Santiponce - Sevilla

Itálica, una ciudad cosmopolita

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LA CRÓNICA DE JOSÉ LUIS DOMÍNGUEZ/ santiponce. Para los amantes de la Arqueología, EEUU no es un buen sitio. Eso piensa Natán Reynolds, un joven de 23 a?os nacido en Ohio. Reynolds ("como el de los cigarrillos, pero sin su cuenta corriente", dice) es uno de los integrantes de la quinta edición del campo de trabajo de Itálica, que comenzó el pasado lunes y finalizará el próximo 7 de agosto.
El norteamericano se graduó en Historia en la Universidad de Cedarville, en su estado natal, y el pasado a?o ya pasó algunos meses en Sevilla. Era vecino del barrio de la Macarena y estudiaba en la Hispalense. "Quería aprender espa?ol e Historia de Europa" –cuenta–, aunque también tuvo tiempo para conocer bien la ciudad. A Natán le gustó la experiencia y hace unos meses se puso a indagar por internet desde su casa, en Ohio. La búsqueda terminó con su matriculación en el campamento de la antigua urbe romana, tras pagar los correspondientes 72 euros.

El campo de trabajo, organizado por el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) con la colaboración del Conjunto Arqueológico y del Ayuntamiento de Santiponce, acoge por primera vez a personas extranjeras. En total son doce jóvenes, de los 24 (de 18 a 26 a?os) que participan este a?o, los que proceden de fuera de Espa?a. Entre ellos hay franceses, griegos, italianos, alemanes, serbios y está Natán, que, por sus conocimientos de castellano, a menudo hace de traductor en esta especie de Torre de Babel.

Pero aquí no construyen una escalera hacia el Cielo, sino que cavan para definir el exterior de la zona sur del anfiteatro, "porque, a pesar de que ya se había intervenido anteriormente, tiene mucha tierra acumulada", explica el monitor Juan Bosco Martínez. Y además, los problemas de comunicación no son tan graves como en el texto del Génesis. "Se resuelve con el inglés", revela Antonio Pelícano, animador sociocultural.

Los organizadores pretenden con esta apertura "fomentar los valores de la interculturalidad", en palabras de Marcos Agüera, coordinador provincial del IAJ. Y parece que lo están consiguiendo.

Marta Reche y Ruth Evangelio mencionan pronto la internacionalidad del campamento al comentar sus experiencias. Marta es sevillana, tiene 18 a?os y está matriculada en Historia del Arte en la Universidad de Sevilla; mientras que Ruth ha llegado a Santiponce procedente de Cuenca y es estudiante de Historia. A las dos les interesa la Arqueología. "Al principio era un poco raro, porque no hablábamos mucho [con los extranjeros]; pero después, con el inglés, los gestos... Estamos aprendiendo bastante con ellos", asegura este dúo de espa?olas, que participa por primera vez en una iniciativa de estas características.

En sus particulares vacaciones, estos 24 jóvenes tratan de localizar el pavimento sepultado; perfilan el contorno de la estructura del anfiteatro, y se están topando con fragmentos de cerámica y de hormigón procedentes del derrumbe de las bóvedas en duras jornadas de cinco horas (de 8.30 a 13.30) en las que aprieta el calor.

Pero la actividad no se acaba al abandonar la ciudad fundada por Escipión (206 a. C.). "El grupo también va a visitar lugares de interés cultural, como el Real Alcázar y Baelo Claudia (en Tarifa); además de Isla Mágica y otros sitios", comenta Javier Moreno, director del campo de trabajo.

Así que Marta, Ruth y Natán Reynolds ("como el de los cigarrillos") finalizan su jornada, precisamente en el Instituto Itálica (allí se hospedan), satisfechos y agotados, como el resto de compa?eros. Y ma?ana la antigua urbe será de nuevo el escenario donde compartirán risas, lecciones, comentarios sobre la vida romana y derroches de esfuerzo físico.