Archena - Murcia

EL BALNEARIO DE ARCHENA CONFIRMA EL IMPORTANTE HALLAZGO ARQUEOLÓGICO DE LAS ÉPOCAS ROMANAS



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J. Pons. ARCHENA

Un importante hallazgo arqueológico ha sido descubierto en el balneario de Archena mientras se realizaban las obras de construcción de un aparcamiento subterráneo en el centro turístico, tal como adelantó en exclusiva Vega Media Press. Restos humanos, una tumba tardorromana, y una acequia islámica, además de diversos enseres y monedas de la época han aparecido mientras operarios del complejo termal trabajaban en la explanada del futuro subterráneo.

Las obras están situadas entre las actuales piscinas, el monte y el río en una zona que ha sido de servicios desde el siglo XVII y que ha sufrido a lo largo de los últimos siglos remociones de tierra e incluso voladuras con dinamita. Pese a todas las alteraciones se han podido documentar una serie de restos en un estado de conservacion suficiente para su interpretación, según el arqueólogo Gonzalo Montilla Seiquer, profesor de la Universidad de Murcia, que ha sido el director de la excavación y la investigación.

De los resultados de la excavación cabe destacar la recuperación de la topografía original que desde el monte se dirige al río y que consiste en una pendiente de margas muy inclinada en la parte superior, algo más suavizada en las zonas inferiores, donde crestas, lomas y vaguadas permitieron la ubicación de instalaciones romanas.

Entre los restos estructurales encontrados destacar una Tumba Tardorromana, excavada en las arenas de una gran riada y que consiste en una caja de piedra de medio tama?o construida contra tierra de 2 por 1,10 mts. El fondo es una cama de cal y grava y la cubierta formada por grandes piedras alargadas, irregulares y selladas con cal. En su interior se encontró el esqueleto de una mujer de una edad comprendida entre 20 y 30 a?os, en posición de cubito supino y con la cabeza orientada al oeste. La tumba no contiene ajuar y se puede situar cronológicamente entre los siglos V y VII d. C. y documenta por primera vez el uso del manantial y de su agua termal en ésta época.

También ha aparecido un horno ovalado para cocer teja y ladrillo, semiexcavado y semiconstruido en la parte baja de una de las laderas de margas. Solamente se conservaba la parte excavada y el derrumbe de la construída que había en su interior. En él se pueden distinguir tres fases siendo la fase final la de la amortización del mismo y su uso como vertedero, habiendo encontrado entre los materiales del vertedero cerámicas itálicas de paredes finas, de cáscara de huevo, rojo pompeyano y dos monedas de Cartago Nova una de Augusto y otra de Tiberio. Puesto que la amortización del horno se produce en el primer cuarto de siglo I d. C, habría que situar su construcción, como mínimo, a mediados del siglo I a. C.

En el entorno aparece asimismo una mansión, situada en una cota superior, ya que en lugar de estar en ladera, aprovecha una de las vaguadas que hay en la parte alta de las margas, en la que se observan un patio cuadrado y una habitación de servicio abierta al patio, que limita con un muro de mampostería. Los materiales aparecidos, semejantes a los encontrados en el interior del horno, sitúan cronológicamente la instalación entre Augusto y Claudio y su abandono en época de Nerón.

Finalmente se ha hallado una acequia islámica. En una cota coincidente con los niveles de huerta actuales se documentaron restos de una noria islámica y que demuestran que durante los siglos XII y XIII había una explotación agrícola en el lugar.

La Dirección de Balneario de Archena, “muy sensibilizada e interesada en conocer y conservar todos los hallazgos encontrados tiene el firme proposito de musealizar in situ los restos encontrados, integrarlos en el entorno en el que han sido hallados y dejarlos de forma que se puedan visitar”, explicó un portavoz del Balneario.