15 de julio de 2005

Malaga


Tras las huellas del anfiteatro romano de La Merced


Arqueólogos defienden en los cursos de Ronda que hay indicios fiables de la existencia de restos del edificio en este céntrico entorno



Ronda. Bajo los cimientos de la emblemática Plaza de la Merced podrían encontrarse los restos de un anfiteatro romano nunca descubierto en Málaga, según los restos hallados en el siglo XVIII por el arqueólogo Medina Conde, que se encontró con las gradas semicirculares propias de los cosos romanos. Un siglo después del hallazgo se creó y cimentó la plaza como hoy se conoce. La excavación no se ha planteado nunca, por el elevado coste económico y las dificultades que conllevaría. Así lo explicó ayer Luis Baena, profesor titular de Arqueología de la Universidad de Málaga (UMA), tras su charla sobre los anfiteatros de Andalucía en los cursos de verano de Ronda.
A los restos encontrados en el siglo XVIII le avalan su localización, cerca del teatro romano, pero levantado fuera de la ciudad. "La muralla que acotaba la ciudad se encontraba justo al final de calle Granada y en aquella época los anfiteatros y circos siempre estaban fuera de la ciudad, pero cercana a ésta para que el público acudiera sin dificultades", razona el arqueólogo, que precisa que el anfiteatro estaría justo debajo del antiguo convento de Santa Ana, emplazado en el extremo opuesto del clausurado cine Victoria.

Los anfiteatros tenían una construcción parecida a las actuales plazas de toros, aunque de planta lipsoidal. En ellos solían celebrarse principalmente luchas de gladiadores, según confirmó la profesora de Arqueología de la UMA María José Berlanga. Además, también acogían las veniationes, que consistían en las luchas de una persona contra un animal, y las llamadas damnatio ad fieras, en las que un delincuente inmovilizado era devorado por las fieras. El primer anfiteatro de piedra se construyó en Roma en el 29 a.C.

Aún se conservan mosaicos de la época, que representan las veniationes, como mostró Baena.

Entre los anfiteatros que mejor se conservan para ser visitados se encuentran los de Itálica y Carmona, mientras que los circos que aún hoy perviven son los de Tarragona, Toledo y Mérida. Baena ilustró la actividad de los circos de entonces, en los que había "combates de boxeo y acróbatas que amenizaban los descansos entre las carreras". Las mejores representaciones de espectáculos de circo en mosaico se conservan en Gerona, Barcelona e Itálica.

Por otro lado, el seminario contó ayer con la ponencia del catedrático de Epigrafía de la Universita Degli Studi di Roma Tor Vergara, Lidio Gasperini, que ofreció un recorrido por las aportaciones más reveladoras de la epigrafía o textos transmitidos en soportes perdurables. La epigrafía es de gran interés en las investigaciones de espectáculos de los que no hay restos arqueológicos. Es el caso de los anfiteatros que hubo en Écija, Astigi, Gades y Corduba. Estos últimos han salido a la luz en excavaciones recientes, según apunta Berlanga.

El catedrático de Arqueología de la UMA, Pedro Rodríguez Oliva, destacó que la epigrafía da cuenta actualmente de las reservas de asientos que aún se conservan en el teatro romano de Málaga. En otros recintos se ha descubierto a través de los mensajes transcritos en piedra el culto a un emperador determinado o los magistrados que costeaban a la ciudad.


http://www.diariomalagahoy.com/diariomalagahoy/articulo.asp?idart=1556174&idcat=2841

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