25 de febrero de 2005

Mataró

Aparecen seis tumbas romanas en el centro histórico de Mataró
Publicado el Jueves, 24 de Febrero del 2005 (6:29:16) para www.canalspain.net por shimeria

Los arqueólogos municipales de Mataró encontraron ayer seis tumbas romanas de los siglos IV y V d.C. durante los trabajos de rehabilitación que se están llevando a cabo en la confluencia entre La Riera y la calle de Sant Josep del centro histórico de la ciudad. Los seis sarcófagos estaban en una superficie de unos 20 metros cuadrados.

Las tumbas corresponden a la última época de la necrópolis Iluro y cinco son cajas de piedra del siglo V. La otra es más antigua, probablemente del siglo IV, y corresponde al modelo de cupae, una estructura funeraria con cúpula que hacía funciones de panteón familiar.
Dentro de las tumbas se han encontrado restos mortales, que han sido trasladados a un laboratorio para determinar el sexo y la edad. Además, en la tumba más antigua, se han hallado dos ánforas.

Los enterramientos romanos
La tumba sepulcral fue un tipo de construcción que casi siempre estaba emplazada fuera de la urbe propiamente dicha. Las tumbas romanas, levantadas generalmente junto a las calzadas principales de entrada a la ciudad, tuvieron una extraordinaria variedad formal porque reflejaron los gustos personales de sus promotores y porque su función, alojar los cuerpos o restos incinerados de los muertos, podía adecuarse a cualquier forma. El emperador Augusto construyó su propio mausoleo en Roma entre los ańos 28 y 23 a.C., un gigantesco tambor macizo coronado por un túmulo, recordando los sepulcros de tierra de la época etrusca. El emperador Adriano erigió en el otro lado del Tíber un mausoleo aún mayor, construido para él mismo y sus sucesores (135 d.C.-139 d.C.), que en el siglo V se transformó en el castillo de Sant'Angelo. Un potentado contemporáneo a Augusto, Cayo Sestio, eligió hacia el ańo 15 a.C. una pirámide sepulcral, mientras que en la misma época un próspero panadero, Marcus Virgilium Eurysaces, decoró su tumba con un friso en el que se detallaban las diferentes fases de la cocción del pan. Las personas con menos recursos, los libertos en particular, fueron enterrados en tumbas comunales llamadas columbaria, en las que las cenizas de los fallecidos se depositaban en alguno de los innumerables nichos diferenciados por una simple inscripción. Se erigieron también grandes tumbas verticales, como la realizada en honor de la familia patricia de los Julios en Saint-Rémy de Provenza (Francia). Su mausoleo, construido hacia el 25 d.C., consiste en una gran base bajo un cuerpo de cuatro arcos y un pequeńo templo circular rematado por dos estatuas. Los sepulcros también podían estar horadados en las laderas de las montańas, con portadas monumentales talladas en los taludes de piedra, como en la necrópolis romana de Petra (actual Jordania).

La denominada Tumba o Torre de los Escipiones (primera mitad del siglo I d.C.) constituye uno de los mejores sepulcros conservados en la Hispania romana. Localizado cercano a Tarragona, presenta un aspecto de torre con cuerpos superpuestos, en los que se colocaron esculturas del dios Atis y bajorrelieves que quizás representan a los difuntos para los que se realizó el monumento, supuestamente rematado por una pequeńa pirámide.

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