Renuncian los dos arqueólogos que supervisaban las obras de las autovías
Los dos técnicos alegan «razones personales», pero uno de ellos había expresado una semana antes su desacuerdo con la conselleria por el informe de Ca na Palleva. Marí Tur niega cualquier conflicto
eivissa | joan lluís ferrer
Los dos arqueólogos que dirigían las tareas de supervisión de las obras de construcción de las autovías de Sant Antoni y del aeropuerto, contratados por las propias empresas constructoras, han presentado su renuncia a continuar en el puesto, alegando en ambos casos «razones personales». Las dos renuncias se han producido con sólo cinco días de diferencia y en uno de los casos, el arqueólogo que ha cesado había enviado poco antes un escrito al Consell denunciando varias anomalías en el proceso de documentación de Ca na Palleva.
Los hechos fueron revelados por el grupo del Pacto Progresista en el Consell Insular y confirmados luego por el conseller insular de Patrimonio. Mientras la oposición vio en este hecho un claro indicio de disconformidad de los dos arqueólogos con la gestión patrimonial de las obras de las autovías y emplazó al equipo de gobierno a explicar las verdaderas razones de ambas renuncias, el conseller Joan Marí Tur negó cualquier clase de conflicto subyacente. También rogó al Pacto que no utilice «a unos trabajadores que por equis motivos se van, uno de ellos para preparar unas oposiciones, cosa que exige su tiempo, y otro por temas también personales».
«Se intenta ver una actitud en los arqueólogos de desacuerdo co nosotors», cosa que negó, y como prueba de ello dijo que «estos técnicos ponen siempre lo que quieren en sus informes».
El responsable de la supervisión de las obras de la autovía del aeropuerto, Sergio Moreno, había presentado diez días antes de su renunica un escrito al Consell en el que recordaba que pidió «un día o un día y medio» para realizar los trabajos de documentación de Ca na Palleva antes de ser derribada y, en cambio, sólo dispuso de 45 minutos para ello, siendo abruptamente interrumpido su trabajo por la constructora. «La dirección de la obra nos informa de que teníamos que abandonar la vivienda, pese a que no hubiéramos terminado la documentación, porque iban a proceder a su derribo inmediato».
Fruto de esa premura de tiempo, Moreno advierte de que no pudo fotografiarse en su totalidad la casa ni hacer el informe con el detalle necesario.
Estos hechos fueron negados ayer por Marí Tur: «No existe ningún elemento patrimonial, ningún Bien de Interés Cultural que haya sido tan documentado, tan fotografiado y tan documentado como este. Que cada uno crea la versión que quiera». Al preguntarle por qué entonces el arqueólogo presentó ese informe, Marí Tur dijo: «Los arqueólogos pueden hacer los escritos que quieran, los informes que estimen oportunos, pero al final, quien tiene la responsabilidad de decidir es el conseller de Patrimonio».
Al inicio de su rueda de prensa, Marí Tur hizo un pase diapositivas a los periodistas con fotos de Ca na Palleva para demostrar «el estado de abandono» y el bajo interés arquitectónico de la vivienda rural.
El conseller de Patrimonio llegó a asegurar que si este arqueólogo tuvo dificultades para realizar su trabajo de documentación de Ca na Palleva fue porque los `antiautopistas´ allí reunidos «le imposibilitaron hacer su trabajo». «No sólo fue objeto de insultos, sino que no se le dejaba entrar en la casa y fueron muchos los intentos por penetrar en ella», hasta que lo consiguió.
Por su parte, la portavoz del Pacto Progresista, Pilar Costa, instó al Consell a «explicar los problemas que tienen con los arqueólogos, porque se les marchan todos», en alusión a los tres que al inicio de los trabajos del segundo cinturón de ronda fueron despedidos tras haber discrepado con el Consell Insular.
