Roma y el Medievo, en el Valle del Corneja
El castillo de El Mirón, otero limítrofe en la provincia de Ávila
El castillo de El Mirón ha recuperado su función de atalaya en el límite entre los reinos de León y Castilla. La Diputación de Ávila lo ha hecho posible después de invertir más de 300.000 euros.
La muralla romana, sobre la que se construyó el fortín medieval, se ha consolidado, unas escaleras metálicas permiten subir al visitante a la parte más alta de la torre del homenaje, único reducto de la fortaleza medieval que permanecía en pie y unas plataformas permiten acceder a puntos geográficos físicamente imposibles para disfrutar de unas vistas de las sierras de Béjar y Francia –en días claros, incluso, se ven los telesillas que transportan a los esquiadores en La Covatilla y dicen que hasta las torres de la Catedral de Salamanca- nunca imaginadas. Con un poco de suerte, incluso, se vislumbra Guijuelo, en tierras charras.
Cinco años de trabajo, divididos en dos fases, según explicó el arquitecto de la excavación y de la recuperación de los restos del fortín, Francisco González del Río, han permitido devolver parte de su función a esta localidad abulense de unos 200 habitantes que vio cómo sus primeros pobladores ya descubrieron la posición privilegiada que su situación geográfica les confería.
No en vano, cerca de El Mirón, se encuentran los asentamientos celtas y vettones de Gilbuena (Ávila) y El Berrueco (Salamanca), castro éste del que pueden verse ahora algunas piezas en la exposición ´Ecos del Mediterráneo´, en el Espacio Cultural La Vetonia de la Diputación de Ávila.
Posición defensiva
La intervención realizada durante todo este tiempo hace posible que el visitante que ahora suba a esta atalaya que se alza en los límites del Valle del Corneja pueda hacerse una idea de la función que cumplía la fortaleza y los inmuebles que la rodeaban, pero también de conocer cómo era esta zona rodeada por una muralla –en origen, romana- de 400 metros de perímetro, mientras que el recinto ocupa una superficie total de 1,2 hectáreas.
Claramente se pueden ahora distinguir las dos épocas del recinto, el romano –siglos III-IV d.C.- y el medieval. Éste ha sido el que ha necesitado más consolidación, mientras que los sillares gigantes asentados sin argamasa que originaron la defensa romana aún se conservan en buen estado allá donde se encuentran.
Asimismo, se ha consolidado la torre del homenaje del castillo medieval –datado hacia el siglo XV-, ya que algunas de sus arcadas estaban deshaciéndose y en su interior se ha habilitado un acceso: unas escaleras que posibilitan al visitante subir al punto más alto de esta atalaya.También pueden verse las aspilleras de la vivienda adosada del interior del recinto, que servirían para disparar proyectiles durante la defensa de la fortaleza, así como, en la parte de atrás de la torre del castillo, la planta y el arranque de los muros de piedra de una iglesia supuestamente visigótica, en la que también hay una pila bautismal, aunque ésta, probablemente, no pertenezca al lugar.
Sí pertenecen a este recinto algunos de los hallazgos encontrados en el transcurso de las catas arqueológicas y las excavaciones, como una treintena de monedas que conserva el Ayuntamiento, así como otras monedas –“algunas, de gran valor”, según el arquitecto- y otros elementos que guarda el Museo de Ávila.
Atractivo turístico
El castillo de El Mirón entrará a formar parte de la ruta de castillos que puede realizarse en la provincia de Ávila. El alcalde de esta localidad, Castor González, aspira a que, junto con la iglesia del municipio, se convierta en un aliciente que anime a los visitantes a acercarse hasta este punto de la provincia.
“Nos va a venir muy bien”, indicó el regidor de esta población de una media de edad “bastante elevada” –en su mayoría, dedicada a la ganadería-, en la que también el turismo rural se ha instalado, con la próxima apertura de la primera casa de turismo rural y el proyecto que el Ayuntamiento tiene en mente para rehabilitar otra.
Otros castillos
El Fondo de Cooperación Local, participado con fondos europeos, fue el que hizo posible la recuperación de esta infraestructura –en dos fases, de 275.000 y 60.000 euros, respectivamente, aunque los primeros trabajos los financiaron a partes iguales (36.000 euros cada una) la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de El Mirón-.
Es algo que el presidente de la Diputación, precisamente porque ya no se contará –Castilla y León sale de las regiones Objetivo 1 de la Unión Europea- con estas inversiones que también permitieron arrojar luz sobre los castros vettones de la provincia, recordó de cara a futuras intervenciones en otras fortalezas abulenses
“La intención la tenemos, pero no el dinero”, señaló, concluyendo que “no hay para más, por lo que habrá que reconsiderar la forma en la que se realizarán las intervenciones en otros castillos de la provincia que también hay que recuperar”.
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