Aparecen tres tumbas romanas en la parcela donde Llíria proyecta un colegio
http://www.lasprovincias.es/valencia/prensa/20070724/ediciones/aparecen-tres-tumbas-romanas_20070724.html
El Ayuntamiento descarta que el hallazgo ponga en peligro o retrase las obras
La construcción de un colegio está reportando los más importantes hallazgos sobre la Llíria romana de los últimos años. El departamento municipal de Arqueología ha hallado en las últimas semanas tres tumbas romanas. Estos sepulcros se suman a otros cuatro que salieron a la luz en la zona de Mura a finales de 2006 y, a tenor de los estudios realizados en el ajuar de los primeros, podrían datar de alrededor del siglo III.
Estas tres tumbas todavía no han sido excavadas. El Ayuntamiento tiene previsto abrirlas “antes agosto”, probablemente esta misma semana. En todo caso, el arqueólogo municipal de Llíria, Xavier Vidal, descartó que el hallazgo pueda poner en peligro o retrasar la construcción del colegio.
“Como en las cuatro anteriores, extraeremos el ajuar funerario y lo llevaremos la museo arqueológico. Después se catalogará el yacimiento y se tapará”, indicó Vidal. Los trabajos se quieren realizar cuanto antes para retrasar lo menos posible la construcción del colegio.
Las tumbas han aparecido en lo que serán los viales de alrededor del centro educativo. “Hemos prolongado las prospecciones que se deben realizar antes de construir el colegio un poco más de la zona afectada, pero esto es una lotería. Puede que en varios metros no haya nada y dos palmos más allá se encuentre un sepulcro en perfecto estado”.
Una cantera en las afueras
La zona de Mura es una de las áreas de expansión y se encuentra en la periferia de la localidad edetana hacia Benisanó. Esta ubicación geográfica no es nueva, sino que en época romana estos terrenos ya se encontraban en las afueras.
“Esto era una cantera, como se puede observar en la piedra tallada. Después se aprovechó para emplearla como camposanto”, señaló Vidal. A simple vista, las siete tumbas encontradas (las cuatro halladas en diciembre ya están excavadas y las otras tres son apenas imperceptibles) están desordenadas.
“Se aprovecha el espacio más de lo que parece. Estaban agrupadas en familias en torno a un altar. Esto se ve cuando se traza la representación virtual de la zona”, señaló Vidal. Llíria posee expresiones de las diversas costumbres funerarias que se dieron a lo largo de la etapa romana. “Los mausoleos son ejemplos de la incineración. Las preferencias iban cambiando, como ocurre ahora”.
Cuando se exhumen los tres féretros (uno de ellos pertenecerá con toda probabilidad a un niño por sus reducidas dimensiones), Xavier Vidal espera encontrarse con restos óseos en “bastante mal estado”, pero con un rico ajuar funerario.
El arqueólogo de Llíria comentó que en las otras cuatro tumbas había vasijas de cerámica e incluso recipientes de vidrio. “Hallamos restos de vino, seguramente para el viaje del difunto al más allá”.
Como no podía ser menos, en el ajuar había monedas para pagar al mítico barquero. “Más que un valor económico, su importancia radica en que nos permite datar dentro de un espacio de tiempo de cuándo son las tumbas”.
Respecto a los huesos, Xavier Vidal señaló que lo más normal es que estén muy deteriorados al encontrarse en unas tierras empleadas durante siglos para la agricultura. “La humedad y los nitratos de los abonos y, lógicamente, el paso del tiempo, habrán estropeado notablemente los restos orgánicos, también el ataúd si lo había”.
El Ayuntamiento descarta que el hallazgo ponga en peligro o retrase las obras
La construcción de un colegio está reportando los más importantes hallazgos sobre la Llíria romana de los últimos años. El departamento municipal de Arqueología ha hallado en las últimas semanas tres tumbas romanas. Estos sepulcros se suman a otros cuatro que salieron a la luz en la zona de Mura a finales de 2006 y, a tenor de los estudios realizados en el ajuar de los primeros, podrían datar de alrededor del siglo III.
Estas tres tumbas todavía no han sido excavadas. El Ayuntamiento tiene previsto abrirlas “antes agosto”, probablemente esta misma semana. En todo caso, el arqueólogo municipal de Llíria, Xavier Vidal, descartó que el hallazgo pueda poner en peligro o retrasar la construcción del colegio.
“Como en las cuatro anteriores, extraeremos el ajuar funerario y lo llevaremos la museo arqueológico. Después se catalogará el yacimiento y se tapará”, indicó Vidal. Los trabajos se quieren realizar cuanto antes para retrasar lo menos posible la construcción del colegio.
Las tumbas han aparecido en lo que serán los viales de alrededor del centro educativo. “Hemos prolongado las prospecciones que se deben realizar antes de construir el colegio un poco más de la zona afectada, pero esto es una lotería. Puede que en varios metros no haya nada y dos palmos más allá se encuentre un sepulcro en perfecto estado”.
Una cantera en las afueras
La zona de Mura es una de las áreas de expansión y se encuentra en la periferia de la localidad edetana hacia Benisanó. Esta ubicación geográfica no es nueva, sino que en época romana estos terrenos ya se encontraban en las afueras.
“Esto era una cantera, como se puede observar en la piedra tallada. Después se aprovechó para emplearla como camposanto”, señaló Vidal. A simple vista, las siete tumbas encontradas (las cuatro halladas en diciembre ya están excavadas y las otras tres son apenas imperceptibles) están desordenadas.
“Se aprovecha el espacio más de lo que parece. Estaban agrupadas en familias en torno a un altar. Esto se ve cuando se traza la representación virtual de la zona”, señaló Vidal. Llíria posee expresiones de las diversas costumbres funerarias que se dieron a lo largo de la etapa romana. “Los mausoleos son ejemplos de la incineración. Las preferencias iban cambiando, como ocurre ahora”.
Cuando se exhumen los tres féretros (uno de ellos pertenecerá con toda probabilidad a un niño por sus reducidas dimensiones), Xavier Vidal espera encontrarse con restos óseos en “bastante mal estado”, pero con un rico ajuar funerario.
El arqueólogo de Llíria comentó que en las otras cuatro tumbas había vasijas de cerámica e incluso recipientes de vidrio. “Hallamos restos de vino, seguramente para el viaje del difunto al más allá”.
Como no podía ser menos, en el ajuar había monedas para pagar al mítico barquero. “Más que un valor económico, su importancia radica en que nos permite datar dentro de un espacio de tiempo de cuándo son las tumbas”.
Respecto a los huesos, Xavier Vidal señaló que lo más normal es que estén muy deteriorados al encontrarse en unas tierras empleadas durante siglos para la agricultura. “La humedad y los nitratos de los abonos y, lógicamente, el paso del tiempo, habrán estropeado notablemente los restos orgánicos, también el ataúd si lo había”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario