24 de octubre de 2005

Lancia - Leon

La expropiación pendiente
 
 
La ciudad astur-romana de Lancia se asienta, en buena parte, en terrenos privados, además sólo ha sido excavada una mínima parte, lo que hace prever que faltan décadas para encajar este puzle
 
?l gran puzle que constituye Lancia, la que fuera la mayor ciudad de los astures y, posteriormente, enclave romano, está aún muy lejos de estar completo. Buena parte de los terrenos donde se asienta el yacimiento arqueológico, en el municpio de Villasabariego, son de propiedad privada.

Pese a que la Diputación ha anunciado en muchas ocasiones su intención de comprar esas fincas, lo cierto es que la decisión se ha ido, inevitablemente, posponiendo. De hecho, el foro, cuya localización se conoce desde hace a?os, nunca ha podido ser excavado por tal motivo.

Asimismo, hasta la fecha, las campa?as que anualmente pone en marcha el Instituto Leonés de Cultura para ir desenterrando Lancia son muy limitadas en el espacio y en el tiempo.

En apenas tres meses y, básicamente con mano de obra voluntaria y estudiantil, los responsables del yacimiento tienen que elegir en qué peque?a retítula clavan el «pico y la pala».

Es una labor muy lenta. De seguir el ritmo actual de excavaciones, en Lancia restan aún muchos a?os para sacar a la luz los restos de los primeros habitantes (los astures) y de sus sucesores (los romanos).

Primeros restos astures

De hecho, hace cinco a?os aparecían los primeros restos tangibles de los astures; lo que hasta entonces sólo habían sido indicios.

Debajo de las termas romanas se localizaron las huellas del poblado de los astures; el asentamiento que Carisio respetó tras derrotar al ejército indígena al final de las guerras cántabras, para que «sin quemar fuese mejor monumento de la vitoria romana».

Unos restos poco espectaculares, en apariencia, pero de vital importancia para conocer a los primeros pobladores. Las construcciones de los astures eran caba?as de materiales le?osos y cubierta vegetal, por lo que sólo se ha recuperado, de momento,

la huella circular de los postes que las sostenían, hornos para la cocción de alimentos, una calle empedrada, además de

ajuares cerámicos y metálicos y

restos óseos.

El primitivo poblado prerromano, según los expertos, tendría unos 1.500 habitantes, de ahí que Carisio la denomina en

sus escritos como «la ciudad

más importante de los astures».

Según los expertos, los astures eran menos cultos que los celtíberos, no comerciaban y el peso del trabajo lo llevaban las mujeres.

«La mujer tiene en esta sociedad una gran importancia, a ella pasa

la herencia, el marido entrega la dote a su muerte y ellas se casaban con los hermanos del marido. Cada mujer tiene varios maridos», escribe Matías Díez Alonso.

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