Vigo

El Vigo romano vuelve a aflorar en forma de horno en la calle Pontevedra

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Los técnicos aún no determinaron si era utilizado para construir ánforas, algo extraordinario
El hallazgo une la salazón de Marqués de Valladares y la salina de Rosalía de Castro

La zona de protección arqueológica sigue manteniendo secretos del pasado enterrados en el subsuelo de Vigo. Ahora, la preceptiva exploración en los solares del centro de la ciudad, antes de comenzar la construcción de un edificio, ha hecho aflorar un horno de época romana. El lugar del descubrimiento es un solar situado en la esquina de las calles Pontevedra y Rosalía de Castro.

Los trabajos arqueológicos, iniciados hace una semana, todavía no han podido ser totalmente valorados por los responsables del trabajo. El mal estado del yacimiento entorpece las investigaciones. Sin embargo, la datación parece que es un poco posterior al yacimiento de la factoría de salazón de pescado de la calle Marqués de Valladares. Hay que recordar que las ruinas allí encontradas se sitúan en el cambio de siglo del I al II, es decir, los primeros momentos de la ocupación romana.

Lo más importante

Sin embargo, este yacimiento todavía puede aportar gratas e importantes novedades en el caso de que este horno fuese algo más que un horno común. El hecho extraordinario se produciría si este artefacto fuese empleado para la fabricación de ánforas.

Mientras en Portugal son comunes, en Galicia sólo está totalmente confirmada la presencia de un alfar de ánforas en San Marti?o de Bueu, pieza que fue traslada al Museo Provincial a finales de la década de los ochenta.

La importancia de un horno para cocer ánforas viene dada por las actividades comerciales a las que iría asociadas. Sólo se fabricaban ánforas en aquellos sitios donde había algo importante que exportar, por ejemplo, la salazón de pescado que se elaboraba a escasos cincuenta metros en la factoría de la calle Marqués de Valladares.

Esta posibilidad está muy en el aire porque normalmente hay muchos fragmentos de cerámica en los alrededores de un alfar, y este yacimiento se encuentra arrasado. De hecho, sólo aparecieron los restos del horno en la parte oeste del solar, en la zona pegada al muro de la casa contigua.

Aunque no ha sido comprobado físicamente, sí existe documentación de presuntos hallazgos en el pasado de hornos en el Areal y Teis. Álvarez Blázquez hablaba de un horno de piedra construido con bóveda en las cercanías de la antigua factoría Yarza de Teis. Por otro lado, Nicolás Taboada Leal, el cronista vigués de mediados del siglo XIX, en su Descripción topográfica histórica de la ciudad de Vigo, aludía a unos hallazgos realizado en el Areal por dos vecinos, entre lo que se incluían hornos de piedra de bóveda y otros de ladrillo. No obstante, no ha quedado constancia física de estas referencias documentales.

La constatada presencia de una fábrica de salazón de pescado en Marqués de Valladares, y la salina de Rosalía de Castro, hacen verosímil la existencia de un alfar, que de ser cierto, conformarían un gran complejo industrial que abordaría todas las fases de la factura de salazón.