2 de mayo de 2005

Cadiz

El Teatro Romano, símbolo del esplendor de Gades



http://www.diariodecadiz.com/diariodecadiz/articulo.asp?idart=1242160&idcat=827

cádiz. Cuenta Estrabón que los gaditanos en un principio vivían en una ciudad muy peque?a; "más Bálbos el Gaditanós, que alcanzó los honores del triunfo, levantóles otra que llaman Nueva; de ambas surgió Didym, cuyo perímetro, aunque no pasa de veinte stadios, es lo suficientemente grande para no sentirse agobiada de espacio". Y así se inició la construcción de la Neápolis y la de un teatro que, actualmente, está considerado como el más antiguo y de mayores dimensiones de Hispania, después del de Córdoba. Todo un ejemplo del esplendor que vivió Gades en la Antigüedad clásica.
El Teatro Romano de Cádiz surgió "dentro de los planes urbanísticos de una familia gaditana, los Balbo, en su intención de dotar a su ciudad de importantes edificios públicos, a imitación de su capital, Roma", cuenta el arqueólogo Ángel Mu?oz Vicente. Los Balbo proyectaron ampliar el antiguo asentamiento fenicio construyendo otro nuevo junto a él. Este núcleo urbanístico es conocido como Neápolis, y de él se conocen, además del teatro, numerosos restos urbanos excavados en los últimos a?os. "Igualmente tenemos noticias de la existencia de otro importante edificio público, el anfiteatro, en el barrio adyacente al Pópulo, el de Santa María, en las cercanías de las actuales Puertas de Tierra", apunta Mu?oz, para quien el Teatro Romano es "uno de los pocos edificios antiguos de nuestra Península que cuenta con referencias directas de los autores importantes de la época. Así, Cicerón, refiriéndose al mandato político de Balbo en Cádiz, alude a ciertos usos del edificio por este personaje en beneficio propio".

Si los restos del anfiteatro fueron visibles al menos hasta el siglo XVI –su perímetro aparece representado en un grabado de esa época– el Teatro, por el contrario, estaba ya cubierto, o sus estructuras reutilizadas e integradas en la villa medieval erigida por Alfonso X en el siglo XIII. Y aunque desde el siglo XVIII existen referencias a subterráneos en la zona –sin duda relacionadas con algunas de las galerías del monumento, y que hablan de pozos que permiten acceder a una rotonda con asientos de mármol– hubo que esperar a octubre de 1980 para que, de una manera inesperada y casual, afloraran los restos del Teatro.

Porque la casualidad hizo que los sondeos arqueológicos encargados por el Ministerio de Cultura al entonces director del Museo de Cádiz para delimitar la zona de expropiación para descubrir la alcazaba medieval deparara el hallazgo del monumento romano. Posteriores sondeos permitieron localizar las gradas superiores, y, poco a poco, se excavó un tramo de la galería y del graderío. Hoy, del Teatro Romano perduran un buen número de filas de gradas de la summa cavea y la mayoría de las correspondientes a la media cavea, y se han documentado las gradas inferiores y parte de la orchestra. Hormigón romano, mortero de cal con piedras y un revestimiento de cal son los materiales con los que se construyó el monumento.

Ángel Mu?oz indica que el sector superior de la summa cavea ha desaparecido tanto por la utilización de sus materiales para construir inmueble en la época medieval como por la propia acción del mar. Pero junto a este sector socavado se ha conservado "excepcionalmente", dentro de otras construcciones, un tramo de muro curvo que corresponde a la fachada trasera del Teatro, "así como parte del entramado que sostendría el graderío y el inicio de un pasillo o deambulatorio tras la fachada".

Entre esta zona y la primera línea de gradas conservadas se observa también una hilada de sillares de piedra ostionera "que quizás corresponda a la pared lateral de mayor radio de una galería superior, perdida en su mayor parte al arrancar la misma desde la cota de suelo que hoy pisamos". Por el oeste, el graderío se adentra bajo el ábside de la Catedral Vieja, la Casa de Contaduría eclesiástica, la Posada del Mesón y la Casa de Estopi?án, que conserva restos en la planta baja. Y por el extremo oriental el graderío entra bajo la Guardería Municipal y, por consiguiente, bajo los cimientos del castillo medieval.

Un sondeo permitió en 1999 comprobar la existencia de otra bóveda paralela a la documentada en Estopi?án y permitía establecer la orientación del monumento y su diámetro: 120 metros.

Para Mu?oz, el futuro del Teatro "pasa por un replanteamiento de la ordenación urbanística actual de un grupo de inmuebles de escaso o nulo valor arquitectónico e histórico" del siglo XIX, "cuyo derribo permitiría sacar a la luz el resto del edificio, pudiéndose visualizar totalmente la orchestra, el resto del graderío y la scaena del Teatro más antiguo y el segundo más grande de Hispania".



