La cripta de la Catedral cerrada y Cascalerías en manos privadas
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LEON.— Dos de los restos romanos más importantes descubiertos en León se hallan bajo dos criptas: en la Catedral y en la calle Cascalerías.
La primera, denominada de la Catedral, porque se halla bajo la plaza que precede a la Seo, o Puerta Obispo, su nombre oficial, permanece cerrada a cal y canto desde 1997, única vez en que abrió sus puertas para que el Príncipe de Asturias la visitara. Después de ese día nadie más ha podido conocer lo que encierra la cripta.
Bajo el suelo de la plaza de la Catedral se descubrieron las termas y restos de una inmensa puerta de acceso a la ciudad que permite conocer cómo se abría. También se hallaron restos de cerámica y multitud de piezas romanas fechadas en el siglo I y procedentes del campamento de la Legio VII.
Los expertos aseguran que los restos de la cripta de la Catedral ense?an el devenir de la ciudad durante 300 a?os. Pero sólo lo ha podido contemplar el Príncipe porque el Ayuntamiento ha sido incapaz de negociar la liquidación de las obras que permitirían su apertura.
La cripta de Cascalerías muestra restos de una calzada y una bóveda romana. Pero está en manos privadas. El Ayuntamiento abrió esta cripta arqueológica el 10 de junio de 2004 pero quienes quieran visitarla están a expensas de que los propietarios del edificio que se alza sobre ella quieran ense?arla. Oficialmente debe estar abierta los fines de semana y varios días laborables durante los meses de verano, cuando aumenta la presencia de turistas. Pero la realidad es otra y son sus due?os quienes deciden.
Los restos acaban en los depósitos del Museo o en la Casona de Santa Marina
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LEON.— La normativa vigente obliga a que en el casco antiguo de León se desarrolle una excavación arqueológica antes de acometer una obra. En muchas ocasiones esos trabajos no desvelan restos de interés pero en los que sí aparecen objetos o vestigios romanos.
La mayoría de esos objetos acaban en los depósitos del Museo de León entre otras razones para evitar el expolio de unos restos que pertenecen a todos.
Allí permanecen ocultos a las visitas durante a?os y nadie publicita su existencia ni advierte que están depositados allí.
Otro depósito improvisado en la Casona de Santa Marina donde se acumulan todas las piezas del acueducto romano halladas en la excavación previa a las obras de la Ronda Sur. Sin más de 600 y están almacenadas a la espera de que los expertos concluyan el estudio de la infraestructura romana que abastecía de agua al campamento de la Legio VII.
Se decidió depositar esas piezas en la Casona porque en sus inmediaciones está el yacimiento de Santa Marina, uno de los hallazgos más importantes de los últimos a?os, y donde se preveía crear un aula arqueológica que mostrara el legado romano en la ciudad de León.
Pero este proyecto de Santa Marina permanece olvidado y el yacimiento arqueológico tapado con plásticos para evitar el deterioro de los restos que muestran el campamento de la Legio VI, la que fundó la ciudad.
Roma sepultada bajo la arena de León
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LEON.— El legado de Roma yace bajo las losas de León. Numerosas legiones dejaron su impronta en la ciudad y cada vez que se inicia una obra en el casco viejo afloran las huellas de su presencia.
La polémica suscitada por los restos del campamento militar de la Legio VII en un solar de la calle San Pelayo, los Principia, donde unos deciden enterrarlos porque a su parecer carecen de interés y otros, los más, abogan por preservarlos y musealizarlos porque son únicos en Europa, vuelve a poner sobre la mesa el eterno debate sobre qué hacer con los restos arqueológicos en una ciudad rica en la huella del pasado.
El consenso que ha prevalecido a la hora de reclamar la conservación de los Principia ha estado ausente, durante décadas, en otros restos, también romanos, que aguardan olvidados un futuro. Ahora se quiere rescatar esa parte fundamental de la historia de León y crear una ruta romana que, bajo la declaración de Bien de Interés Cultural, logre el dinero necesario para aflorar con dignidad y quedar como testigo de la historia.
A la espera de un dictamen que los rescate del olvido aguardan restos de la Legio VI en Santa Marina, el campamento de la Legio VII, restos de la muralla en Conde Luna, de un posible anfiteatro en Cascalerías o la huella de la población civil que acompa?aba a todo asentamiento militar de la época con sus vías, canalizaciones y viviendas.
Mientras se resuelve ese futuro incierto León alberga en sus entra?as restos arqueológicos que desvelan sus orígenes y que han sido catalogados como únicos en toda Europa.
