MERCADO
Romanos herrerenses
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El gran bastión romano asentado en Pisoraca ha devuelto por unas horas esa gran gloria que adquirieron en el pasado los herrerenses durante sus duras luchas contra los cántabros, gracias al recuerdo de la Legio IV Macedónica, que situó su campamento en Herrera de Pisuerga hacia el a?o 19 a.C. y hasta el 39 d.C.
Para recuperar esas raíces históricas el Consistorio herrerense lleva cuatro a?os celebrando un Mercado Romano, que en 2005 ha alcanzado un gran éxito, debido al fuerte impulso que desde la asociación de comerciantes de la localidad se le ha querido dar.
Desde primeras horas de la ma?ana de ayer, y de nuevo durante toda la jornada de hoy, la Plaza del Ayuntamiento se convertía en un auténtico Mercado Romano en el que no faltaron atracciones para los más peque?os, alimentos artesanales, orfebrería, bisutería, armaduras, libros y antigüedades.
Unos sesenta expositores se ubicaron en la céntrica zona, algunos estaban compuestos por comerciantes y ni?os de la localidad.
El alcalde herrerense, convertido en un general romano, explicaba en un perfecto latín que «estamos muy satisfechos con la acogida que está teniendo la actividad. Los expositores son de mucha calidad y lo bueno es que parece un auténtico mercado de la época romana por la amplia participación ciudadana con la que estamos contando».
Además el edil de Pisoraca recordaba que la base fundamental de la actividad es el yacimiento arqueológico, que es Bien de Interés Cultural, y anunciaba que en un plazo de dos a?os se podrán ver las primeras piezas gracias a un proyecto de musealización que se llevará a cabo.
ACTIVIDADES. Además de la artesanía romana que se mostraba en el corazón de Pisoraca, también se pudieron ver una serie de espectáculos que animaron el mercado norte?o. Una de las primeras acciones fue el gran desfile con el Emperador, ciudadanos, legionarios a pie y a caballo, gladiadores, doncellas, músicos, trovadores y comediantes. A continuación el ciudadano Cineo Calpurnio Pisón procedió a dar el pregón en el que mostró su dominio de la retórica latina y causó gran expectación.
Durante toda la jornada las exhibiciones y talleres se sucedieron. Desde el herrero que mostraba a los más peque?os cómo modelar herraduras de la suerte con su nombre, hasta el tiro con arco, la cetrería y los tatuajes con henna.
Pero también se pudieron ver en Herrera comediantes, luchas de romanos y gladiadores, una venta de esclavos y un lutier que deleitaba a los asistentes con el sonido de varios instrumentos de cuerda. Los más peque?os también tuvieron una gran gymkhana, fábulas, cuentacuentos y juegos.
El día finalizó con un espectáculo nocturno de fuego, basado en El Rapto de Proserpina,-en el que se narra como Plutón-dios del mundo subterráneo, se enamora y rapta a la diosa de la primavera- y una gran cena romana para todos los asistentes.
Además de los espectáculos, la ambientación con música especialmente creada para la actividad y una decoración muy cuidada hacían creer a los herrerenses que de nuevo eran invadidos por los romanos. Escena que hoy se repetirá y que hace que al menos por unas horas Herrera de Pisuerga se convierta otra vez en la gran ciudad de Pisoraca.
17 de julio de 2005
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