Este año los trabajos se han centrado en la recuperación de mosaicos
http://www.diariolatribuna.com/CiudadReal/secciones.cfm?secc=Local_TPU&id=207441
E l yacimiento arqueológico de La Bienvenida no para de dar frutos que nos hablan de los moradores de Sisapo, enclave considerado el eje de la gestión y explotación del cinabrio más afamado del Imperio Romano en la península y la cabeza del distrito minero del Norte de Sierra Morena.
Patricia Hevia y Germán Esteban forman un matrimonio de arqueólogos al que ha ‘enganchado’ el yacimiento hasta el punto de que decidieron dejar Madrid y se afincaron definitivamente en la zona donde han formado una familia y donde trabajan desde hace quince a?os dirigiendo las excavaciones y desentra?ando los secretos que esconde el gran libro de historia que es la antigua ciudad romana. Este a?o, aunque la Junta les ha reducido el número de operarios (18), han conseguido rescatar gran parte del mosaico de cerca de 90 metros cuadrados de superficie que adornaba el triclinium o comedor de la ‘Domus de las columnas rojas’, una gran mansión situada en una calle porticada que discurre en dirección N-S de la ciudad y en la que el grupo de arqueólogos lleva excavados 1.000 metros cuadrados. De este mosaico se ha descubierto algo más de la mitad aunque Patricia espera conseguir rescatarlo en su totalidad antes de que finalice la campa?a, el 14 de noviembre.
El mosaico se mantiene intacto ya que solo se aprecian peque?as «lagunas» de unos centímetros y el resto está perfecto. Forma una gran alfombra de figuras geométricas que en la parte central muestra dos máscaras de teatro y ánforas. En los bordes del cuadro principal hay un gran marco de ‘nudos de Salomón’ y detalles de peces y animales marinos y lo bordea una gran cenefa u orla que llega hasta la base de las pareces. Los colores de las teselas que lo forman son negro, rojo, granate, blanco y algunos azules y verdes en los adornos de pasta vítrea de las máscaras.
Se trata de una estancia rectangular donde, en la parte que bordeaba la alfombra central del mosaico se colocaban los triclinia, bancos para comer, donde comian recostados y de tres en tres. La estancia tiene un acceso principal que comunica con el periscilo, que es la entrada principal de la vivienda y otro secundario que comunica con el pasillo por el que se accede a la cocina. Patricia se muestra maravillada de la buena conservación del mosaico, teniendo en cuenta la gran cantidad de escombros que en una época tardía se acumularon sobre esta estancia, cuyo solado se ha descubierto a 2,25 metros debajo de la superficie.
Simultáneamente, este a?o se ha descubierto otro mosaico de menores dimensiones (18 metros cuadrados) correspondiente al vestíbulo de acceso al comedor desde el peristilo. Este mosaico está perfecto de conservación y tiene un dibujo más sencillo. Esta pavimentación a base de mosaicos son de finales del siglo II d. de C. El esquema constructivo de la vivienda corresponde a una casa de peristilo en la que el gran patio central sirve como distribuidor de las distintas estancias que se ubicaban a su alrededor. En la zona principal y bordeando el patio central se encuentran los cubículum o dormitorios, uno con un pavimento de mosaico con adornos de abanicos motivos utilizados para estancias femeninas. Este mosaico se encuentra en el Museo Provincial donde fue llevado para su restauración aunque Patricia Hevia desea recuperarlo para volverlo a poner en su lugar. También hay otra gran estancia o tablinum destinada al due?o de la vivienda donde probablemente despachaba sus asuntos. El mosaico encontrado en esta estancia tiene decoraciones de pájaros y está parcialmente destruido por una intervención posterior.
Patricia Hevia y Germán Esteban forman un matrimonio de arqueólogos al que ha ‘enganchado’ el yacimiento hasta el punto de que decidieron dejar Madrid y se afincaron definitivamente en la zona donde han formado una familia y donde trabajan desde hace quince a?os dirigiendo las excavaciones y desentra?ando los secretos que esconde el gran libro de historia que es la antigua ciudad romana. Este a?o, aunque la Junta les ha reducido el número de operarios (18), han conseguido rescatar gran parte del mosaico de cerca de 90 metros cuadrados de superficie que adornaba el triclinium o comedor de la ‘Domus de las columnas rojas’, una gran mansión situada en una calle porticada que discurre en dirección N-S de la ciudad y en la que el grupo de arqueólogos lleva excavados 1.000 metros cuadrados. De este mosaico se ha descubierto algo más de la mitad aunque Patricia espera conseguir rescatarlo en su totalidad antes de que finalice la campa?a, el 14 de noviembre.
El mosaico se mantiene intacto ya que solo se aprecian peque?as «lagunas» de unos centímetros y el resto está perfecto. Forma una gran alfombra de figuras geométricas que en la parte central muestra dos máscaras de teatro y ánforas. En los bordes del cuadro principal hay un gran marco de ‘nudos de Salomón’ y detalles de peces y animales marinos y lo bordea una gran cenefa u orla que llega hasta la base de las pareces. Los colores de las teselas que lo forman son negro, rojo, granate, blanco y algunos azules y verdes en los adornos de pasta vítrea de las máscaras.
Se trata de una estancia rectangular donde, en la parte que bordeaba la alfombra central del mosaico se colocaban los triclinia, bancos para comer, donde comian recostados y de tres en tres. La estancia tiene un acceso principal que comunica con el periscilo, que es la entrada principal de la vivienda y otro secundario que comunica con el pasillo por el que se accede a la cocina. Patricia se muestra maravillada de la buena conservación del mosaico, teniendo en cuenta la gran cantidad de escombros que en una época tardía se acumularon sobre esta estancia, cuyo solado se ha descubierto a 2,25 metros debajo de la superficie.
Simultáneamente, este a?o se ha descubierto otro mosaico de menores dimensiones (18 metros cuadrados) correspondiente al vestíbulo de acceso al comedor desde el peristilo. Este mosaico está perfecto de conservación y tiene un dibujo más sencillo. Esta pavimentación a base de mosaicos son de finales del siglo II d. de C. El esquema constructivo de la vivienda corresponde a una casa de peristilo en la que el gran patio central sirve como distribuidor de las distintas estancias que se ubicaban a su alrededor. En la zona principal y bordeando el patio central se encuentran los cubículum o dormitorios, uno con un pavimento de mosaico con adornos de abanicos motivos utilizados para estancias femeninas. Este mosaico se encuentra en el Museo Provincial donde fue llevado para su restauración aunque Patricia Hevia desea recuperarlo para volverlo a poner en su lugar. También hay otra gran estancia o tablinum destinada al due?o de la vivienda donde probablemente despachaba sus asuntos. El mosaico encontrado en esta estancia tiene decoraciones de pájaros y está parcialmente destruido por una intervención posterior.
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