Tarifa-Cadiz

Aído dice que la protesta contra el 'búnker' de Bolonia fue un botellón


La delegada provincial de Cultura califica de botellón la movilización del fin de semana contra del centro de interpretación de Bolonia

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tarifa. Bibiana Aído, delegada provincial de Cultura, calificó ayer de botellón las movilizaciones llevadas a cabo durante el pasado fin de semana por grupos ecologistas y opositores a la construcción del futuro centro de interpretación del enclave arqueológico de Bolonia. Aído seńaló como muy positivo el que los ciudadanos muestren de manera pública su punto de vista y desacuerdo con la construcción, pero lamentó que la forma en que se desarrolló la manifestación adquirió más tintes de botellón que de una protesta ciudadana.
La delegada provincial de Cultura seńaló que formalizó la autorización pertinente para que los manifestantes pudieran hacer uso del aparcamiento de las ruinas para llevar a cabo sus actos, siempre y cuando los mismos no entorpecieran el régimen de visitas del enclave arqueológico.

Finalmente, las más de 1.500 personas que acudieron al reclamo de "Totus a Bolonia" no impidieron ni entorpecieron las visitas a las ruinas, pero sin embargo, en un informe remitido desde la dirección del conjunto arqueológico a la delegación provincial de Cultura, se detalla que los jardines colindantes al aparcamiento y que rodean las ruinas han sufrido dańos de consideración, así como el sistema de riego por goteo de los mismos. Dańos de los que culpan a los manifestantes.

De igual modo se deja constancia que la manifestación adquirió tintes de "botellón", donde el alcohol y el consumo de hachís, fue una tónica habitual. Incluso se apunta a que la Guardia Civil abrió varios expedientes sancionadores a algunos de los "romanos" que protestaban por las obras del centro de interpretación. Bibiana Aído seńaló ayer que las obras no se encuentran paralizadas y confía en que se cumpla con los plazos de tiempo previstos para la finalización de las mismas, de las que se encuentra convencida que tendrán un menor impacto a su finalización de lo que la gente cree. La delegada, aseguró que ha tenido la oportunidad de ver una reproducción virtual, y las medidas de minimización de impacto visual darán sus frutos.

Por su parte, el vicepresidente de la Asociación para la Interpretación del Patrimonio, Jorge Morales criticó ayer que la delegada, que no asistió al acto, hiciera valoración alguna del mismo. Morales seńaló que en la protesta hubo todo tipo de gente, los que fueron a la manifestación y a los actos de la tarde, y un público más juvenil que se encontró con una fiesta nocturna y que al reclamo de eso, aprovechó la coyuntura para disfrutar de una manera distinta a lo planeado.

Aún así, Jorge Morales insiste en que la protesta fue muy legítima y criticó el que, a pesar de que contara con los permisos, las autoridades no proporcionaran servicios de limpieza, algo que tuvieron que hacer los propios manifestantes.

Antonio Figueroa, de Ecologistas en Acción, Antonio Figueroa, calificó de surrealistas las críticas recibidas por parte de la delegada provincial de Cultura. Figueroa afirmó que "la delegada de Cultura se basa en desacreditar a las personas que han estado allí y no es capaz de emitir un juicio del edificio que está allí y es el motivo de la propuesta".

El portavoz de Ecologistas en Acción indicó que a la siguiente mańana se organizó un pelotón de limpieza. "Y dejamos el lugar mucho más limpio de lo que estaba antes. Eso la delegada no lo ha dicho e imagino que el director, que estuvo haciendo fotos, tampoco le habrá hecho fotos a la gente recogiendo colillas con sus propias manos", agregó.

Juan León Moriche, uno de los asistentes a las protestas, afirmó que el escándalo y el bofetón a Bolonia se lo da el edificio que se está construyendo y no la suciedad o las botellas que pudieron dejar los asistentes a la protesta del sábado en el aparcamiento. "La basura la recogieron los ecologistas con sus manos, cuando a la gente que va a una procesión de Semana Santa, al Rocío o a un partido de fútbol no se le pide que después limpie lo que ensucia. Lo que la Junta o el ayuntamiento de Tarifa tenían que haber hecho es poner papeleras, contenedores de basuras y vallas para proteger los jardines, y ahora no se lamentarían".

León ańadió que ni sus hijos ni los de decenas de personas que acudieron a la protesta en familia –muchas de ellas de la propia aldea de Bolonia– tomaron alcohol ni hachís. "De todas formas prefiero la compańía de borrachos y porretas a la de respetables políticos corruptos, o a la de arquitectos que se enriquecen gracias a sus tejemanejes en ese cáncer de la corrupción", agregó.

Jorge Morales seńaló que las protestas contra el edificio van a continuar en las próximas semanas, alejadas, quizás, de la formula empleada esta última vez.