La variante de la N-340 en Tarragona obliga a retirar restos romanos
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El Ministerio de Fomento ha destruido un yacimiento romano que, según las primeras hipótesis arqueológicas, era un taller al aire libre para el aprendizaje de picapedreros único en Catalunya. Es un depósito de más de 6.000 sillares, de entre los siglos I antes de Cristo y II de nuestra era, situado junto a la cantera romana de El Mèdol, que ha sido desmontado y desplazado para llevar a cabo el desvío de la carretera N-340.
Adam Mañé, director territorial de Cultura, explicó ayer que "el estudio de impacto ambiental se pronunció por preservar los restos en el lugar". La Generalitat, según Manyé, intentó que el trazado de la variante no les afectara, "pero no fue posible hacer nada". La Reial Societat Arqueològica de Tarragona criticó que el Govern no impidiera el desmontaje. Algunos de los sillares se instalarán en una rotonda próxima.
31 de enero de 2009
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