23 de agosto de 2007

Puebla de Castro - Huesca

Nuevas excavaciones en Labitolosa

http://www.diariodelaltoaragon.es/noticias/detalle.php?id=240050

La pasada semana comenzó la decimoséptima campaña, que reúne a cuarenta personas entre profesores y alumnos

Esta semana ha comenzado la decimoséptima campaña de excavaciones en el yacimiento romano de Labitolosa, en la localidad ribagorzana de La Puebla de Castro, que cofinancian los gobiernos de Aragón y Aquitania. Unas cuarenta personas entre alumnos y profesores, repartidos en dos turnos que se sucederán hasta el próximo día 26 de agosto, trabajan en los restos del foro y de la antigua fortificación musulmana hallada hace tres años en el Cerro del Calvario, donde se ubica el yacimiento.

Ciudad Hispano - Romana Labitolosa

http://www.lapuebladecastro.com/patrimonio/labitolosa/index.html


A menos de un Km. de la Puebla de Castro, podemos encontrar las excavaciones de Labitolosa; unas ciudad hispano-romana de gran importancia en su época. A continuación se presentan unos extractos de los apuntes publicados desde el Departamento de Ciencias de la Antigedad de la Universidad de Zaragoza (fyl.unizar.es).

Introducción
El proceso de romanización fue precoz y rápido en la mitad meridional y oriental de la península Ibérica, llegando a las regiones orientales y septentrionales de la misma en época augústea. Salvo en puntos muy aislados, el mundo romano republicano no conocía bien el área pirenaica, habrá que esperar a la etapa augústea para que, gracias a la creación y desarrollo de los centros urbanos y la colaboración de las élites municipales las formas de vida y la civilización romana se vayan imponiendo progresivamente. La ciudad hispano romana de Labitolosa nos ofrece en la actualidad el mejor ejemplo de aculturación de la poblaciones de la vertiente meridional del Pirineo.

Ubicación
La ciudad de Labitolosa se halla situada en la vertiente meridional del Pirineo, aproximadamente se localiza a la misma longitud que Lugdunun Convennarum (Saint-Bertrand-de-Comminges), ubicada ésta en la vertiente septentrional. En la Antigedad pertenecía al Conventus Caesaraugustano, cuya capital era Caesar Augusta (Zaragoza) y a la provincia romana de Hispania Citerior con capital en Tarraco (Tarragona).

Labitolosa: Una nueva ciudad Hispano-Romana
De Labitolosa sólo se conocía su nombre y emplazamiento: su existencia estaba atestiguada por un documento epigráfico hallado por azar en el siglo XVI, en el llamado Cerro Calvario, no lejos de la pequea localidad de La Puebla de Castro (Huesca) y por un testimonio literario del siglo VI en el que se menciona a la Terra Labetolosana. En su supuesto emplazamiento no se habían realizado nunca excavaciones arqueológicas con anterioridad al ao 1991, fecha en la que se iniciaron los trabajos de campo sistemáticos que han transformado totalmente el conocimiento que teníamos de la ciudad. El descubrimiento de una parte del foro, dos edificios termales, sus viviendas y sobre todo los excepcionales hallazgos epigráficos de la campaa del ao 1994, han convertido a este pequeo núcleo en un lugar destacado entre las antiguas ciudades romanas de la península Ibérica. Desde estos momentos este municipio de época flavia no solamente será célebre por su urbanismo y monumentos sino por los datos que nos ofrece sobre sus habitantes, especialmente acerca de sus élites municipales.

En las imágenes: Labitolosa. (Cerro Calvario. La Puebla de Castro. Huesca). Yacimiento de Labitolosa: Vista aérea desde el Sur. N: necropólis, F: Foro, T1 Termas, T2 Termas II, D: Domus. _______: Límite aproximado de la ciudad.

El programa científico: Una ciudad pirenaica en época romana
Las actuaciones científicas en Labitolosa se realizan mediante la conjunción de dos programas de investigación. Uno francés, denominado: "Investigaciones sobre la ciudad antigua de Labitolosa" y un segundo espaol: "Estudio de Labitolosa: una ciudad romana en el prepirineo oscense". Ambos tienen como objetivo principal el estudio de esta localidad hispano-romana en la cadena pirenaica en su totalidad, no tratando unicamente de la ciudad sino también del territorium en el que la misma ejerce su papel de control y del que extrae sus recursos, que en el caso Labitolosano abarca tanto la zona de montaa como el piedemonte. La elección de Labitolosa se ha efectuado en razón de las particularidaes arqueológicas del lugar y de su situación geográfica. Hay que considerar que Labitolosa es un excelente ejemplo para el estudio de los centros urbanos administrativos creados por los romanos en el área pirenaica. La posición de la ciudad en el centro de un amplio territorium que abarca la montaa y el somontano lo avalan. Igualmente, hay que tener en cuenta la posibilidad de un análisis comparativo con otras ciudades como Pompaelo, Iacca, Osca, Aeso, Setelsis, Iulia Lybica, o Auso que se conservan bajo los cascos urbanos de las localidades modernas de Pamplona, Jaca, Huesca, Isona, Solsona, Llivia, Vich, cuyos vestigios son más complejos de analizar. La buena conservación de los diferentes edificios públicos de Labitolosa, en gran parte motivada por tratarse de un enclave que no ha mantenido la población en el mismo lugar, confiere al mismo su carácter excepcional. Al igual que Saint-Bertrand-de-Comminges en la vertiente francesa de los Pirineos, Labitolosa es el lugar más favorable para el estudio de la vertiente espaola de los Pirineos en época romana. Sus excavaciones completadas con los indispensables análisis de su territorio nos mostrarán las condiciones en las que se produjo la penetración romana a lo largo de la cadena montaosa. Se han desarrollado y se están llevando a cabo prospecciones sistemáticas aéreas y sobre el terreno excavaciones arqueológicas en los diferentes edificios de la ciudad.

La ciudad y su territorio: una ciudad romana que ha salido de la oscuridad
Labitolosa es la cabeza de un territorio que ocupa la vertiente meridional de los Pirineos centrales, limitando al norte con la localidad de Saint-Bertrand-de-Comminges, la antigua Lugdunum Convenarum. Este amplio territorium se extiende desde la alta montaa, a partir de la línea de las crestas, y sobre el piedemonte, aproximadamente unos 100 km de norte a Sur, sin embargo el límite occidental es más hipotético, ya que se encuentra entre las localidades antiguas de Barbotum (Coscojuela de Fantova) y Aeso (Ieso) que la limitan al oeste y al este. Su superficie total puede oscilar entre los 3000 y 10000 km2.

Las fuentes antiguas nos han permitido conocer a varias de las ciuitates que se extienden en el somontano pirenaico y entre las que se encuentra Labitolosa. Ciudades como Pompaelo, Iacca, Osca, Barbotum, Labitolosa, Aeso, Setelsis, Iulia Lybica, o Auso, cuyo territorium, en algunos casos, está delimitado de este a oeste por el curso de los diferentes ríos pirenaicos que discurren de norte a sur. Al norte los límites labitolosanos vienen marcados por la localidad de Lugdunum Convenarum (Saint-Bertrand-de-Comminges), al oeste por Barbotum (Monte Cillas. Coscojuela de Fantova), al este por Aeso (Isona), mientras que su zona sur puede determinarse por la existencia de una mansio correspondiente a la vía de Tarraco a Caesaraugusta y denominada: Tolous (Cerro de la Alegría en Monzón), sin duda relacionada con Labitolosa.

Las campaas de excavación realizadas desde el ao 1991 nos han permitido conocer el desarrollo cronológico de la ciudad. Hay que destacar que la ocupación de la misma fue relativamente breve. Tras su instalación en el transcurso del siglo I a. C. la aglomeración urbana se desarrolló rapidamente; sus construcciones se multiplicaron sobre todo en época augústea, en estos momentos ya se contaba con un foro en el que había edificaciones en opus quadratum. Los edificios públicos se transformaron a lo largo del siglo I y durante el primer cuarto del II d. C. Sin embargo, estas nuevas y grandes edificaciones no se utilizaron durante mucho tiempo ya que las mismas, al igual que el resto de la ciudad, se abandonaron a comienzos del siglo III d. C.

La evolución histórica de Labitolosa.
Las campaas de excavación realizadas desde el ao 1991 nos han permitido conocer el desarrollo cronológico de la ciudad. Hay que destacar que la ocupación de la misma fue relativamente breve. Tras su instalación en el transcurso del siglo I a. C. la aglomeración urbana se desarrolló rapidamente; sus construcciones se multiplicaron sobre todo en época augústea, en estos momentos ya se contaba con un foro en el que había edificaciones en opus quadratum. Los edificios públicos se transformaron a lo largo del siglo I y durante el primer cuarto del II d. C. Sin embargo, estas nuevas y grandes edificaciones no se utilizaron durante mucho tiempo ya que las mismas, al igual que el resto de la ciudad, se abandonaron a comienzos del siglo III d. C.

