4 de diciembre de 2004

Ferrol

Los restos de una villa romana se convierten en Mugardos en museo del placer termal



P. HERMIDA\FERROL

Una fuerte querencia mostraron los romanos por la ribera mugardesa de la ría de Ferrol, asentándose con pioneras factorías pesqueras, fábricas de salazón y confortables mansiones de descanso. El pasado de prosperidad económica de estos antecesores de la alta burguesía renace ahora con la recuperación de la villa de Caldoval, auspiciada por Ayuntamiento y Patrimonio gracias a la financiación de la empresa Reganosa.

Cuando todos los yacimientos salgan reordenados a la luz se convertirán en un proyecto pionero en Galicia: el museo gallego de restos romanos más interactivo con el público. Tomando como eje la pasión de Roma por la relajación termal, la excavación finalizará a principios de ańo tras dos meses de trabajo. Los restos se trasladarán a un sitio de mayor seguridad geológica donde crearán un centro arqueológico de interpretación, en el que se ofrecerá al visitante la estructura original de la vivienda romana. Como de la villa sólo se han conservado los inmensos bańos y salones gimnásticos, estas salas se convertirán en el plato fuerte del museo y el resto de las dependencias se reconstruirán con documentación.

Los yacimientos originales pertenecen a la residencia de un seńor de importante entidad económica. Según la jefa del Servicio de Arqueoloxía de Patrimonio da Xunta, María Jesús Tallón, "pola existencia de bańos privados de consideración, asociamos ó seu propietario cunha actividade comercial vinculada ó mar, de gran nivel monetario''. De la antigua villa se han recuperado cinco estancias, todas ellas dedicadas a los placeres del bańo. En ellas se suceden los servicios obtenidos de las propiedades termales: duchas de agua fría, bańos de agua caliente, saunas, espacios para el chapuzón entre piedras hirvientes.

Y un gran patio al aire libre da la bienvenida a los cuartos del bienestar acuático, dedicándose al gimnasio y al deporte. La proliferación de pequeńos galpones en torno a la lujosa residencia destinados al amarre de barcos o almacenamiento "din moito do seu dono, e de que participaba nunha actividade económica moi beneficiosa, posiblemente a salazón'', según María Jesús Tallón.

Aunque el proyecto del museo aún se encuentra en redacción, la jefa de Arqueoloxía ya plantea sus objetivos: reconstruir formalmente la villa romana, con una zona de termas original, y crear una ruta guiada por los yacimientos. Sería la primera iniciativa de este tipo en Galicia, con la finalidad de atender a un público cada vez más exigente, especializándose en la divulgación de la presencia de los romanos en estas tierras. Y mostrará la importancia del mens sana in corpore sano que tanto predicaron.



Factorías pesqueras del siglo III



Hipnotizados por la riqueza de sus aguas, los romanos se asentaron desde pronto en Mugardos, donde dejaron restos de factorías pesqueras del siglo III, y yacimientos en Meá o Noville. Hasta hace pocos ańos aún era visible la Calzada do Morteirado, en Franza, con innegable huella de centuriones. Y en la ensenada de O Seixo se localizaron objetos de la época, ya deshechos. En Neville llegó a asentarse una mansión, de la que sobrevivieron ladrillos, cerámica y vidrios. La nada compasiva erosión del mar ayudó a descubrirla, con sus zonas de descanso, su sistema de calefacción y sus 1.500 muebles. Incluso los restos alimenticios evidenciaban que allí los romanos no se privaban de nada: abundancia de marisco y caza. Pero la revelación de la villa de Caldoval nos muestra una mejor conservación, ayudada en su salida a la luz por el calor de este otońo

No hay comentarios:

Publicar un comentario