Teatros romanos en la provincia de Cádiz: los casos de Carteia y Baelo Claudia

http://www.diariodecadiz.com/diariodecadiz/articulo.asp?idart=1242159&idcat=827


@ Envíe esta noticia a un amigo

La provincia de Cádiz por su especial situación geográfica, ha desempe?ado un papel preponderante a lo largo de su historia. Su emplazamiento en el extremo occidental del Mediterráneo ha generado en estas tierras un continuo fluir de pueblos y culturas. Las huellas de ese devenir histórico que nos ha legado el pasado, las encontramos en sus restos materiales del que son buena muestra los miles de yacimientos de distintas épocas y características y los incontables objetos hechos por el hombre como respuesta a unas necesidades vitales.
El a?o 206 a.C. significó para Gadir y su entorno su incorporación a la órbita del mundo romano. Para sus ejércitos, no sólo significó el final de la Segunda Guerra Púnica, sino también el inicio de la explotación económica de la Península. El pacto firmado por la ciudad de Cádiz con la república romana permitió durante muchos a?os la continuación de las tradiciones y aspectos organizativos de época fenicio-púnica y al mismo tiempo la génesis de un momento de despegue económico y alza comercial.

Los teatros de Gades, Baelo o Carteia, son buenos ejemplos, no sólo de la continuidad del gusto por los espectáculos griegos, sino también el exponente material de la nueva política imperial, religiosa o propagandística.

Los teatros no son sino un elemento más de la exportación a las provincias del modelo de la Vrbs (Roma), fenómeno en el que las élites locales debieron tener un papel primordial como intermediarios entre sus ciudadanos y el poder central.

Ahora que tanto se habla del hormigón intruso en Baelo Claudia, en referencia al modelo constructivo de la nueva Sede Institucional del Conjunto Arqueológico, me gustaría comenzar estos comentarios sobre nuestros teatros, hablando de sus fábricas, precisamente en buena medida (sobre todo el de Gades) realizados con un mortero denominado "opus caementicium", conocido popularmente por el nombre de "hormigón romano". Para pesar de algunos el "hormigón" no es un intruso en Baelo, tampoco lo es en Carteia y ni mucho menos en Gades, es un mortero cuyos orígenes se encuentran a finales del siglo III a.C. en el Lacio y la Campania que tuvo gran difusión en el mundo romano por ser una técnica fácil y económica desde el punto de vista constructivo.

El teatro de Carteia (San Roque) está ubicado en la parte más elevada de la ciudad, como es habitual en este tipo de edificios, que en su construcción aprovechan la pendiente natural del terreno, al igual que los de Gades y Baelo. De él en la actualidad sólo se aprecian los muros en opus caementicium, donde se apoyaba la parte superior de las gradas (summa cauea), y la cimentación del escenario. Las últimas investigaciones realizadas por la profesora L. Roldán, basadas en el análisis de las técnicas constructivas, apuntan a un edificio erigido dentro del programa imperial de construcción de teatros en las provincias occidentales, en época augustea con desarrollo algo posterior bajo los julioclaudios.

Su esquema es muy sencillo con un único sistema de acceso a la parte superior del graderío, mediante una entrada que coincide con el eje del teatro, a la que se llegaría mediante dos rampas enfrentadas. Sus dimensiones debieron ser notables, ya que los 84 metros de diámetro de la cauea le sitúan por delante de los de Itálica, Saguntum, Segóbriga o Bilbilis y muy próximo a los 86 metros del de Emérita (Merida) y 87 del de Cartago Nova (Cartagena).

El teatro de Baelo Claudia (Tarifa), parece que fue erigido en época de Nerón o Vespasiano, aunque algunos investigadores, sin embargo, le atribuyen una cronología de comienzos del siglo I de la Era. Sus dimensiones de 67 metros de diámetro, le equiparan a los de Acinipo (Ronda), Segobriga, Olisipo (Lisboa) o Toletum.

El esquema de la cauea se organiza en tres sectores semicirculares concéntricos (maeniana), subdivididos a su vez en ocho cu?as (cunei), que se han transformado en dieciocho tras las obras de restauración llevadas a cabo en los últimos a?os y que a corto plazo habrá que corregir.

El sistema de acceso a las distintas partes de la cauea se realiza a través de siete entradas abovedadas practicadas en la fachada curva, que evitan la construcción de galerías bajo el graderío y constituyen a su vez una disposición original, respecto al resto de los teatros de Hispania.

El teatro de Baelo presenta un buen estado de conservación, circunstancia ésta que ha permitido definir con exactitud su planimetría. Su orchestra estaba separada del escenario (scaena) por el pulpitum que aparece revestido de mármol y estucos pintados al fresco con motivos florales. Sobre el mismo se situaban dos esculturas de silenos en mármol (hoy conservados en el Museo de Cádiz) que arrojaban agua a modo de fuentes sobre dos recipientes o piletas adosadas al pulpitum.

Su ubicación en la parte oeste de la ciudad, alejado de la zona central, responde a una clara adaptación al relieve, al ser esta zona la de mayor pendiente.

Ángel Mu?oz Vicente

No hay comentarios:

Publicar un comentario