Por otra parte, la Comisión de Patrimonio reunida anteayer acordó encargar un informe para dictaminar si el yacimiento arqueólogico de Can Sirvent (junto al hipódromo de Sant Jordi) debe ser conservado in situ, en otro lugar o destruido. En ese emplazamiento fue descubierto un hipocausto romano (instalación que se construía bajo el suelo de las termas para calentar los ba?os), que según confirmó el arqueólogo Joan Ramón no ha sido aún destruido y es el único que existe en la actualidad en Eivissa y Formentera.
eivissa | joan lluís ferrer
Los dos arqueólogos que dirigían las tareas de supervisión de las obras de construcción de las autovías de Sant Antoni y del aeropuerto, contratados por las propias empresas constructoras, han presentado su renuncia a continuar en el puesto, alegando en ambos casos «razones personales». Las dos renuncias se han producido con sólo cinco días de diferencia y en uno de los casos, el arqueólogo que ha cesado había enviado poco antes un escrito al Consell denunciando varias anomalías en el proceso de documentación de Ca na Palleva.
Los hechos fueron revelados por el grupo del Pacto Progresista en el Consell Insular y confirmados luego por el conseller insular de Patrimonio. Mientras la oposición vio en este hecho un claro indicio de disconformidad de los dos arqueólogos con la gestión patrimonial de las obras de las autovías y emplazó al equipo de gobierno a explicar las verdaderas razones de ambas renuncias, el conseller Joan Marí Tur negó cualquier clase de conflicto subyacente. También rogó al Pacto que no utilice «a unos trabajadores que por equis motivos se van, uno de ellos para preparar unas oposiciones, cosa que exige su tiempo, y otro por temas también personales».
«Se intenta ver una actitud en los arqueólogos de desacuerdo co nosotors», cosa que negó, y como prueba de ello dijo que «estos técnicos ponen siempre lo que quieren en sus informes».
El responsable de la supervisión de las obras de la autovía del aeropuerto, Sergio Moreno, había presentado diez días antes de su renunica un escrito al Consell en el que recordaba que pidió «un día o un día y medio» para realizar los trabajos de documentación de Ca na Palleva antes de ser derribada y, en cambio, sólo dispuso de 45 minutos para ello, siendo abruptamente interrumpido su trabajo por la constructora. «La dirección de la obra nos informa de que teníamos que abandonar la vivienda, pese a que no hubiéramos terminado la documentación, porque iban a proceder a su derribo inmediato».
Fruto de esa premura de tiempo, Moreno advierte de que no pudo fotografiarse en su totalidad la casa ni hacer el informe con el detalle necesario.
Estos hechos fueron negados ayer por Marí Tur: «No existe ningún elemento patrimonial, ningún Bien de Interés Cultural que haya sido tan documentado, tan fotografiado y tan documentado como este. Que cada uno crea la versión que quiera». Al preguntarle por qué entonces el arqueólogo presentó ese informe, Marí Tur dijo: «Los arqueólogos pueden hacer los escritos que quieran, los informes que estimen oportunos, pero al final, quien tiene la responsabilidad de decidir es el conseller de Patrimonio».
Al inicio de su rueda de prensa, Marí Tur hizo un pase diapositivas a los periodistas con fotos de Ca na Palleva para demostrar «el estado de abandono» y el bajo interés arquitectónico de la vivienda rural.
El conseller de Patrimonio llegó a asegurar que si este arqueólogo tuvo dificultades para realizar su trabajo de documentación de Ca na Palleva fue porque los `antiautopistas´ allí reunidos «le imposibilitaron hacer su trabajo». «No sólo fue objeto de insultos, sino que no se le dejaba entrar en la casa y fueron muchos los intentos por penetrar en ella», hasta que lo consiguió.
Por su parte, la portavoz del Pacto Progresista, Pilar Costa, instó al Consell a «explicar los problemas que tienen con los arqueólogos, porque se les marchan todos», en alusión a los tres que al inicio de los trabajos del segundo cinturón de ronda fueron despedidos tras haber discrepado con el Consell Insular.
Por otra parte, la Comisión de Patrimonio reunida anteayer acordó encargar un informe para dictaminar si el yacimiento arqueólogico de Can Sirvent (junto al hipódromo de Sant Jordi) debe ser conservado in situ, en otro lugar o destruido. En ese emplazamiento fue descubierto un hipocausto romano (instalación que se construía bajo el suelo de las termas para calentar los ba?os), que según confirmó el arqueólogo Joan Ramón no ha sido aún destruido y es el único que existe en la actualidad en Eivissa y Formentera.
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