Sagunto - Valencia

El circo romano, restos funerarios y un aljibe árabe, abandonados en Sagunto



http://www.lasprovincias.es/valencia/prensa/20070410/ediciones/circo-romano-restos-funerarios_20070410.html





Emilio Llueca, historiador del Camp de Morvedre, asegura que hay más de 20 monumentos desconocidos por el 90% de la población y que algunos se hallan repletos de basuras



Restos de un circo, yacimientos funerarios, aljibes... conforman un elenco de elementos con gran valor patrimonial pero que se hallan en estado de abandono. Sagunto puede presumir de su gran riqueza histórica. Romanos, judíos, árabes o íberos fueron algunos de los pueblos que habitaron la que ahora es capital del Camp de Morvedre.

Pero sumergida bajo tierra todavía duerme una ciudad histórica, desconocida para el 90% de la población, según el historiador y cronista Emilio Llueca, una de las personas que más han estudiado acerca de la materia.

El patrimonio, tal como recalcó el historiador, se divide en dos grandes vertientes: la del inmueble, que hace referencia a los edificios; y la del mueble, todas aquellas piezas de colección y museísticas. “Ambas se encuentran totalmente olvidadas y más de la mitad están abandonadas y deterioradas al no disponer de un organismo municipal que pueda regularlos directamente”, según denuncia el propio Llueca.

La dependencia del Gobierno central y de la Conselleria de Cultura es uno de los mayores inconvenientes que encuentra la ciudad saguntina para el mantenimiento y explotación de su arte histórico. “No existe una vocación política. Ni a Madrid ni a la Generalitat les interesa”, señala el historiador.

“Donde hay abundancia no hay interés, y el saguntino siempre ha pensado que el patrimonio histórico ha sido su fuerte. Y aquél que tiene mucho de algo, siempre se acaba olvidando”, añade Llueca.

Dejadez y descuido
La ciudad saguntina dispone de más de 20 monumentos que se encuentran mayoritariamente abandonados. Un buen ejemplo es el aljibe árabe que está situado en la entrada del municipio desde el acceso de Valencia, que consta de un suministrador de agua de estilo árabe.

Algo similar a lo ocurrido con el circo romano durante muchos años, hasta que se reanudaron las excavaciones en el pasado ejercicio. Llueca explica que en la zona “se excavó en un principio un poco para dejar al descubierto la puerta y se colocó ahí una verja. Y así estaba desde entonces, sucio y lleno de basura. Nadie se acordaba de él”.

En la misma situación se encuentran los restos funerarios ibéricos datados en el siglo VI a. C. situados en el patio del colegio público Romeu. Un legado de hace 2.600 años que permanece enterrado entre bocadillos y basura. “Seguramente sin que los alumnos de la propia escuela conozcan su existencia”, lamenta el historiador.

Otros elementos ignorados son los molinos, almáceras y alquerías, que continúan entre los campos sin que se les reconozca su importancia y quedan camuflados en el anonimato para la población. En Quartell, sin ir más lejos, El Molí dels doblons ha sido rehabilitado y recuperado para convertirlo en un museo.

El caso de Sagunto es paradigmático: cinco de cada seis excavaciones que se realizan por obras en el municipio dejan al descubierto un nuevo legado que se encontraba enterrado. Así ha ocurrido, por ejemplo, en la plaza de la Morería o en la avenida País Valencià.

“Nada se puede hacer en algo que no es tuyo”, critica Llueca, ya que los monumentos pertenecen al Estado o a la Generalitat. En su fuero interno espera que, algún día, el municipio tenga el suficiente poder sobre su propio patrimonio para dar a las ruinas el trato que se merecen.