Olaya SUÁREZ
El yacimiento arqueológico de Veranes retrasa su apertura al público «hasta finales de este a?o o principios del próximo 2007». La concejala de Cultura, Mercedes Álvarez, se?aló ayer que la demora, «lejos de ser una mala noticia, es una buena se?al, ya que el retraso se debe a que los trabajos que se están ejecutando en el mosaico van a buen ritmo y están permitiendo su recuperación volumétrica prácticamente de forma total, al mismo tiempo que se está construyendo un edificio para protegerlo y dar idea de la altura que tenía la villa original».
El equipo de gobierno local había fechado en oto?o la apertura al público de la villa romana de Veranes. El valioso mosaico de 90 metros cuadrados hallado en una escalera ha motivado un nuevo retraso.
El equipamiento museístico del concejo verá la luz tras dos décadas y media de excavaciones e investigaciones arqueológicas y un gasto de más de cinco millones de euros, que se han destinado principalmente al acondicionamiento del lugar y su transformación en un gran museo al aire libre.
Los que sí tuvieron la oportunidad de contemplar la villa astur-romana fueron los más de 300 arqueólogos que ayer visitaron Gijón en el marco del XIX Congreso Internacional de Estudios sobre la Frontera Romana, que se desarrolla durante estos días en León y que es una de las más importantes citas mundiales de esta especialidad.
Mercedes Álvarez recibió a los participantes en el parque arqueológico de la Campa Torres, momento que aprovechó para narrar los trabajos de recuperación que se vienen desarrollando en la ciudad durante las últimas décadas. «El Ayuntamiento de Gijón ha hecho un esfuerzo para recuperar el patrimonio romano del concejo y poner en valor la riqueza arquitectónica existente», apuntó.
El director del congreso, el belga Raymon Brulet, puso de manifiesto «la importancia que tuvo la región asturiana en el período romano y la estrecha relación que mantuvo el norte de Espa?a con las tierras galas en el intercambio de productos». El arqueólogo resaltó además «la espectacularidad de las vistas existentes desde la Campa Torres, que hasta que no estás aquí no te haces una idea: es muy distinto verlo en fotografías o en vídeo; ahora me doy cuenta de por qué los romanos construyeron en este entorno».
Los participantes en el congreso sobre fortificación romana -que se celebra por primera vez en Espa?a- visitaron además las termas romanas del Campo Valdés, la muralla de Cimadevilla y la villa de Veranes en su acercamiento al período romano en Asturias. El próximo octubre, Gijón será sede de un nuevo congreso de arqueología y sus participantes tendrán también el privilegio de poder visitar el museo arqueológico de Veranes antes de su apertura oficial al público. El complejo tiene una hectárea de superficie y sus trabajos de recuperación dieron comienzo hace veinticinco a?os. Los orígenes de la villa se remontan al siglo I, aunque las investigaciones demuestran que la zona estuvo habitada hasta el siglo XIV. El museo se convertirá en un reclamo turístico y una referencia de estudio.
Los congresistas pudieron conocer los secretos de la villa tardorromana de Veranes meses antes de su apertura al público
Sin pincel, cuaderno y gorra, pero con ese aire entre despistado y concienzudo del buscador de tesoros, desembarcaron ayer en el Parque Arqueológico de la Campa de Torres más de 300 arqueólogos llegados de todo el mundo. Con su base de operaciones en León, ciudad donde se celebra el XX Congreso Internacional de Estudios sobre la Frontera Romana, estos expertos en la arqueología militar del imperio deambularon, observaron y alabaron, en muchos casos, los yacimientos y vestigios encontrados en Gijón.
Por primera vez en los 57 a?os transcurridos desde su fundación en la localidad inglesa de Newcastle, este congreso de caracter trianual, se celebra en Espa?a. El principal responsable de este logro es el catedrático de la Universidad de León, Angel Morillo, quien consideró que Gijón debía integrar la ruta de yacimientos que los participantes en esta cumbre merecían conocer durante su estancia. El museo de la Campa Torres "es un magnífico conjunto arqueológico que tenían que visitar", apuntaba ayer.
En tres oleadas, de un par de autobuses cada una, el entorno del museo de la Campa Torres se pobló de arqueólogos de 32 nacionalidades distintas pero con una misma pasión: las construcciones militares romanas. Según la concejala de Cultura, Mercedes Alvarez, quien quiso recibir personalmente a este nutrido grupo de expertos, "es un honor que arqueólogos de todo el mundo quieran conocer la puesta en valor del patrimonio romano hallado en Gijón, y los esfuerzos empleados en su recuperación y conservación en los últimos 25 a?os".
ENTRElos aspectos más valorados por algunos arqueólogos presentes ayer se encuentra las conexiones entre hallazgos encontrados en la zona de la Galia, en Francia, y los yacimientos tanto del norte como del sur de la península ibérica. "Está claro que hubo intercambio de productos como la cerámica y que se trajeron aquí", explica Raymond Brulet, profesor de la Universidad de Lovaina, en Bélgica.
Congregados a golpe de megáfono, estos versados excursionistas en los misterios que esconden las piedras, realizaron una visita al yacimiento castre?o-romano, donde también almorzaron y se desquitaron de los calores sufridos en tierras castellanas. Las termas romanas y la muralla romana de Cimadevilla también integraron el circuito arqueológico dise?ado para los congresistas, quienes además disfrutaron del privilegio de conocer los secretos de la villa tardorromana de Veranes, que abrirá sus puertas al público "a finales de a?o", concretó la concejala de Cultura. El retraso en su fecha de apertura, prevista para este oto?o, se debe a la decisión de reproducir la torre que anta?o protegía una de las joyas del complejo: un mosaico de 90 metros cuadrados del que especialistas de Madrid han conseguido restaurar 40 metros.
Los resultados de los estudios que permiten conocer la volumetría original de algunas partes de la villa "se han conocido recientemente", lo que ha motivado el cambio en el calendario de inauguración del nuevo museo arqueológico. La villa romana de Veranes, que data del siglo I después de Cristo y alcanzó su apogeo en el siglo IV, basa su relevancia en sus grandes dimensiones --ocupa una hectárea-- y su buen nivel de conservación. A finales de octubre, Gijón acogerá un coloquio internacional sobre villas romanas.
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