Un pueblo, testigo del paso de civilizaciones
Los últimos hallazgos se sitúan en la Iglesia donde los restos arqueológicos y esculturas parecen indicar la existencia de un templo
Alhambra, al Este de Ciudad Real, entre las cuencas de los ríos Azuer y Alto Guadiana, dentro del Campo de Montiel, se sitúa sobre una meseta, que ha sido testigo del paso de civilizaciones y de la propia Humanidad, como demuestran la diversidad de restos arqueológicos hallados en 86 yacimientos, hasta el momento. Restos que van desde el Paleolítico, a la Edad de Bronce, pasando por asentamientos íberos, iberorromanos, romanos y visigodos, hasta la conquista de la ciudad por los musulmanes que serán quienes le den su nombre actual, para llegar a su momento de esplendor en la Edad Media, según reflejan los documentos. Así, Alhambra esconde en sus entra?as la historia desde los orígenes del hombre.
Y es que, en cada nueva excavación, los arqueólogos descubren nuevos tesoros. El último hallazgo se sitúa en la Iglesia de San Bartolomé, un edificio que data del siglo XIII, y que durante los últimos seguimientos arqueológicos ha sacado a la luz teselas de mosaico, estuco de la época de romana, y piezas de suelo de mármol, además de una parte de casa íberorromana. Si a esto se a?ade la relevancia de las esculturas romanas ubicadas en su entrada, todo hace pensar que bajo la iglesia se encuentra un verdadero templo o foro romano, destaca Francisco Gómez, presidente de la Asociación ?Alhambra Tierra Roja?.
No obstante, no menos impresionante ha sido el reciente descubrimiento de una cripta con dos entradas bajo el altar de la iglesia, en la que se han encontrado numerosos restos humanos del siglo XVIII, amontonados y revueltos. La cripta tiene forma de U, lo que lleva a creer a los expertos que justo en medio podría haber otro habitáculo independiente. Sin embargo, debido a la falta de tiempo y recursos, la cripta ha sido tapada hasta la siguiente fase de investigación, razón, a su vez, por la que numerosas excavaciones se han paralizado hasta disponer de medios, como el entorno del circo romano.
Restos. Los primeros hallazgos datan de 1956 en torno al descubrimiento de sarcófagos paleocristianos, situados de forma independiente a la gran necrópolis visigoda que se extiende a lo largo de la llanura, con múltiples espacios excavados en la roca a modo de sepulturas.
Así, en este paraje sagrado se descubrieron los elementos típicos con los que enterraban los cuerpos como pendientes, anillos, etc. Frente a esta cultura, las necrópolis íberorromanas, descubiertas en el a?o 1994, contenían urnas enteras y esculturas zoomórficas a modo de guardianes de la muerte, piezas que se encuentran expuestas en el Museo Arqueológico municipal, como gran parte de los restos hallados desde el Paleolítico.
De tal modo, el museo de Alhambra acoge todas las etapas por las que ha pasado el ser humano, exponiendo desde los toscos útiles usados hace 200.000 a?os hasta los más sofisticados de hace 50.000 a?os, además de mandíbulas de animales del pleistoceno como el equus o vacas prehistóricas, hasta llegar a la Edad del Bronce con la utilización de los metales, de los que hay variadas muestras, e incluso cráneos de aquellos antepasados de hace 3.500 a?os.
Asimismo, son muchas las fotografías expuestas sobre el entorno de la localidad, entre las que destacan detalles de inscripciones realizadas en roca o el imponente castillo árabe de los Omeya, situado en el cerro, en cuyos alrededores también se encontraron restos de enterramientos y estructuras constructivas de la Edad de Bronce y de Hierro.
Laminium. Será con la civilización romana con la que Alhambra entre en la historia de un modo que permita seguir con datos más fiables las huellas de su evolución. Se trata de una ciudad que debió ser relevante debido en primer lugar a la existencia de un gran número de villas romanas en sus alrededores, y en segundo término a la cantidad de servicios públicos de los que disponía como el circo, anfiteatro, termas, templo, acueducto, aún por descubrir su ubicación exacta.
Asimismo, se pueden contemplar cuatro tramos de calzadas que unen a Alhambra con Toletum, con Emérita Augusta, con Sagunto y con Cástulo, de ahí que algunos historiadores afirmen que se trata de la antigua ciudad de Laminium, de la que se tiene referencia por Ptolomeo y Plinio el Viejo. Éste último, además, describe un camino que llega a una cantera
situada a dos leguas, «ubicación exacta y correcta de este lugar, que fue utilizado hasta hace 200 a?os», se?ala, Francisco Gómez.
Según las referencias que se tienen, Laminium era el Oppidium, ciudad fortificada, más austral de la tribu carpetana y cabezas del Arge Laminitanus, dentro de la nación Celtíbera. Culturalmente, Laminio mantuvo estrechos contactos con los íberos meridionales, y en tiempos romanos era Municipio Flavio, lo que hace pensar que tendría cierta importancia en cuanto a obras civiles y religiosas. Asimismo, formaba parte de la Red Viaria Romana, de la que era un importante nudo de comunicaciones por su situación estratégica.
Conjunto histórico. En la actualidad ya existe sobre la mesa de la Junta un expediente que recoge todo el patrimonio histórico cultural del término municipal de la Alhambra, con el objeto de que la localidad sea declarada como conjunto histórico, se?ala Gómez.
