para no congelarse.Más desasistido está el castro cántabro de Las Rabas de Celada Marlantes (Campoo de Enmedio), declarado Bien de Interés Cultural en mayo de este ańo, con categoría de yacimiento arqueológico. Carece de seńalización en la autovía, pero además ni en la antigua carretera N-611 ni en el mismo pueblo tiene un simple cartel que indique su ubicación. Sin embargo, el castro existe y las piezas que en su día sacó a la luz Miguel Ángel García-Guinea cuando lo excavó componen el grueso de la colección que sobre los cántabros expone el Museo de Prehistoria. Su visita depende ahora de que algún vecino del pueblo acepte guiar al visitante hasta su ubicación. Una vez allí, deberá dejar volar su imaginación: ni un cartel le guiará por los restos de la trinchera.

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