La protección del Hort de Morand permite excavar en los restos de la antigua ciudad romana. Los trabajos se extienden este verano al castillo para recuperar sus pavimentos originales
Dénia El lugar donde Roc Chabàs recopiló más de 3.000 teselas y recompuso con ellas el mosaico que cubría el sepulcro de Severina, del siglo V, el Hort de Morand, centra las expectativas de los servicios arqueológicos del Ayuntamiento de Dénia para recuperar la historia de la antigua ciudad romana. Mucho ha cambiado la zona donde trabajó el historiador junto a Juan Antonio Morand; los terrenos que cubren los restos de Dianium son hoy una isla protegida rodeada de bloques de pisos al norte de la ciudad, donde comienzan los miles de apartamentos de las playas de Les Marines. Una nueva subvención del Servef permite que este verano continúen los trabajos de excavaciones en el Hort de Morand en busca de los restos de la ciudad romana que supuso la fundación de Dénia.
El concejal de Cultura, Pau Reig, y el arqueólogo municipal, Josep Antoni Gisbert, explicaron ayer los detalles de esta nueva fase de excavación. Este verano, los trabajos abarcan también algunos rincones del castillo de la ciudad, separado de l'Hort de Morand por la Ronda de les Muralles, con el objeto de recuperar los pavimentos originales.
La subvención percibida del Servef para los trabajos arqueológicos de este verano asciende a 142.000 euros, una cantidad «importante», destacó Reig, que ha permitido la contratación de 22 personas (3 arqueólogos, 3 oficiales y 16 peones).
Los trabajos arqueológicos se llevan a cabo en 3 espacios. Dos dentro del castilo, además del Hort de Morand. Una de las actuaciones en el recinto amurallado de origen islámico se desarrolla, dirigida por el historiador Vicent Martí, en la parte superior del Palau del Governador. Consiste en sacar a la luz el pavimento original que mandó instalar el duque de Lerma con motivo de la visita del rey Felipe III a la ciudad en 1599.
La otra intervención en el castillo se lleva a cabo en la zona del Pou de Guàrdia. Allí se está trabajando en recuperar el nivel primitivo del suelo, rebajándolo manualmente para no dañar cualquier resto que pudiera encontrarse con la retirada de sedimentos.
En cuanto al Hort de Morand, los trabajos se desarrollan por tercer verano consecutivo en la parcela de algo menos de 3.000 m2 de propiedad municipal. Se estima, no obstante, que la antigua Dianium llegó a ocupar una superficie de 30.000 m2 en esa zona. En la actualidad, son unos 20.000 m2 los que permanecen como una isla sin edificar en el Hort de Morand, una zona protegida como yacimiento arqueológico. Sin embargo, las excavaciones no pueden extenderse más allá de los 2.900 m2 cercados para los trabajos, pues el resto sigue siendo de propiedad privada.
Roc Chabàs ya documentó en el siglo XIX los restos romanos que surgieron a la luz durante la conversión en regadío de la finca de la familia Morand, pero la primera excavación no llegaría hasta 1984. Desde entonces, se han rescatado nuevos vestigios de lo que fue la Dénia de los siglos I al VI.
contraste. Gisbert muestra una imagen del Hort de Morand de 1945; como fondo, la zona en la actualidad, rodeada de bloques de pisos.
Plan para triplicar el espacio de museo dentro del castillo
Antes de que concluya el año, el castillo de Dénia contará con cinco nuevos espacios expositivos, que están siendo habilitados por el ayuntamiento en diferentes estancias que hasta el momento permanecían cerradas al público. Con ello, según indicó el arqueólogo municipal, Josep Antoni Gisbert, se conseguirá multiplicar por tres el espacio de exposiciones del castillo. La primera sala reabierta, la antigua despensa del Palau del Governador, acoge ya una muestra monográfica sobre cerámica califal que completa a la exposición permanente del Museu Arqueològic. Treinta piecas «de una calidad extraordinaria», en palabras de Gisbert, ofrecen al visitante una visión de los hallazgos más importantes de los últimos 10 años. Entre los objetos expuestos destacan los azulejos esmaltados en blanco, verde y negro, provinientes de la fuente de una casa almohade de la Daniya del siglo XII. Para septiembre se prevé abrir un segundo espacio, en la parte posterior del Museu Arqueològic, que duplicará la superficie de la actual sala y se dedicará a los restos romanos de la ciudad de Dianium. Otras tres dependencias se habilitarán de aquí a final de año para aumentar el espacio museográfico dentro del castillo y añadir así un nuevo atractivo a las visitas a la fortaleza. Y a la vez, poner al alcance del público cantidad de restos y documentos que permanecen guardados en los fondos del museo.
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