Muros correspondientes a una casa augústea ubicada bajo el ábside del labrum de la cella solliaris de las Termas II. Las diferentes fases de ocupación de la zona de las Termas II fueron arrasadas a finales del siglo I d. C. para realizar el edificio termal y se aprecian las viviendas construidas a un lado y otro de la calle.

El primer labrum situado al oeste de la sala del bao caliente -la cella soliaris- Esta pequea estancia semicircular tenía en su interios en el centro un recipiente que servía para realizar las abluciones de los baistas. En una remodelación fue reemplazado por un nuevo labrum instalado en el abside que se aade en el lado sur de la cella soliaris.



La monumentalización de la ciudad
El descubrimiento de algunos de los edificios públicos y privados ha permitido acercarnos al urbanismo de este pequeo núcleo urbano. La aglomeración urbana se dispone escalonadamente en las pendientes sur y oeste de la colina del cerro Calvario, todas ellas transformadas en terrazas orientadas en sentido este a oeste y norte sur.


A la Izda: El foro localizado con exactitud se orienta en sentido este-oeste. Los dos edificos termales ocupan las terrazas inferiores situadas a unos veinte metros más bajas. Las termas I se organizan en sentido este oeste sobre una vasta explanada, mientras que las termas II se localizan en la misma zona, pero orientadas perpendicularmente en sentido norte-sur.
A la Dca: Las Termas I: El sistema de Calefacción. El aire caliente sube por los conductos tallados en los bloques del gran aparejo de arenisca



Los monumentos más conocidos de la ciudad: Los edificios termales
En Labitolosa se han descubierto dos termas en un excelente estado de conservación, con elevaciones de hasta 5 m., desde la base de los hypocausta. De las mismas llaman la atención las soluciones arquitectónicas empleadas en su sistema de calefacción. En las llamadas termas I, construidas a mediados del siglo I d. C. destacamos parte de su hypocaustum todavía completo y el singular sistema de conductos para el aire caliente tallados en el gran aparejo de opus quadratum de arenisca que forman la base de sus muros.

Las Termas II, construidas unos 30 aos más tarde, disponen mediante un particular sistema de conductos de dovelas y ladrillos con ranuras de calefacción en las bóvedas.


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El programa Labitolosa es uno de los temas de cooperación científica entre el área de Arqueología del Departamento de Ciencias de la Antigedad de la Universidad de Zaragoza y el Centro Ausonius de la Universidad de Bordeaux III (UMR 5607 del CNRS).

Los directores de las actuaciones arqueológicas son: la Dra. Angeles Magallón Botaya, Profesora titular de Arqueología de la Universidad de Zaragoza, responsable espaola del programa de investigaciones arqueológicas en Labitolosa y Pierre Silliéres, Director de Investigación del CNRS (Ausonius UMR 55607), responsable francés del programa de investigaciones arqueológicas en Labitolosa.

Labitolosa cuenta además con una serie de investigadores responsables de diferentes áreas y materias. Los levantamientos topográficos y estudios arquitectónico de los monumentos Labitolosanos están realizados por la Dra. Myriam Fincker, arquitecta del Instituto de Investigaciones de Arquitectura Antigua del CNRS (LP 5500), directora del Gabinete de Arquitectura del Sur-Oeste. Jean Michel Labarthe, topógrafo dibujante del Instituto de Investigaciones de Arquitectura Antigua del CNRS (LP 5500), miembro del Gabinete de Arquitectura del Sur-Oeste Los estudios epigráficos están bajo la responsabilidad de la Dra. Milagros Navarro Caballero, Investigadora del CNRS (Ausonius, UMR 5607). Los materiales cerámicos son estudiados por el Dr. Carlos Saénz Preciado, colaborador de la Universidad de Zaragoza. Los materiales de construcción y estudio de las estratigrafías cuentan con la colaboración del Dr. Christian Rico, Maitre de conferences de la Université de Toulouse-Le-Mirail.

Las pinturas romanas son estudiadas por la Dra. Carmen Guiral Pelegrín, Profesora titular de Arqueología de la UNED. Madrid. Igualmente se cuenta con la colaboración de otros investigadores como el Dr. J.P. Bost, Dra. C. Petit, Dr. J.A. Mínguez, Dr. J.A. Asensio, Dr. Medrano, Dra. R. Erice, Dra. E. Ortíz que se ocupan del estudio de otros materiales.

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