3 de abril de 2006

Huelva

El mundo funerario abre las puertas de Roma en la provincia de Huelva
 
 
huelva. Patricia Nogales
 
El grado de ocupación del pueblo romano en la provincia de Huelva fue tan intenso como en cualquier otro lugar de la Bética. Esta es una de las ideas defendidas por un grupo de investigación del área de Arqueología de la Universidad de Huelva que en los últimos a?os ha tenido la ocasión de desgranar las peculiaridades de Onuba (nombre que asignaron los romanos a la capital) a través de los yacimientos arqueológicos encontrados y estudiados.

Una de las profesoras integradas en este grupo de Historia I, Nuria Vidal, explica que la presencia de otros pueblos en la provincia onubense, como Tartessos, "han ocultado en cierto modo el influjo romano". Acabar con esta idea de que la romanización de Huelva no fue demasiado intensa es uno de los objetivos últimos del trabajo que desarrollan.

La investigación sobre la presencia romana en la provincia onubense se enmarca en un proyecto más amplio de I+D, que cuenta con el respaldo del Ministerio de Educación y Ciencia: Proyecto Onuba, dirigido por el también profesor de la UHU, Juan Manuel Campos. "Aunque lo hayamos denominado con el término romano, en realidad se trata de analizar y conocer toda la evolución de la estructura urbana de Huelva, no sólo de las urbes romanas", puntualiza la profesora Vidal. Uno de los aspectos en los que están recalando es el mundo funerario, aunque no porque los restos funerarios sean especialmente numerosos en esta zona.

Los yacimientos funerarios son una muy buena fuente de información. Lo primero que se puede extraer de ellos es la propia afiliación crono-cultural. "En función de la identificación de los ritos, de los tipos de tumbas, de los ajuares, etc., nosotros podemos saber de entrada la cronología, el periodo en el que se enmarca ese enterramiento o ese resto funerario. Pero además es evidente que la propia presencia de un resto funerario nos está indicando la existencia de un hábitat de los vivos, que a veces se localiza o a veces no". Además de toda esta información, un análisis más detallado de los restos óseos (a partir de los cuales se averigua la edad y el sexo del fallecido) proporciona información "riquísima" sobre algunos aspectos de la vida cotidiana de su pueblo: dieta alimenticia, las patologías inherentes de esa dieta: carencias de vitaminas o de determinados a portes calóricos o energéticos (en función del estado dental); o aquellas enfermedades relacionadas con las actividades que desarrollaban. En este sentido algunos yacimientos de la costa onubense resultaron especialmente llamativos. En concreto, en los restos humanos encontrados en la necrópolis de Punta Umbría, el Eucaliptal, descubierta en 1994, "mostraban patologías de artrosis o de artritis relacionadas con la pesca y el arrastre: lesiones articulares en los codos, en las rodillas.

El grupo parte de una idea muy clara: su trabajo no puede limitarse al estudio de una pieza o de una determinada tumba. Pretende ir más allá y a partir de los restos encontrados reconstruir el ambiente y la economía, en definitiva, cómo era la vida en aquella época. "Como arqueólogos entendemos que un yacimiento arqueológico no acaba solamente en el resto físico, hay que trascender mucho más y llegar a la construcción histórica, y esto se hace no sólo con los restos físicos sino a través de las analíticas de todos los restos vegetales, humano; de todo lo que nos ofrezca la excavación". Nuria Vidal es consciente de que no todos los grupos de investigación pueden profundizar tanto, para ello se requiere un respaldo importante como el que ofrece la propia Universidad u otros organismos como el CSIC, "algunos grupos no cuentan con la financiación necesaria o con el tiempo necesario para poder culminar todos estos análisis".

En la provincia de Huelva hay constancia de yacimientos funerarios desde la capital, la Costa o la Cuenca Minera hasta la Sierra. En Onuba (en la capital onubense) los hallazgos en 2000 de los restos del Colegio Francés fueron especialmente reveladores, porque entre otras cosas permitió delimitar la ciudad, ya que según la norma romana la necrópolis se situaba siempre en el extraradio. También en la capital, se localizaron yacimientos en los a?os 70 en la calle Plácido Ba?uelos, la calle Palos o el Cabezo de la Esperanza. También se halló una necrópolis en la calle Vázquez López.

Otros yacimientos funerarios vinculados a ciudades, son el de Urión en Riotinto o el de la ciudad de Turobriga en los llanos de San Mamés a tan sólo tres kilómetros de Aroche. Según explica Nuria Vidal este último yacimiento es uno de los mejor conservados. "Asimismo tenemos los hallazgos funerarios vinculados a establecimientos costeros y plenamente excavados, analizados y documentadas como el Eucaliptal de Punta Umbría, el Terrón de Lepe o el Cerro del Trigo en Do?ana". Además, la profesora Vidal apunta a la existencia de un mausoleo funerario "del que sólo disponemos información superficial pero que se relaciona con algún establecimiento cercano en la Punta del Moral". De igual forma, para su Proyecto Onuba han recopilado la información de otros restos estudiados por otros investigadores.

Entre todos estos restos no se establecen diferencias por su situación geográfica en la provincia, sino por su cronología. En cualquier caso, las peculiaridades del terreno o del entorno donde se levantan pueden condicionar el empleo de determinados materiales a la hora de construir las tumbas o de determinados ajuares. "Además las diferencias cronológicas se adaptan al patrón general romano, al igual que ocurre en el resto de la Bética". "Huelva se adapta plenamente a los esquemas de vida romana"

Lo que sí es cierto es que el ritmo de adopción o de penetración de Roma en Huelva va a estar condicionado por la propia idiosincracia de la zona. La investigadora explica que el sur de la provincia, la costa y la Tierra Llana, eran zonas muy acostumbradas a la llegada de diferentes culturas por lo que la 'romanización' resultó mucho más sencilla. No ocurrió lo mismo en la Sierra, donde las gentes eran menos proclives a la ocupación. Esto explicaría el levantamiento ex novo de Turobriga en Aroche, cuya fin no era otro que el facilitar el calado romano en la Sierra de la provincia onubense. Sin embargo, Nuria Vidal insiste en que "la romanización de la provincia de Huelva ha sido tan intensa como en cualquier otro lugar".

Sobre este asunto, la falta de espectacularidad de los restos romanos que algunos se?alan en Huelva puede deberse según la investigadora a dos motivos. Primero, una carencia realmente de ellos (opción que Vidal rechaza, se?alando al hallazgo de Turobriga); y segundo, que el propio crecimiento urbanístico de la ciudad ha propiciado que poco a poco se perdieran muchos de los monumentos que presumiblemente se levantaron sobre Onuba u otras ciudades, y de los que sí se encuentran referencias en textos de los siglos XVII o XVIII. "Hay que tener en cuenta que la concepción actual de protección del patrimonio histórico no se tenía hace 20 o 25 a?os".

La profesora Nuria Vidal se?ala que, atendiendo a toda ese documentación en la que se hace referencia a restos de los que no se tiene constancia en la actualidad, podría ubicarse una de las entradas de Onuba en el lugar en el que actualmente se levanta la plaza de San Pedro de la capital, y que estaría marcada por arco monumental.

En la actualidad, los integrantes del grupo continúan trabajando en las excavaciones, recopilando más información que les permita reconstruir con la mayor exactitud posible cómo era la vida en Onuba. "La investigación no acaba nunca, y siempre se está a la expectativa de encontrar nuevos restos arqueológicos que puedan corroborar algunas hipótesis o bien levantar otras distintas".

No hay comentarios:

Publicar un comentario