Linares - Jaen

Un cinturón con mucha historia

http://www.ideal.es/jaen/prensa/20070713/local_jaen/cinturon-mucha-historia-linares_20070713.html

Las excavaciones practicadas en los terrenos adyacentes al cinturón sur han dado como resultado la aparición de valiosos restos, que explican en parte el origen de Linares

LA historia se reescribe constantemente. Un simple descubrimiento puede echar al traste cientos y cientos de páginas sobre teorías consensuadas por especialistas, y en muchas ocasiones esos descubrimientos proceden de la casualidad. También es cierto que si esa casualidad se busca, es más probable que ocurra, como ha pasado con las obras del cinturón sur, donde las catas arqueológicas se han hecho a conciencia, teniendo en cuenta la gran extensión de terreno sobre la que se va a construir en breve.

Aún así pocos pensaban que una infraestructura que entronca directamente con el presente y el futuro de la ciudad, como el nuevo vial, iba a dejar al descubierto todo un ramillete de restos arqueológicos de valor, que servirán para conocer más de los orígenes de Linares y dotar a la ciudad de nuevos espacios culturales e identitarios.

Estudio modélico

El arqueólogo encargado de dirigir la intervención, el ahora también concejal de Patrimonio Daniel Campos, señala que se ha realizado sobre el lugar un estudio «modélico», que integra análisis histórico, etnográfico y geológico. Partiendo del comienzo del cinturón, desde las naves industriales hasta el Hospital de los Marqueses, el terreno está jalonado de restos de diferentes épocas, que en algunos casos se conservarán para ser admirados en el futuro.

El descubrimiento más sonado se produjo hace más de un año. En pleno casco urbano de Linares, detrás del tanatorio, apareció un horno de cocción romano, fechado en torno a los siglos III o IV d. C. Lo llamativo de este hallazgo es que infraestructuras de este tipo normalmente no se encuentran aisladas, sino que son el indicio de la presencia de una probable industria alfarera en la zona, pese a que hasta ahora se pensaba que el primitivo núcleo poblacional de Linares empezó a formarse alrededor de los siglos VII u VIII. Fue un descubrimiento revolucionario que alimenta nuevas teorías sobre los orígenes primitivos de lo que hoy es Linares, aunque sólo unos pocos han podido verlo. Actualmente se encuentra encofrado para preservarlo, debajo de tierra y asfalto.

Una posible explicación del nacimiento de la ciudad a partir de este descubrimiento vendría dada por el aumento de impuestos urbanos en el imperio romano, que motivaron que la vida en el campo fuera más asequible para muchos ciudadanos. Con los años el territorio comenzaría a articularse en villas situadas en el campo, que, al agruparse, dieron lugar a pequeños núcleos que crecieron con el paso de las generaciones hasta dar lugar a ciudades.

Pozos y canalizaciones

Paralelamente se han descubierto varios pozos agrarios que se han fechado entre los siglos XV y XVII, que señalan las zonas donde los linarenses encontraron bajo tierra agua con la que abastecerse, a pesar de la escasa tecnología de la época. Uno de estos pozos, situado en las inmediaciones de la barriada La Paz, abasteció al Linares medieval, apunta Daniel Campos.

En las cercanías se encuentra un sistema de canalizaciones de desagüe, que lleva directamente hasta la charca de Tobaruela. Más de un kilómetro de extensión entre el punto más alto y el más bajo, y cuatro kilómetros lineales de canalizaciones de piedra, en un lugar en el que no hay rocas alrededor, demuestran la envergadura económica de esta infraestructura, financiada seguramente por alguna familia noble de aquellos años. Su utilidad, como apunta Campos, pudo ser doble. Por un lado seguramente tuviera una aplicación agrícola, para regar los terrenos cultivables, aunque también pudo haber servido para desecar aguas estancadas y evitar posibles enfermedades y epidemias.

El edil de Patrimonio adelanta que de lo que se encuentre se conservará «lo que tenga sentido» conservar, que en el caso de las canalizaciones podría ser por ejemplo un pequeño tramo de las mismas. Un panel explicativo ayudaría a comprender el sentido de la construcción.

En las laderas próximas al nuevo vial los arqueólogos se afanan cada día bajo el sol para excavar en una zona en la que se cree que hubo asentamientos durante la Edad del Bronce, por lo que no sería de extrañar que se produjera en algún momento un descubrimiento interesante. Lo que sí se conoce de antemano es la existencia de una villa romana, que a partir de septiembre se excavará íntegramente, y que a buen seguro sacará a la luz restos históricamente valiosos. Además también han salido a la luz varios tramos de un camino enlosado que lleva directamente hacia Cástulo.

Futuro mirador

Una de las principales sorpresas de estos descubrimientos será la próxima utilización de una era de piedra del siglo XVII o XVIII como mirador. Situada probablemente en el punto más alto de Linares, goza de unas vistas excelentes de toda la ciudad, incluyendo sus restos mineros a lo lejos. Daniel Campos apunta que la era se conservará íntegramente, se adecentará con mobiliario y jardinería y se colocarán paneles explicativos con fotografías del distrito minero tomadas desde ese mismo lugar en el siglo XIX, para que la gente compare la evolución de la ciudad en algo más de un siglo.

Con estos hallazgos no es descabellado pensar que futuras intervenciones en el subsuelo de Linares pudieran dar como resultado nuevos restos de relevancia. Teniendo en cuenta que las directrices turísticas sobre las que se quiere asentar la ciudad en en futuro cercano se basan en buena parte en los vestigios arqueológicos y mineros, cabe considerar las excavaciones de este tipo como una inversión de futuro, tanto cultural como económica.

El concejal de Patrimonio afirma que su intención es realizar una carta arqueológica municipal, en la que se establezca un diagnóstico actualizado de los restos históricos de la ciudad, su estado de conservación y la planificación de las actuaciones de protección y puesta en valor. Para ello trabajará de forma estrecha con la concejalía de Ordenación Territorial, para definir, entre otras cosas, las zonas con más potencial arqueológico, y dejar claro, como apunta el edil, que «el patrimonio no es un obstáculo para el desarrollo de la ciudad, sino que los dos conviven perfectamente».