Los Principia. Fueron descubiertos en febrero de 2004 en un solar de la calle San Pelayo. La excavación mostró restos del cuartel general de la Legio VII que, durante tres siglos, estuvo asentada en León. Fue la única legión que estuvo de forma estable en la península y desde ella, el general Galba acometió el asalto a Roma donde propició un cambio de poder.
Para el comité de expertos del Consejo de Europa que visitó León en 2004 esos restos son únicos y de ahí que recomendará no sólo su conservación sino su puesta en valor. Eso significa que deben ser musealizados y objeto de estudio.
Pero los restos han estado envueltos en al polémica desde su descubrimiento. La comisión territorial de Patrimonio dictaminó que carecía de interés y propuso que fueran destruidos y conservados sólo de forma documental y fotográfica para ser mostrados en el portal de la vivienda que se quería construir sobre ellos.
La presión popular y política obligó a dar un giro a ese dictamen y el Ayuntamiento, pese a las recomendaciones de la comisión, decidió eludirla y buscar todos los argumentos posibles que permitieran la conservación de los restos del campamento militar.
Ahora se está desarrollando un pulso con los propietarios del solar, a los que se les ha concedido un plazo de 20 días para negociar la permuta de los terrenos o el Ayuntamiento iniciará un expediente de expropiación forzosa.
Bajo todo este maremagnun de dictámenes y actitudes los restos de la Legio VII han conseguido un indulto que se ha negado a otros yacimientos próximos.
Yacimiento de Santa Marina. Su descubrimiento en 1998 supuso un vuelco en la historia de León porque desveló restos de la Legio VI, con lo que se adelantó un siglo la fundación de la ciudad que hasta ese momento se estimaba en el a?o 70 a.c. Pese a la importancia del yacimiento desde su descubrimiento permanece bajo plásticos, olvidada y escondida a los ojos de todos. Hace unos a?os los voluntarios de Promonumenta procedieron a limpiar la excavación a instancias del arqueólogo municipal, que supervisó los trabajos.
Mientras yace bajo un manto de plásticos, que tratan de proteger los restos, cada campa?a electoral resucita la vieja promesa de construir allí un aula arqueológica que rescate el tesoro que esconde. Pero los a?os transcurren y el plástico es el único que permanece. Todas las demás promesas caen en el olvido aunque de vez en cuando algún experto recuerda que bajo el suelo de Santa Marina, en la carretera de los Cubos, se oculta el origen de la ciudad.
Cascalerías. Las excavaciones previas a una nueva construcción desvelaron en la calle Cascalerías, enfrente de la cripta que muestra un trozo de bóveda de una edificación civil, los restos de un posible anfiteatro. Formaría parte de la denominada canabae, que es donde vivía la población civil que acompa?a a los campamento militares y que se asentaba fuera del recinto de la legión.
Los restos hallados a principios de este a?o siguen la tónica general de León: están tapados con tierra a la espera de un estudio que determine de forma definitiva su origen e interés.
Desde el Ayuntamiento insisten en que el futuro de estos restos pasa por su conservación y exposición, formando parte de la trillada ruta romana por la ciudad que todos prometen y ninguno crea de forma definitiva.
Conde Luna. En el número dos de la plaza se descubrió en enero de 2001 restos de la primera muralla de León construida por la Legio VI y restos superpuestos de dos fortificaciones levantadas por la Legio VII. Pero la excavación, como siempre previa a una obra, dejó al descubierto también restos de cerámica y fragmentos de una coraza de legionario, que supuso la tercera de sus características que se ha hallado en León en diferentes trabajos arqueológicos.
En la actualidad la excavación está tapada aunque en su día los arqueólogos que dirigieron los trabajos apuntaron la necesidad de conservar, al menos, los restos de la primera muralla de León.
Unos metros más allá, al otro lado de la plaza, también se descubrieron restos de barracones romanos que, aunque se están estudiando, serán enterrados porque no están catalogados como de cierta entidad. Sin embargo otros expertos aseguran que podrían formar parte de la esquina de un palacio real sobre el que luego otros asentamientos levantaron sus propios edificios.
Pablo Flórez. Son una buena muestra del trato que reciben los restos arqueológicos en la ciudad de León. En una zona rica en huellas romanas, en la calle Pablo Flórez, afloraron restos romanos durante una obra. Los expertos aseguran que se corresponden con barracones de la legión y restos de asentamientos civiles. Junto a estos restos, unos metros más allá, en la calle Cardenal Landázuri, otra excavación dejó al aire la huella de más barracones romanos. Otro tanto sucedió en la calle del Cid.
11 de septiembre de 2005
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