El GEN advierte de que la ley impide trasladar de sitio el acueducto de ses Galamones
Los ecologistas aseguran que si no se construye el solar que ocupa el monumento, éste no correrá peligro
El Grup d´Estudis de sa Naturalesa (GEN) asegura que la normativa internacional no permite el traslado de yacimientos arqueológicos y a?ade que éstos deben conservarse en el sitio donde fueron hallados. En este sentido, advierte de que legalmente el acueducto de ses Galamones no podrá ser trasladado de lugar.
Un comunicado del GEN explica que el propio arqueólogo del Consell Insular aseguraba el 30 de noviembre de 2004 que el tramo descubierto del acueducto «no es más que una parte de un total que originariamente debía tener kilómetros de largo y que merece ser conservado in situ».
Los ecologistas critican que ahora un informe técnico justifica el traslado del yacimiento. «No entendemos por qué se ha de actuar con criterios diferentes en casos similares», asegura el GEN, que a?ade que «la diferencia de criterios es arbitraria e injustificable para favorecer una vez más, los intereses de los promotores inmobiliarios bien relacionados».
Critican también que en el mismo solar apareció un edificio de época indeterminada que «ni siquiera fue excavado» y recuerdan que los promotores urbanísticos «derribaron el pasado mes de marzo una noria en ses Galamones, inventariada en el Catálogo de Arquitectura Rural de Vila y protegida en la revisión del Plan General con el máximo nivel», asegura la nota del GEN.
Por otro lado, los ecologistas remarcan que la Carta Magna Internacional aprobada por la Unesco en Venecia y asumida por el Estado espa?ol, «no permite el traslado de los yacimientos arqueológicos». El artículo 7 de la Carta Magna dice que «el monumento es inseparable de la historia de que es testigo y del lugar en el que está ubicado. En consecuencia, el desplazamiento de todo o parte de un monumento no puede ser consentido nada más que cuando la salvaguarda del monumento lo exija o cuando razones de un gran interés nacional o internacional lo justifiquen», explica el GEN.
La organización ecologista asegura que en el caso del acueducto romano «no se da ninguna de estas dos circunstancias, ya que si se modifica el proyecto de construcción del solar que ocupa, el acueducto no correrá peligro».
El Grup d´Estudis de sa Naturalesa (GEN) asegura que la normativa internacional no permite el traslado de yacimientos arqueológicos y a?ade que éstos deben conservarse en el sitio donde fueron hallados. En este sentido, advierte de que legalmente el acueducto de ses Galamones no podrá ser trasladado de lugar.
Un comunicado del GEN explica que el propio arqueólogo del Consell Insular aseguraba el 30 de noviembre de 2004 que el tramo descubierto del acueducto «no es más que una parte de un total que originariamente debía tener kilómetros de largo y que merece ser conservado in situ».
Los ecologistas critican que ahora un informe técnico justifica el traslado del yacimiento. «No entendemos por qué se ha de actuar con criterios diferentes en casos similares», asegura el GEN, que a?ade que «la diferencia de criterios es arbitraria e injustificable para favorecer una vez más, los intereses de los promotores inmobiliarios bien relacionados».
Critican también que en el mismo solar apareció un edificio de época indeterminada que «ni siquiera fue excavado» y recuerdan que los promotores urbanísticos «derribaron el pasado mes de marzo una noria en ses Galamones, inventariada en el Catálogo de Arquitectura Rural de Vila y protegida en la revisión del Plan General con el máximo nivel», asegura la nota del GEN.
Por otro lado, los ecologistas remarcan que la Carta Magna Internacional aprobada por la Unesco en Venecia y asumida por el Estado espa?ol, «no permite el traslado de los yacimientos arqueológicos». El artículo 7 de la Carta Magna dice que «el monumento es inseparable de la historia de que es testigo y del lugar en el que está ubicado. En consecuencia, el desplazamiento de todo o parte de un monumento no puede ser consentido nada más que cuando la salvaguarda del monumento lo exija o cuando razones de un gran interés nacional o internacional lo justifiquen», explica el GEN.
La organización ecologista asegura que en el caso del acueducto romano «no se da ninguna de estas dos circunstancias, ya que si se modifica el proyecto de construcción del solar que ocupa, el acueducto no correrá peligro».
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