No obstante, ya está incluida en las Cartas Arqueológicas, de ahí que cada obra particular o privada que se realiza en el municipio se vea sometida a un sondeo arqueológico a priori. Una situación, que, sin embargo, conlleva muchos problemas con los vecinos de la localidad que se ven afectados., asegura el presidente de la Asociación ?Alhambra Tierra Roja?.
De hecho, Gómez afirma que volverá este a?o a la política, sólo por el hecho de impulsar las diferentes fases de excavaciones y la defensa de un patrimonio histórico-cultural único. Un verdadero tesoro aún, en gran parte, por descubrir, y el hallado por conservar.
Y es que, en cada nueva excavación, los arqueólogos descubren nuevos tesoros. El último hallazgo se sitúa en la Iglesia de San Bartolomé, un edificio que data del siglo XIII, y que durante los últimos seguimientos arqueológicos ha sacado a la luz teselas de mosaico, estuco de la época de romana, y piezas de suelo de mármol, además de una parte de casa íberorromana. Si a esto se a?ade la relevancia de las esculturas romanas ubicadas en su entrada, todo hace pensar que bajo la iglesia se encuentra un verdadero templo o foro romano, destaca Francisco Gómez, presidente de la Asociación ?Alhambra Tierra Roja?.
No obstante, no menos impresionante ha sido el reciente descubrimiento de una cripta con dos entradas bajo el altar de la iglesia, en la que se han encontrado numerosos restos humanos del siglo XVIII, amontonados y revueltos. La cripta tiene forma de U, lo que lleva a creer a los expertos que justo en medio podría haber otro habitáculo independiente. Sin embargo, debido a la falta de tiempo y recursos, la cripta ha sido tapada hasta la siguiente fase de investigación, razón, a su vez, por la que numerosas excavaciones se han paralizado hasta disponer de medios, como el entorno del circo romano.
Restos. Los primeros hallazgos datan de 1956 en torno al descubrimiento de sarcófagos paleocristianos, situados de forma independiente a la gran necrópolis visigoda que se extiende a lo largo de la llanura, con múltiples espacios excavados en la roca a modo de sepulturas.
Así, en este paraje sagrado se descubrieron los elementos típicos con los que enterraban los cuerpos como pendientes, anillos, etc. Frente a esta cultura, las necrópolis íberorromanas, descubiertas en el a?o 1994, contenían urnas enteras y esculturas zoomórficas a modo de guardianes de la muerte, piezas que se encuentran expuestas en el Museo Arqueológico municipal, como gran parte de los restos hallados desde el Paleolítico.
De tal modo, el museo de Alhambra acoge todas las etapas por las que ha pasado el ser humano, exponiendo desde los toscos útiles usados hace 200.000 a?os hasta los más sofisticados de hace 50.000 a?os, además de mandíbulas de animales del pleistoceno como el equus o vacas prehistóricas, hasta llegar a la Edad del Bronce con la utilización de los metales, de los que hay variadas muestras, e incluso cráneos de aquellos antepasados de hace 3.500 a?os.
Asimismo, son muchas las fotografías expuestas sobre el entorno de la localidad, entre las que destacan detalles de inscripciones realizadas en roca o el imponente castillo árabe de los Omeya, situado en el cerro, en cuyos alrededores también se encontraron restos de enterramientos y estructuras constructivas de la Edad de Bronce y de Hierro.
Laminium. Será con la civilización romana con la que Alhambra entre en la historia de un modo que permita seguir con datos más fiables las huellas de su evolución. Se trata de una ciudad que debió ser relevante debido en primer lugar a la existencia de un gran número de villas romanas en sus alrededores, y en segundo término a la cantidad de servicios públicos de los que disponía como el circo, anfiteatro, termas, templo, acueducto, aún por descubrir su ubicación exacta.
Asimismo, se pueden contemplar cuatro tramos de calzadas que unen a Alhambra con Toletum, con Emérita Augusta, con Sagunto y con Cástulo, de ahí que algunos historiadores afirmen que se trata de la antigua ciudad de Laminium, de la que se tiene referencia por Ptolomeo y Plinio el Viejo. Éste último, además, describe un camino que llega a una cantera
situada a dos leguas, «ubicación exacta y correcta de este lugar, que fue utilizado hasta hace 200 a?os», se?ala, Francisco Gómez.
Según las referencias que se tienen, Laminium era el Oppidium, ciudad fortificada, más austral de la tribu carpetana y cabezas del Arge Laminitanus, dentro de la nación Celtíbera. Culturalmente, Laminio mantuvo estrechos contactos con los íberos meridionales, y en tiempos romanos era Municipio Flavio, lo que hace pensar que tendría cierta importancia en cuanto a obras civiles y religiosas. Asimismo, formaba parte de la Red Viaria Romana, de la que era un importante nudo de comunicaciones por su situación estratégica.
Conjunto histórico. En la actualidad ya existe sobre la mesa de la Junta un expediente que recoge todo el patrimonio histórico cultural del término municipal de la Alhambra, con el objeto de que la localidad sea declarada como conjunto histórico, se?ala Gómez.
No obstante, ya está incluida en las Cartas Arqueológicas, de ahí que cada obra particular o privada que se realiza en el municipio se vea sometida a un sondeo arqueológico a priori. Una situación, que, sin embargo, conlleva muchos problemas con los vecinos de la localidad que se ven afectados., asegura el presidente de la Asociación ?Alhambra Tierra Roja?.
De hecho, Gómez afirma que volverá este a?o a la política, sólo por el hecho de impulsar las diferentes fases de excavaciones y la defensa de un patrimonio histórico-cultural único. Un verdadero tesoro aún, en gran parte, por descubrir, y el hallado por conservar.
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