Gandul - Sevilla

Otra Itálica en Gandul

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Gandul es tierra de olvido desde hace siglos. En un entorno concreto se acumula una riqueza arqueológica y patrimonial que los expertos califican como única en España y que un proyecto serio y continuado de excavación podría revelar como uno de los conjuntos arqueológicos más importantes del país.
Existen opiniones que incluso sitúan su importancia a la altura de Itálica. En algunos aspectos podría ser incluso más interesante por la acumulación de etapas que alberga: Más de tres mil años de presencia humana ininterrumpida.
Existen restos de la Prehistoria con una Necrópolis con varios dólmenes. Aquí fue donde se descubrieron los mármoles de Bencarrón, con su aire oriental, y desde donde se podría arrojar mucha luz al apasionante debate del origen de la cavilación tartésica. Existe toda una ciudad romana asentada en la Mesa de Gandul. Enterrados están los restos de la que podría ser uno de los principales asentamientos romanos de la zona. Se vislumbran murallas de bastante entidad, una fuente para el abastecimiento de la población e incluso hay que habla de un anfiteatro basándose en las imágenes aéreas de la zona. A su alrededor varias villas romanas mantuvieron la presencia en la época del Bajo Imperio y harían comprensible la vuelta del mundo romano al campo y su modelo de explotación del mundo rural. Se habla de importantes batallas por el control del entorno y de un activo comercio en el que se incluían piezas del lejano Oriente.
Hipótesis a despejar
Pero es necesario remover la tierra de forma sistemática y concienzuda para obtener certeza donde sólo hay hipótesis históricas.
Los testimonios del pasado llegan hasta las formas protobarrocas del Palacio de Gandul, en cuyo entorno se mantiene como detenida en el espacio una villa agrícola medieval, con su iglesia, una torre fortificada, alguna vivienda, varios molinos y los jardines palaciegos.
De Gandul sacó Jorge Bonsor, buena parte de los tesoros que lo hicieron famoso y muchas de las piezas que hoy pueden verse en el Museo Arqueológico de Sevilla.
Sin embargo toda esta riqueza no ha servido a este entorno para convertirse en eje de un proyecto turístico y cultural que tendría en este espacio un marco ideal. Ni siquiera para contar con una protección efectiva que evite los frecuentes expolios que ha sufrido.
La ilusión que despierta la posibilidad de que algún día se acometa una excavación seria contrasta precisamente con el miedo al desengaño de comprobar lo mucho que los comerciantes de arte han robado a esta histórica tierra. De hecho, muchas de las piezas recuperadas en la operación policial Tertis tenían su origen en Gandul.
El «cariño» patrimonial que el entorno exigiría contrasta con las agresiones que sufre prácticamente a diario. Los ecologistas de Alwadi-ira no se cansan de denunciarlas. Desde el deterioro medioambiental de la zona, (muy rica también en valores naturales), hasta la acción de piteros, la acumulación de basuras, o recientemente el paso de vehículos quads y motos por encima de los propios dólmenes.
La solución, por ahora, no se vislumbra, aunque está contaría con una figura legal que la ampara y podría dar un importante impulso al turismo en la zona. Se trata de la creación de un Parque Cultural que protegiera los valores de la zona, incluida en la Cornisa de Los Alcores, y los hiciera accesibles al público. Una figura que existe en varios puntos en España y que en todos los casos ha supuesto un interesante desarrollo para sus respectivas comarcas, como afirman desde Alwadi-ira. Todo ello sin que la riqueza de Gandul desmerezca en nada a la que le ha valido dicha declaración a espacios.
Para lograr dicha declaración, los ecologistas han iniciado una campaña en la que reclaman la declaración como Parque Cultural. La primera etapa es la concienciación de la importancia de su patrimonio frente a la población, que en muchos casos, desconoce la entidad del yacimiento. Pero también tienen previsto acciones reivindicativas, así como dirigirse a las administraciones para exponer sus planteamientos. El próximo 1 de diciembre está prevista una manifestación en Alcalá de Guadaíra.
La estructura de la propiedad de la zona complica cualquier acción para su recuperación. Una parte pertenece a particulares y en ella se ubican algunos de los dólmenes, cuyo acceso se presenta muy complicado por este motivo. Otra parte corresponde al Marquesado de Gandul, incluido el Palacio.
Durante años, la marquesa se ha negado a mantener cualquier contacto con la administración local. La mayor parte de la zona, incluida la Mesa de Gandul, en la que se ubican los restos de la ciudad romana y el campamento de las Canteras, pertenece al Ministerio de Defensa, que incluso llegó a utilizar esta zona como campo de tiro. También hay una parte propiedad de la Multinacional General Dynamics que compró Santa Bárbara Blindados.