Un yacimiento que sólo tiene cinco hermanos en el mundo
Los vestigios de León esconden un tesoro arqueológico que comparten otras cinco ciudades europeas y que es símbolo de la importancia administrativa que la ciudad tenía para el Imperio
La noticia saltó en febrero del a?o pasado. Aquel día, los arqueólogos se mostraban reticentes a la hora de asegurar que se trataba de un anfiteatro y preferían ser cautos ante la magnitud del descubrimiento. No había muchas posibilidades. No podía ser ni foro, ni palacio, ni esconder las termas. Todo parecía indicar que, a pesar de los interrogantes que aún había que aclarar, el yacimiento escondía el espacio lúdico de los soldados de la Legio VII y el lugar en el que se realizaban los entrenamientos militares. Además, según los primeros datos, era uno de los más grandes de los encontrados en la península. Nada menos que cien metros cuadrados de arena. El pasado romano de León seguía demostrando de manera tozuda que la ciudad fue uno de los focos más importantes para el mantenimiento del esplendor imperial. Además, con el descubrimiento, se ponía fin a uno de los enigmas que más quebraderos de cabeza había dado a los arqueólogos desde que, en 1994, se descubriera la cripta de Cascalerías. Un anfiteatro militar. Normal. León no tenía porqué ser una excepción. Por eso estaba en León y no en Astorga. Seguía la estela de otras ciudades de frontera romana, como Caerleon (Gran Breta?a), Carnumtum (Austria) o Chester, también en suelo británico, Vindonissa, en Suiza, y Vetera Castra, en Alemania. Además, los arqueólogos intuyen que la ciudad de York también podría albergar un espacio de las mismas características, y que habría sido utilizado por la VI Victrix.
Caerleon fue el hogar de la Legio II Augusta, la Legio XX Valeria Victrix ocupó el territorio de la actual Chester, Carnuntum, en Austria, acogió a los legionarios de la XV Apollinaris, mientras que en Vindonisssa moraron los miembros de la XIIII Gemina.
En el caso de Chester, se trata de un coliseo romano de menor tama?o que el de la capital italiana, que data del siglo II después de Cristo y que albergó luchas entre gladiadores y soldados, además de ejecuciones públicas. La estructura de piedra hallada en el centro de Inglaterra formaba parte de un anfiteatro creado por los romanos en la invasión. El descubrimiento confirmó que la ciudad de Chester fue un centro político y administrativo crucial para Roma. Igual que León.
Cabe destacar que el anfiteatro se encontraba en el exterior del lugar ocupado por el campamento y que sus gradas se construyeron en madera y no en piedra, una de las razones que confundieron en un primer momento a los arqueólogos y que les llevó a desechar la viabilidad de que fuera un anfiteatro.
Tras el acuerdo al que ha llegado el Ayuntamiento con Santos Llamas, los vestigios del anfiteatro podrán ser visitados sin problemas y, lo que es más importante, se convertirán en testimonio de la génesis romana de la ciudad. Se trata tan sólo de un principio y de un principio bastante modesto, puesto que la mayoría de los restos arqueológicos conocidos de la ciudad continúan en la oscuridad a causa del desencuentro administrativo con los propietarios -caso de Puerta Obispo o de los Principia- o simplemente por la ausencia de fondos para hacerlos visitables (Santa Marina). Esperemos que el 2006 desbroce la maleza.
Caerleon fue el hogar de la Legio II Augusta, la Legio XX Valeria Victrix ocupó el territorio de la actual Chester, Carnuntum, en Austria, acogió a los legionarios de la XV Apollinaris, mientras que en Vindonisssa moraron los miembros de la XIIII Gemina.
En el caso de Chester, se trata de un coliseo romano de menor tama?o que el de la capital italiana, que data del siglo II después de Cristo y que albergó luchas entre gladiadores y soldados, además de ejecuciones públicas. La estructura de piedra hallada en el centro de Inglaterra formaba parte de un anfiteatro creado por los romanos en la invasión. El descubrimiento confirmó que la ciudad de Chester fue un centro político y administrativo crucial para Roma. Igual que León.
Cabe destacar que el anfiteatro se encontraba en el exterior del lugar ocupado por el campamento y que sus gradas se construyeron en madera y no en piedra, una de las razones que confundieron en un primer momento a los arqueólogos y que les llevó a desechar la viabilidad de que fuera un anfiteatro.
Tras el acuerdo al que ha llegado el Ayuntamiento con Santos Llamas, los vestigios del anfiteatro podrán ser visitados sin problemas y, lo que es más importante, se convertirán en testimonio de la génesis romana de la ciudad. Se trata tan sólo de un principio y de un principio bastante modesto, puesto que la mayoría de los restos arqueológicos conocidos de la ciudad continúan en la oscuridad a causa del desencuentro administrativo con los propietarios -caso de Puerta Obispo o de los Principia- o simplemente por la ausencia de fondos para hacerlos visitables (Santa Marina). Esperemos que el 2006 desbroce la maleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario